Todo comenzó en el plató de la superproducción estrenada a fines de los años cincuenta.

Ben-Hur relata la historia de dos amigos, uno judío y el otro romano, que se convierten en enemigos durante los tiempos de Cristo.

“Después de tantos años, todavía cerca”, “sí, en todos los sentidos”, “te dije que volvería”, “no creí que lo hicieras, estoy tan feliz”…

Los protagonistas: Charlton Heston (Judá Ben-Hur), quien no tenía una idea de su papel, y Stephen Boyd, quien interpretó a Messala.

Uno de los diálogos de este clásico de la pantalla grande, retumbó con fuerza en el espectador, pero en el presente, tiene ondas amplificadas de verdad y una historia por debajo de la alfombra de rodaje.

Una pasión camuflada que, quizá no sería tan irónica, si Heston no hubiera formado parte de ella. El converso al partido Republicano, el actor fue un ícono de la masculinidad entre las décadas de los 50 y los 70, además de un fiero activista por causas conservadoras que van desde el derecho a portar armas, hasta la penalización del aborto.

El periódico español El País, barrió a la vista la situación que hace 60 años fue una planificación entre dos grandes cerebros de la industria.

El guionista y el director de la obra cinematográfica, considerada una de las películas más populares de la historia se confabularon, según el citado medio, para lograr que Charlton Heston interpretara a un homosexual sin saberlo.

El romance que solo uno de los protagonistas sabía

El estreno de Ben-Hur fue hace 60 años. Gore Vidal es uno de los guionistas. En la década de los noventas comenzó la revelación que muchos siguen desconociendo: en la rivalidad entre Judá Ben-Hur y Messala, en realidad había una historia de pasión de juventud, oculta como un odio aparente. Eso, es algo que en estos tiempos se describe como “del amor al odio hay un paso”.

“Tenías que ser muy bueno a la hora de proyectar subtextos sin decir una palabra sobre ellos”, aseguró Vidal en el documental El celuloide oculto, que toca la temática LGBT en el cine.

“El único modo de justificar varias horas de odio entre dos muchachos era establecer, sin decirlo con palabras, una relación íntima entre ellos cuando eran niños. Y, luego, cuando Messala quiere continuar donde lo habían dejado, Ben-Hur lo rechaza”, sostiene.

Heston y Stephen Boyd

Ben-Hur no solo es considerado de los filmes más populares, sino de los más extensos. Sus cuatro horas de duración lo confirman.

Otro de los puntos que eran desconocidos por los cinéfilos, es que Stephen Boyd, el amor de Ben-Hur, sí tenía conocimiento de la mancuerna sentimental que formaba con el protagonista.

“Así que Heston actúa con la cabeza levantada, con mucha dignidad”, reconoció Vidal, “mientras Stephen Boyd exprime su interpretación al máximo. Tiene miradas que resultan evidentes”.

Para ese entonces, era obvio que el director de la película, William Wyler, había dejado la trama semioculta a una pieza importante del elenco.

En el relato que salió a la luz recién en 1995, se comentaba con cierta comicidad que hasta les parecía gracioso formar parte de ese secreto y que Heston no supiera nada. También había temor de que se enterara, porque podía dejar todo de lado e irse sin remedio.

El País / España

Cuando Charlton Heston se enteró…

Cuando los guionistas no podían presenciar alguna escena, tenían a la mano los pormenores de lo que ocurría por parte de sus compañeros publicistas.

Uno de ellos era Morgan Hudgens, de Metro-Goldwyn-Mayer, quien hacía llegar mensajes detallados a guionistas como Vidal.

“El Gran Paleto (apelativo secreto de Heston) lo ha dado todo en tu escena del primer encuentro. ¡Tendrías que haber visto a esos chicos abrazarse! Me temo que C. H. (Charlton Heston) va segundo en esta batalla”.

Otra escena legendaria, puesta de ejemplo, fue en la cual Judá Ben-Hur y Messala se miden en la legendaria carrera de cuadrigas. Messala hace uso del látigo, dejando a la vista connotaciones de tipo físicas que toman otra percepción al conocer la confesión del guionista Vidal.

Cuando todo salió a la superficie casi 4 décadas después, Charlton Heston intentó por sus propios medios desmentir que hubiera sido parte de una relación homosexual llevada a la gran pantalla.

Tachó la aseveración de Vidal como “ridícula”. La revista Time fue el medio por el cual el actor hizo su descargo. “Ben-Hur no era un personaje homosexual”.

Gore Vidal contraatacó las palabras de Heston. Del compañerismo en el set, se enfrascaron en una guerra de declaraciones por las que el guionista se refirió al actor en todo momento como “el señor portavoz de la Asociación Nacional del Rifle”.

EITB

El calificativo viene de la legendaria afición de este ícono de Hollywood por las armas.

“¿Qué puedo hacer con un anciano actor que, cuando trabaja, lleva dos tupés (mechones de pelo levantados sobre la frente), uno encima del otro, en su búsqueda de la verosimilitud?”, remató Vidal.

La cosa no paró ahí. Otro medio se frotó las manos recogiendo el nuevo misil hacia Gore Vidal.

Los Angeles Times publicó una nueva declaración de Charlton Heston, asegurando: “La afirmación de Vidal de que coló una escena implícitamente homosexual entre dos hombres es un insulto para William Wyler y, debo decir, me irrita enormemente”.

Heston incluso ninguneó al guionista, asegurando que este solo trabajó 3 días en la película.

No obstante, años antes, había dado un enorme crédito al trabajo de Vidal en otra entrevista. Lejos estaba de conocer la polémica que se desataría en torno a su personaje.

“Hoy hemos ensayado la crucial escena con Messala, reescrita por Vidal. Sin duda es la escena más crucial de toda la primera mitad de la historia… y esta versión es mucho mejor que la que había en el guion”.

Expertos en el cine como Michael G. Cornelius, quien es editor del libro sobre el peplum (cine de romanos), Of muscles and men: essays on the sword and sandal film, considera que Ben-Hur, además de una joya del séptimo arte, destaca por ser inclusiva. Una producción adelantada a sus tiempos.

“Lo que convierte a Ben-Hur en una propuesta única es que su subtexto aparece presentado en el diálogo, lo cual permite una consideración sincera por parte del espectador”.

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“Estamos hablando de hombres semidesnudos, musculosos, corriendo en faldas de cuero y sudando alrededor de hordas de otros hombres similares”, al tratarse además de épicos relatos de justicia social. “Aparte de representar el cénit de la masculinidad, estos héroes también reflejan nociones de justicia, comunidad e inclusión. Representan una sociedad progresista e inclusiva. Crean comunidades a las que los homosexuales sienten que podrían pertenecer, y esto genera una impresión positiva y poderosa”.
- Michael G. Cornelius. Experto en cine romano.

Charlton Heston murió en abril de 2008, a la edad de 84 años, con una carrera llena de satisfacciones y reconocimientos de manos de presidentes de su país como George W. Bush.

Sus papeles bíblicos, representando a Moisés y a Miguel Ángel, entre otros, lo posicionaron como leyenda. Pero, una enfermedad degenerativa, presuntamente Alzheimer, lo sacó de su vida cotidiana desde el 2002.

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