Hablar de Winona Ryder es referirse a una actriz de varias facetas.
Muchos la recuerdan en Muchachitas o Beetlejuice. Sin embargo, pocos (la nuevas generaciones) sabrán los detalles de uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando los reflectores apuntaron hacia a ella, acusada de robar prendas de marca en tiendas.
Como en situaciones escandalosas que envuelven a los famosos, varias teorías del cómo y por qué de la situación se barajaron en ese entonces.
Eran años donde las redes sociales no estaban masificadas, pero el mundo se enteró de lo ocurrido cuando se publicaron los videos de Ryder saliendo con productos que no estuvo dispuesta a pagar. No obstante, el precio para su fama fue alto.
Tomando en cuenta la situación que llevó ante la justicia, surge la pregunta de: ¿cómo una mujer que vivió semejante etapa, ahora es capaz de renacer, laureada de reconocimiento mundial?
Son las extrañas cosas -literal- que sólo un fanático de la serie que hoy protagoniza, y con la cual triunfa, entenderá.
El video de Winona Ryder robando en tiendas de lujo
En diciembre de 2001, Winona Ryder acaparó titulares lejos de los reflectores en los platós de grabación de sus famosas películas.
Esta vez, la mala fama le restó créditos en la vida real, tras ser pillada robando prendas de lujo en la tienda Saks Fifth Avenue, en Beverly Hills, California.
La televisión estadounidense mostró las imágenes de las cámaras de seguridad del establecimiento donde la actriz, de entonces 30 años, sustrajo varios artículos valorados en 6.000 mil dólares (Cerca de 5 millones de pesos chilenos).
Un guardia de seguridad, quien más tarde testificó en su contra, aseguró que la vio cortando los sensores de dos bolsos caros.
“Ryder trató de cortar las etiquetas de otros dos bolsos”, citó el periódico Los Angeles Times, a Kenneth Evans, jefe de la seguridad de la tienda.
En efecto, las imágenes difundidas mostraron a Ryder saliendo con las prendas y siendo perseguida por uniformados dentro de la tienda. La detuvieron en el acto y, horas más tarde, fue trasladada a una comisaría.
Desde entonces, todo fue un torbellino para la protagonista de producciones como El joven manos de tijera, nombre que -irónicamente- encajó en la trama real, junto a otros que denostarían lo que sería su situación judicial.
Winona Ryder: su “inocencia interrumpida” en la vida real
El 2002 marcó un nuevo comienzo para millones de personas en todo el mundo. Para Winona Ryder, era el año de una batalla judicial por el robo que protagonizó en una lujosa tienda.
Medios estadounidenses siguieron de cerca cada detalle de las visitas de la actriz a tribunales. Todos se ocupaban de las posibles consecuencias del suceso, más allá de sus causas.
La acusación presentada por la fiscalía local dejó en claro, sobre todo en la etapa final del juicio, que no buscó la cárcel para Ryder, pese a que con los delitos arriesgó 3 años de prisión, según la legislatura estatal.
La fiscal Ann Rundle dijo entonces: “Este caso nunca ha ido de eso. No solicitaremos que cumpla una condena de cárcel. Sólo hemos querido que Ryder asuma la responsabilidad por sus actos. ‘Vino, robó y se fue’. Punto final. (…) Es un simple caso de robo”.
En noviembre de ese mismo año, Winona apareció en todos los noticieros estadounidenses que interrumpieron su programación para dar detalles del veredicto.
“Yo, Winona Ryder, acepto que he robado estas prendas”, confesó la actriz ante millones de televidentes. Supo en todo momento que podía esquivar la prisión con una frase de ese nivel.
Servicio comunitario y su presunta reincidencia
Cuando a finales de 2002 se dio a conocer la decisión final del juez de la causa, Elden Fox, la actriz Winona Ryder fue declarada parcialmente culpable de los delitos en su contra, sentenciada a 3 años de libertad condicional y a 480 de trabajo comunitario, según consta en medios europeos como 20minutos.es.
Le impusieron, además, una multa de 2,538.42 dólares (Un poco más de 2 millones de pesos chilenos), la obligación de asistir a un programa psicológico y otro contra el consumo de drogas, ya que en su bolso había una variedad de psicofármacos de los que no portaba recetas.
Fox, en tanto, le hizo una clara advertencia: “Si vuelve a robar, irá a la cárcel. ¿Entiende eso?”, tras afirmarle a la actriz que fue tratada con la misma severidad o indulgencia que cualquier otro convicto y que no se trató de un mensaje especial a partir de su famoso nombre.
Parecía, después de esa etapa judicial, que el episodio había sido superado. Sin embargo, hizo noticia de forma similar, en marzo de 2008, cuando fue sorprendida saliendo de una tienda de cosmética sin pagar varios productos.
Las alarmas del establecimiento sonaron cuando Winona se marchaba del lugar. Al ser interceptada, sacó del interior de su bolso varios productos que no canceló en caja.
No obstante, la tienda no llamó a la policía y dejó el incidente por la paz. Ella, según trabajadores del establecimiento, se marchó “rápidamente” del sitio, probablemente recordando la advertencia del juez Fox.
Winona Ryder, la cleptomanía y un curandero
Un año antes de ser involucrada en un segundo robo sin consecuencia judicial, Winona Ryder explicó por qué robó en una tienda de Beverly Hills. Su estrategia durante años fue el silencio.
“Nunca dije ni una sola palabra, no difundí un comunicado, no hice nada y sólo esperé a que pasara. Fue embarazoso”, le dijo a la revista Vogue, citada por el medio español El País.
Aseguró que su comportamiento se debió al consumo de sustancias de dudosa procedencia, que la sacaron de sí.
“Un par de meses antes me rompí el brazo en dos partes distintas y el médico, una especie de curandero, me dio un montón de cosas que al principio tomaba para superar el dolor. Y luego pasé por un período en el que no sabía si tenía dolor, pero ingería las sustancias”.
Confirmó que se sometió a una terapia por cleptomanía, un padecimiento clasificado en los trastornos de control de impulsos, asegurando que todo ocurrió “de una forma muy rara”. Las pastillas que consumió la dejaron en estado de “confusión” y “no podía más con ellas”.
La difícil etapa que afrontó la llevó a ser “consciente de no trabajar” en ningún proyecto. Se mudó a San Francisco, cerca de la casa de sus padres.
15 años después de esos movimientos necesarios, Winona saborea las mieles de la fama, de forma positiva y lejos de la cleptomanía o juicios en su contra, judiciales o morales.
Del robo de marcas como Marc Jacobs, a ser su rostro de marca
Atrás quedó la sombra del juicio contra una actriz que en su momento se quejó de la atención mediática que causó, por encima de la supuesta captura de Osama Bin Laden. Lo estadounidenses (y más) pusieron su caso, antes que el del fallecido terrorista de Al Qaeda. La historia, sin embargo, es otra.
Hace 6 años llegó el verdadero renacer de una estrella que fue considerada indie, según la describe el medio español El País, ante la lejanía del prototipo de actrices del momento como Gwyneth Paltrow o Alicia Silverstone. Winona Ryder era más cercana a la figura de sus fans contemporáneas.
El éxito de la serie Stranger Things y su papel estelar, tienen todo que ver. Joyce, la madre de Will, es hasta la temporada 4 (que ya fue liberada en una primera parte), una de las valientes almas destinadas a salvar el pueblo de Hawkins, no sin antes enfrentarse a los soviéticos, a pesar de todos los temores que la tarea conlleva.
Por otro lado, irónico es que cuando Ryder fue declarada culpable de lo ocurrido en Beverly Hills, quiso llevarse un jersey, valorado en casi 800 dólares, además de intentar cortar las alarmas en dos de sus costosos bolsos de la marca de la que actualmente es rostro.
“Winona Ryder presenta el bolso de hombro J Marc. Disponible mañana en marcjacobs.com”, dice el post con video que la marca difundió del pasado 31 de mayo en Instagram.
La cleptomanía del pasado fue superada y con créditos. Marc Jacobs hoy la reconoce como una de las figuras más influyentes, digna de representar su campaña.
La imagen de Winona Ryder siendo arrestada la hizo libre de crecer, cuando todos creían que su carrera quedaba reducida a una condena por robo en tiendas. Como diría el público: Stranger Things, o cosas extrañas que pasan.