Hace algunas semanas Netflix estrenó en Chile New Amsterdam, un drama médico del canal NBC que buscaba conquistar a los fans de Grey’s Anatomy. Desde entonces la apuesta no ha abandonado los primeros lugares de las producciones más vistas en la plataforma, imponiéndose sobre otras propias como Ginny y Georgia e incluso Bridgerton.
Pero ¿qué es exactamente New Amsterdam? El programa cuenta la historia de Max Goodwin, un médico idealista que llega a trabajar como director a un hospital público muy mal evaluado.
Su objetivo es convertirlo en un lugar donde la gente pueda acceder a los cuidados sanitarios necesarios, sin importar de dónde vengan ni los recursos con los que cuenta. El gran problema, es que Max libra su propia batalla contra un cáncer de garganta y sus esfuerzos por recuperar a su esposa, quien está embarazada.
En el hospital conoce a la oncóloga Helen Sharpe (Freema Agyeman); la jefa de emergencias Lauren Bloon (Janet Montgomery); al cirujano cardiotorácico Floyd Reynolds (Jocko Sims), el psiquiatra infantil Iggy Frome (Tyler Labine) y el neurólogo Vijay Kapoor (Anupam Kher). Cada uno con sus propios problemas, que van desde la imposibilidad de tener hijos hasta la adicción a los medicamentos prescritos.
Para quienes no saben, la serie se estrenó en septiembre de 2018 y actualmente va en su tercera temporada, la que por supuesto, está tocando el tema de la pandemia de coronavirus.
Pero mientras en Chile se ha convertido en todo un fenómeno, la recepción de los críticos en EEUU no fue igual. De hecho, la serie tuvo muy malos comentarios tras su debut.
“Nada nuevo y mucho que condenar en la condescendiente serie de médicos de NBC”, tituló Hanh Nguyen de Indiewire, agregando que la apuesta “es simplemente aburrida en su predecible moralización”.
The New York Times, en tanto, afirmó que la serie “pone a los pacientes en primer lugar y la sutileza en último”, haciendo referencia la clásica frase de Goodwin: “¿Cómo puedo ayudar?” y decir que sí a casi todas las necesidades de su equipo.
“El programa se basa en una preocupación seria, que el sistema de salud se siente roto de varias formas y desafía las respuestas fáciles, pero hace todo lo posible para decir simplemente sí, las respuestas son exactamente así de fáciles. Todo lo que se necesita es a alguien que se preocupe mucho y que libere a otros para que se preocupen de la misma manera”, añadió.
“La Clínica Mayo opera con el mismo mantra que Goodwin de ‘poner a los pacientes primero’, pero eso requiere mucho más que un eslogan y buenas intenciones”, sentenció.
El portal Vulture, en tanto, fue más allá con su crítica: “New Amsterdam deja en claro que esto no será solo un drama médico regular. Este va a ser un drama médico muy, muy tonto”.
“La serie no podría estar menos interesada en la complejidad, magnitud, detalles, historia o causas de los problemas del sistema de salud, ni pierde el tiempo con los mecanismos reales para sus soluciones. Este programa se trata de grandes gestos radicales. ¿Por qué despedir a tres malos cirujanos cardíacos cuando puedes despedirlos a todos? ¿Por qué reducir los tiempos de espera cuando puede eliminar toda la habitación? Esto no es realmente un drama médico. En el panorama distópico que actualmente llamamos atención médica, es una fantasía con sabor a medicina”, escribieron.