Se espera que la cinta inicie sus grabaciones en junio de este año. En 2018 también se trató de realizar una nueva cinta de la historia, pero acabó cancelada.
Luego de múltiples intentos de traer de regreso la historia de El Cuervo, la película de 1994 que quedó marcada por la muerte de su protagonista, Brandon Lee, este mes se confirmó que el remake continúa su camino para iniciar su producción.
La cinta de la década de los ’90 se basa en el cómic homónimo centrada en un músico llamado Eric Draven. Una noche, el rockero es asesinado frente a su pareja, mientras ella es golpeada, violada y asesinada. Un año después, Draven regresa a la vida como El Cuervo, un ser inmortal que sólo busca venganza por lo que sufrió.
Pese a la tragedia en torno a la película, el medio The Hollywood Reporter aseguró que la película ya estaría en proceso creativo de cara a la producción.
De acuerdo al medio, el proyecto incluso ya tiene confirmado a Bill Skarsgard, conocido por interpretar al aterrador payaso Pennywise en la última saga de It, como el oscuro vengador del más allá. Por otro lado, la cantante inglesa FKA Twigs será la novia del llamado Cuervo, asegurando además que en esta versión será la coprotagonista de la historia.
Además el medio dio otros nombres, como el encargado de dirigir el filme, Rupert Sanders, conocido por su trabajo en Ghost in the Shell: vigilante del futuro, así como el guionista del proyecto, Zach Baylin, conocido por su reciente nominación en los Óscar por King Richard.
Se espera que la cinta inicie sus grabaciones en junio de este año, realizándose en Praga y Munich.
En 2018 se intentó realizar un reboot de la historia, la cual contaba con Jason Momoa como protagonista. Sin embargo, debido a una serie de problemas creativos y financieros, el proyecto fue cancelado.
La tragedia tras El Cuervo
Ocho días antes del fin de las grabaciones en 1993, el actor Brandon Lee, hijo del legendario en artes marciales Bruce Lee, recibió un disparo en el momento en el que el equipo grababa una escena de la cinta.
La joven promesa del cine falleció seis horas después, en el centro médico de Wilmington, Carolina del Norte. La escena, que acabó en desgracia, quedó grabada para la posteridad, pero fue quemada por el director de la película, Alex Proyas.
Se supone que la bala que saldría del arma era de salva. Sin embargo, nadie se percató de que había una munición real en la Magnum 44.
Hasta el día de hoy, la investigación en torno a lo que ocurrió en aquel set de grabación sigue siendo un total misterio.