El cineasta español Carlos Saura falleció este viernes a los 91 años en Madrid, un día antes de recibir un Goya de honor (equivalente español a los Oscar) en la ceremonia de los premios de la Academia de Cine, que ha confirmado su muerte.
Nacido en 1932 en Huesca (norte de España) y considerado “el último director clásico del cine español”, Saura es autor de cintas míticas como “La caza”, “La prima Angélica”, “Cría cuervos” y “Ay, Carmela”.
Según informó el medio español El País, su fallecimiento se debió a una insuficiencia respiratoria, aunque por el momento no se conoce qué exactamente fue el detonante de esta condición.
Sin embargo, desde 2022 la salud del artista había comenzado a presentar problemas, puesto que meses atrás sufrió un accidente cerebrovascular, que si bien no fue letal, sí afectó en gran medida su bienestar.
El reconocido cineasta, iba a recibir este sábado un premio Goya honorífico, “por su extensa y personalísima aportación creativa a la historia del cine español desde fines de los años cincuenta hasta hoy mismo”, argumentó Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia.
El último trabajo de Carlos Saura
A pesar de su avanzada edad, Saura aún mantenía activa su carrera cinematográfica. De hecho, el pasado 3 de febrero se estrenó el que sería su último largometraje titulado “Las paredes hablan”, que en formato documental habla sobre la evolución del arte en las paredes.
Esta película propone un viaje a los orígenes del arte que conecta las pinturas de las cuevas prehistóricas con el arte urbano más reciente. “Es un proyecto que me trajo José Morillas, el guionista. Siempre me ha fascinado el arte y el hombre y su evolución. De pequeño me castigaban por ser darwinista en el colegio de monjas“, contó Saura en una entrevista de EFE.
“Desde que me llegó el proyecto me pareció precioso; en un principio estaba más centrado en los orígenes del arte y poco a poco lo hemos ido evolucionando hasta el resultado final, con el que estamos muy contentos”, aseguró.
Asimismo, el director también hizo un recuento de su carrera y recordó como fue que comenzó a dedicarse al cine, partiendo con su gusto por la fotografía y siendo impulsado por su familia cercana, donde asegura se fomentaban las artes cuando era niño.
“Poco a poco me fui desarrollando como fotógrafo, fui al festival de Granada (sur español) como fotógrafo oficial y ahí empecé a moverme en el mundillo, pero nunca me hubiera imaginado dirigir más de 50 películas, ópera, teatro, haber hecho exposiciones de fotos, publicado novelas…”, reconoció.
Además, también reflexionó sobre su legado y la trascendencia, en el marco del premio que recibiría este fin de semana. “Yo no he hecho cine para agradar a nadie o para recibir reconocimiento, lo he hecho porque me gustaba, porque a través de él puedo contar las historias que se me ocurren, porque puedo jugar con la música.. Pero, desde luego, siempre es un halago que el trabajo que uno hace lo vea la gente, que les haga pensar y que lo aprecien”, admitió.
En cuanto a la posibilidad de dejar un legado, Carlos Saura señaló que para él “es algo que no he pensado porque no me preocupa, tengo cientos de dibujos, cientos de ‘fotosaurios’, negativos de mis fotografías”.
“Yo lo hago porque me divierte; cuando me muera, que hagan lo que consideren. De lo que más orgulloso me siento es de mis siete hijos, seis chicos y una chica”, concluyó.