Estrenada en septiembre del año pasado, El juego del calamar (Squid Game) se convirtió rápidamente en una de las series más vistas y comentadas en occidente.
Si bien en países latinoamericanos y de otras regiones, las series surcoreanas (también conocidas como K-drama) tienen una cantidad de seguidores considerable desde hace tiempo, Squid Game sobrepasó todos los récords, alcanzando audiencias que nunca antes habían visto contenido de ese país.
Hasta la fecha, es la serie más vista en la historia del streaming Netflix a nivel global, acumulando 1,65 mil millones de horas vistas en los primeros 28 días tras su estreno.
La propia plataforma admitió que no esperaban que la producción tuviera tanto éxito, en especial considerando que no es en inglés.
Pues ahora, El juego del calamar continúa abriendo puertas para las series extranjeras en Hollywood, ya que ha hecho historia al ser nominada a 14 premios Emmy, los más importantes de la televisión occidental.
Entre ellas, ha sido nominada a la categoría más importante y competitiva: mejor serie dramática, siendo la única serie de habla no inglesa que ha logrado este reconocimiento.
Numerosos actores también han sido distinguidos con nominaciones, incluyendo al protagonista masculino, Lee Jung-jae (que interpreta a Gi-hun, jugador 456), quien fue seleccionado en mejor actor en una serie dramática.
Otros actores son Jung Ho-yeon, que personifica a la desertora norcoreana Sae-byeok (jugadora 067), nominada a mejor actriz de reparto de una serie dramática; Park Hae-soo (jugador 218) y Oh Yeong-su (jugador 001) a mejor actor de reparto; y Lee You-mi (jugadora 240) a mejor actriz invitada.
Por su parte, el creador de El juego del calamar, Hwang Dong-hyuk, igualmente fue destacado y va a competir en mejor dirección y mejor guion.
Las otras categorías son más técnicas, incluyendo nominaciones relativas al diseño de producción, fotografía, efectos especiales, edición, canción principal y acrobacias.
Los galardones serán entregados el próximo lunes 12 de septiembre y Squid Game tiene altas posibilidades de adjudicarse al menos una de las estatuillas por las que compite. No obstante, incluso si no lo lograra, ya ha hecho historia por el solo hecho de estar nominada.