Si ya viste Todo en todas partes al mismo tiempo y los dilemas de su protagonista te hicieron sentir identificado, no estás solo. Muchos de sus espectadores comenzaron a ver un patrón común en la película que los hizo pensar en un posible mensaje de sus directores. No estaban equivocados...
Todo en todas partes al mismo tiempo, la película dirigida por Daniel Kwan y Daniel Scheinert (Daniels), generó una inesperada teoría donde la trama se vincula muy estrechamente con el déficit atencional.
La película de la productora independiente A24, estrenada el 23 de junio de este año en los cines chilenos, ha marcado varios hitos luego de su estreno a nivel mundial, siendo aclamada por la crítica especializada y obteniendo reconocimiento dentro del mundo cinematográfico.
El film retrata la vida de Evelyn Quan Wang, interpretada por Michelle Yeoh, es una madre de familia que siempre tiene muchas cosas en mente y por hacer: se encarga de un centro de lavandería, de llevar la administración financiera del negocio y de su hogar, además de cuidar a su padre y mantener a flote un matrimonio que cada día se ve más desgastado.
Pero ella no es una mujer cualquiera, ya que descubre que es la Evelyn elegida dentro de cientos de multiversos para salvar el mundo del enemigo. Esto genera un vuelco inmersivo y lleno de acción, lo que llamó la atención de muchos espectadores.
El caos en todas partes
Quienes ya han visto la película descubrieron el arte creado por los directores Daniel Kwan y Daniel Scheinert (más conocidos como Daniels), quienes llevan un tiempo en el mundo del cine, luego del estreno en 2016 de su primera película en conjunto, “Swiss Army Man”, interpretada por Paul Dano y Daniel Radcliffe, y en esta oportunidad traen algo totalmente distinto, lleno de posibilidades y lecturas del público.
El filme Todo en todas partes al mismo tiempo, retrata a Evelyn como una jefa de hogar con una vida con poco ajetreada, donde tiene una relación complicada con su hija, cuida a su padre enfermo, debiendo mantener su hogar y familia a flote, además de llevar la administración de una lavandería que se encuentra en su mismo hogar.
Los vaivenes de la mente de Evelyn, entre cientos de recibos y boletas, cálculos financieros y visitas para rendir cuentas, forman al personaje de una manera en que este lleva un caos tanto interna como externamente, lo que se sintió familiar para algunos espectadores de la película.
Incluso, se puede rescatar los momentos en que el personaje principal pierde la noción del espacio-tiempo, mientras su mente (o multiverso), se encuentra en otro lugar diferente y con otra idea en mente.
La teoría principal
La principal teoría que se ha ido masificando tiene que ver con el comportamiento de la protagonista del filme, el cual se acerca mucho a la realidad de personas con déficit atencional. Esto debido a que siempre quiere estar haciéndolo todo y presente en todo, además de preocuparse de su familia, trabajo, negocio y otros asuntos importantes.
En el subforo del sitio de debates Reddit, r/ADHD, un usuario familiarizado con esta condición abrió el debate tras comentar que luego de ver Todo en todas partes al mismo tiempo, se impresionó debido a que es así como realmente se puede ver un cerebro con déficit atencional, donde la película realiza una representación visual sobre cómo es su cerebro cuando no está con medicamentos.
¿Qué es el déficit atencional (TDAH)?
Podemos entender el déficit atencional como un trastorno a nivel neuro-conductual, el cual dificulta la concentración en actividades cotidianas, prestar atención en situaciones que lo ameriten, comportarse compulsivamente y en algunos casos viene acompañado de hiperactividad, según el Instituto Nacional de Salud Mental de EE.UU.
Este trastorno se presenta en su mayoría durante la niñez, pero en los últimos años, adolescentes y adultos han encontrado similitudes en su comportamiento con las de una personas con déficit atencional, por lo que decidieron evaluarse con especialistas para confirmar su padecimiento.
Aunque muchas de las personas que viven a diario con este trastorno hacen su vida con normalidad, otros han optado por tratarse con medicamentos u otros tratamientos para sobrellevar sus principales dificultades.
Y en efecto: la conexión con el déficit atencional
Daniel Kwan, uno de los directores de la película, explicó para el medio estadounidense Salon, que la idea principal era crear una película que tuviera caos y la sensación abrumadora que se viene sintiendo en estos últimos años.
Respecto a ello, junto a Daniel Scheinet decidieron indagar un poco más sobre el déficit atencional, pues tenían pensado que Evelyn tuviera TDAH no diagnosticado. El principal motivo para investigar sobre este trastorno fue disponer de una base segura y profesional al respecto, sin generar ofensas para las personas que lo padecen.
Lo curioso es que durante el transcurso de sus averiguaciones, Kwan comenzó a leer e informarse más sobre el TDAH, descubriendo que él mismo lo padecía. “Así que esta película es la razón por la que me diagnosticaron. Tras ello fui a terapia durante un año y luego a un psiquiatra. Ahora estoy tomando medicamentos. Es una experiencia tan hermosa y catártica darte cuenta de por qué tu vida ha sido tan difícil”, explicó Daniel Kwan en la entrevista.
Recepción del público
Dentro de la gran aceptación que ha tenido Todo en todas partes al mismo tiempo en festivales y salas de cine, obteniendo un 95% de comentarios positivos en el portal Rotten Tomatoes, mucha gente hizo llegar sus comentarios a los directores sobre su percepción.
Daniel Kwan, confidenció al medio The Verge, que mucha gente se le acercó preguntando: “¿Esta película trata sobre el TDAH?. Kwan agregó que durante una sesión de preguntas y respuestas, el moderador comentó que a él le habían diagnosticado TDAH ya adulto, por lo que espera que la película pueda ayudar a concientizar en torno a este trastorno mental.
Aunque la película conectaba con una reflexión sobre una experiencia de trauma generacional, también se transformó en una muestra de amor y reconocimiento para las personas que padecen este déficit de atención.