El presidente de Ucrania se presentó de forma telemática al evento y llamó a mantener el cine atento ante la guerra. "Vamos a seguir luchando, no nos queda otra opción", dijo.
Este martes se dio inicio a la inauguración del 75 Festival de Cannes, el cual contó con la participación del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, quien pidió que el cine “no se calle” ante la “guerra más terrible desde la Segunda Guerra Mundial”.
El también actor y comediante dio un discurso a través de una transmisión en línea al comienzo del evento, poco después de que Forest Whitaker recibió el galardón de la Palma de Oro Honorífica.
“Los más terribles dictadores del siglo XX amaban el cine, pero lo único que han aportado son esas terribles imágenes de documentales; podríamos haber pensado que no iba a haber más guerras, pero tanto entonces como ahora había un dictador, una guerra contra la libertad, y ahora y antes: el cine no debe quedarse mudo”, dijo.
En búsqueda de un nuevo Chaplin
Zelenski puso como ejemplo de la implicación del cine en el mundo la película El gran dictador de Chaplin, estrenada en 1940, en plena Segunda Guerra Mundial. “Necesitamos un nuevo Chaplin que demuestre que el cine no está mudo” frente a la guerra de Ucrania, declaró.
“Nosotros vamos a seguir luchando, no nos queda otra opción”, agregó, convencido de que “el dictador va a perder”, en referencia al presidente ruso, Vladimir Putin.
Asimismo, el presidente ucraniano les recordó lo sucedido en Mariupol. “El teatro municipal fue atacado por una bomba rusa, ese teatro se parecía mucho a este donde están reunidos hoy, allí se refugiaba la gente, los civiles”.
Zelenski dijo tener un recuerdo muy preciso del día en que empezó esta guerra el pasado 24 de febrero y mencionó la famosa frase de “Apocalipsis Now” sobre el olor a napalm por la mañana. “Ese olor no puede confundirse”, señaló.
La sombra de la guerra en Cannes
En el evento también estará el cineasta ruso Kirill Serebrennikov, crítico con su gobierno, y director de la película La mujer de Chaikovski.
El filme, que habla sobre la tumultuosa relación entre el famoso compositor y su mujer Antonina Miliukova, que logra así ser la primera cinta en marcar el inicio de la competición de los 21 largometrajes de este año.
Serebrennikov, conocido por sus posiciones en favor de la comunidad LGTBIQ+, estará presente en la proyección por primera vez en años.
Esto debido a que en versiones anteriores no pudo viajar al festival por estar condenado por desvío de dinero, en un caso denunciado como una maniobra política por sus defensores.
Esta vez sí podrá subir la famosa escalinata del Palacio de Festivales y asistir a la proyección de gala de La mujer de Chaikovski, sobre el autor de El lago de los cisnes y cuya vida privada “los rusos ignoran totalmente”, según dijo recientemente en una entrevista en Berlín, donde está ahora instalado.
Serebrennikov, de madre ucraniana, entonces contó sobre el “horror, la tristeza, la vergüenza, el dolor” que sentía ante la invasión rusa de Ucrania.
Desde el inicio de la ofensiva rusa, a finales de febrero, los organizadores del certamen ya se posicionaron y anunciaron que no recibirían a “representantes oficiales rusos, instancias gubernamentales o periodistas que representen la línea oficial”.