Werewolf by Night, el primer especial televisivo de Marvel, es claramente un experimento de la Casa de las Ideas en varios sentidos, alimentándose de exploraciones ya adelantadas por WandaVision y Multiverse of Madness.
Con décadas de historia a sus espaldas, el mundo del ocultismo sobrenatural es bastante amplio. Doctor Strange, Blade y Ghost Rider, todos personajes ya presentados en los cines, son quizás los exponentes más importantes.
Werewolf by Night, en comparación, es bastante menos conocido, y su anuncio fue definitivamente una sorpresa para quienes no sabían que Marvel lleva dos décadas intentando producir una película del personaje.
El especial estrenado este jueves no es un origen, sino una historia autocontenida con elementos de “battle royale“, “slasher” y suspenso, subvirtiendo algunos rasgos de estos géneros pues no podemos olvidar que esto sigue existiendo en un mundo superheróico, presentándonos a tres protagonistas clave: Jack Russel (Gael García Bernal), Elsa Bloodstone (Laura Donnelly) y Man-Thing.
Con una paleta de colores limitada -principalmente- al blanco y negro, el especial de una hora de duración es un homenaje a las películas de terror clásicas. Incluso el look del hombre lobo en su forma peluda es claramente inspirado en The Wolf Man, práctico y a la antigua, en vez de acudir al cada vez más omnipresente CGI para hacerle ver más masivo, como en los cómics.
Si esta decisión es bien o mal recibida por los fans de siempre y los nuevos, sencillamente quedará por verse. Al menos Gael García Bernal no se cae en la interpretación, siempre con la emoción a flor de piel, y junto con Man-Thing (o más bien, Ted) ofrecen algunos de los momentos con más corazón, y que nos recuerdan que pese a su tono, ésta sigue siendo una producción Marvel.
En ella, su director Michael Giacchino, usa a consciencia los pequeños detalles. Los gestos silencios, los sonidos para generar suspenso y marcar ritmo, y las luces y sombras para aprovechar el formato monocromático de la producción.
Todo con dosis de humor oscuro, y ligero al estilo de Marvel, pudiendo distinguirse claramente dos actos en la historia.
Quizás uno de sus principales puntos débiles es Elsa Bloodstone. Si bien su actriz no flaquea, y de los tres protagonistas es quien tiene más desarrollo al ver desafiada su visión de mundo, su personaje es demasiado… Jessica Jones.
Salvo el trasfondo distinto -cazadora sobrenatural en vez de detective privada-, el acento británico, y que nunca se le ve con un vaso de licor en la mano, sencillamente se sienten muy similares. Ni siquiera se mantuvo el color de pelo original (entre pelirroja, o castaña clara quizás) de Elsa, como para distinguirlas un poco más, ni usa sus características escopetas.
De hecho, llega desarmada a un evento al que definitivamente debería haber llevado al menos un cortauñas.
Es decir, más allá de que evidentemente sabemos que las adaptaciones del MCU no siempre son fieles al material original, aquí el problema es más bien uno de identidad. Un personaje que perdió rasgos característicos hasta llegar a parecerse demasiado a otro ya conocido.
Fuera de eso, Werewolf by Night es disfrutable por sí mismo, y definitivamente no es necesario estar al día con los demás proyectos del Universo Cinematográfico de Marvel. Para nada, pues ni siquiera queda claro en qué contexto mayor ocurre la historia que nos cuentan. Ni es necesario.
Ah, y por si te interesa saberlo: no, no hay escenas post créditos.