Este domingo Netflix liberó el tercer capítulo de la serie de Luis Miguel, el cual reveló nuevos detalles respecto a su vida más actual.
El episodio dejó de manifiesto la dura relación que el cantante tuvo con su hija mayor, Michelle Salas, y los celos que habría sentido por la incipiente carrera de un joven llamado Cristián Castro, presentado en la producción como Cris Valdés.
Respecto a este último punto, la serie deja de manifiesto que, en su juventud, el “Sol de México” tuvo algo de temor al pensar que su rival podría haberle arrebatado el primer lugar de ventas y popularidad.
Sin ir más lejos, el episodio también hace referencia a que ambos habrían coincidido en el Festival Internacional de Viña del Mar (incluso mostrando imágenes reales de la época en la serie).
No obstante, esto último sólo habría sido dentro de la ficción, ya que nunca estuvieron juntos en el certamen de la “Ciudad Jardín”.
Mala relación
Lo que se sabe hasta el día de hoy es que la relación entre Luis Miguel y el hijo de Verónica Castro es bastante lejana. Incluso algunos cercanos a ellos indican que no se hablan.
No obstante, un artículo publicado por el diario El Mundo de España deja entrever que en su juventud, década de los 90, ambos fueron amigos.
Si bien nunca hicieron trabajos en conjunto o colaboraciones, se dice que en ese tiempo solían compartir en fiestas en las ciudades de Acapulco y Los Angeles (EEUU).
Lamentablemente, Castro indicó hace algunos años, 2019 para ser específico, que la amistad entre él y Micky se quebró a mediados de los 90, cuando se enamoraron de la misma mujer.
Se trata de la reconocida modelo cubana Daisy Fuentes, quien por ese tiempo tenía una relación formal con Castro.
En ese entonces, el intérprete de Volver a Amar conversó con él programa argentino Podemos hablar, en el cual reveló parte del escándalo.
“Yo estaba saliendo con una chica que se llama Daisy Fuentes y él vino a meterse, eso fue lo que nos distanció. La empezó a enamorar y ella me lo decía. Entonces, como para mí Luismi era un hermano y sentía que ella realmente le gustaba, le dije a Daisy que probara a salir con él. Lo dejé meterse porque lo quiero mucho”, inició.
En la versión de Castro, tras ese altercado Luis Miguel dejó de hablarle y nunca más tuvieron cercanía como amigos.
“A partir de ahí él se hace el ofendido, cuando yo realmente era el que tenía la ropa dentro de la casa de Daisy. Yo debería estar molesto”, sostuvo.
Todo indica que ambos no volvieron a conversar, aunque en el momento de la entrevista el sobrino de Ramón Valdés sostuvo que estaba dispuesto a retomar la amistad.
“Yo solo quiero tener de vuelta mi amistad con él. Es una mujer y la verdad fue una coincidencia, que no se lo tome tan a pecho. Él se enamoró mucho de ella, pero eso no quita que haya sido una coincidencia lo que sucedió. Debe de pensar que fue algo que hice a propósito, pero no. Y menos a un gran cantante al que amo tanto”, sostuvo.
“Siento el cambio de energía en él, pero siempre tendrá el mismo lugar en mi corazón”, concluyó.
Sin ir más lejos, se ha llegado a afirmar que Castro asistió a algunos conciertos del “Sol” con el objetivo de limar asperezas, pero aquello evidentemente no ocurrió.
Por su parte, y tal como era de esperarse, Luis Miguel nunca se refirió públicamente al supuesto altercado con Cristián Castro.
Hay que señalar que Micky estuvo en las versiones 1985, 1986, 1990, 1994 y 2012 del Festival de Viña del Mar.
En tanto, Cristian Castro se presentó en la Quinta Vergara los años 2000, 2002 y 2004.