Una nueva película basada en hechos reales llegará a los cines en 2023, la perturbadora Cocaine Bear. Se trata de la historia de un oso que consumió altas dosis de cocaína, que finalmente terminaron en una sobredosis a la que ningún mamífero podría sobrevivir.
Los hechos ocurrieron en 1985, en Georgia, cuando durante una investigación por un accidente y tráfico de drogas, los policías dieron con el cadáver de un oso, junto a 40 paquetes vacíos de cocaína.
El animal fue sometido a una necropsia y así se confirmó su causa de muerte: una sobredosis. “Su estómago estaba repleto de cocaína. No hay ningún mamífero en el planeta que pueda sobrevivir a eso”, recordó el ya jubilado médico forense del caso, durante una entrevista en 2015.
Según recuerda, el oso falleció ante las numerosas consecuencias que provocó en su organismo la gran cantidad de droga que ingirió. Entre ellas, hemorragia cerebral, insuficiencia respiratoria, hipertermia, insuficiencia renal, insuficiencia cardíaca, derrame cerebral, entre otras. “Lo que sea, ese oso lo tenía”, completó el médico.
Todo ocurrió luego de que Andrew Thornton, exagente de la policía antidrogas y posteriormente traficante, chocara una avioneta con el cargamento en las montañas, falleciendo en el acto. Fue entonces que el animal dio con la mercancía.
Cocaine Bear, una leyenda de Georgia a los cines
Ahora, esta anécdota, que figura como una leyenda en Georgia, fue convertida en Cocaine Bear, a estrenarse en 2023 y que ya lanzó su primer tráiler.
La ficción muestra los hechos que pudieron haber ocurrido si el oso en cuestión sobreviviera algunos instantes después de ingerir la cocaína.
Así, se acerca a una zona poblada y comienza a desatar el caos, fuera de sí y sumamente agresivo por los efectos de la droga.