La familia real tiene una larga historia, donde las polémicas y los romances han estado a la orden del día. Y aunque en la antigüedad hay varios casos llamativos, son los escándalos de los miembros de la casa Windsor los más recordados.
Este es precisamente el tema del documental The Royal Family: Affairs & Infidelities, que Direct Tv estrenará estrenará este 29 de junio.
En el programa se explora la verdad sobre las más famosas infidelidades de la familia real británica y permite a través de diversas entrevistas a conocedores de la historia, relatar qué pasó realmente entre el príncipe Carlos, la princesa Diana, Camila Parker-Bowles y James Hewitt, entre otros.
Diana y James
Para quienes no conocen la historia, en 1984, tras el nacimiento del príncipe Harry, la relación entre Diana y Carlos estaba muy mal. Fue en ese periodo que conoció a Jame Hewitt.
“Ella estaba buscando a alguien que la amara. Y James estaba ahí”, aseguró en el documental Paul Burrell, ex mayordomo de la princesa.
Hewitt era un oficial de Caballería del Ejército del Reino Unido, que había empezado a dar clases de equitación a la princesa. Además era un rival de Carlos y su equipo de Polo.
Los rumores de una infidelidad de Diana comenzaron pronto a tomar fuerza, y aunque sí tenían fundamentos, la pareja intentó ocultarlo lo mejor que pudo.
Pero cuando el romance llegó a su fin, después de casi cinco años, Hewitt escribió un libro contando la historia, lo que hirió a la princesa profundamente y causó un gran escándalo, pues también se filtraron una serie de íntimas cartas entre ellos.
Margaret y Anthony
La hermana de la reina Isabel, la princesa Margarita, también tenía cierta tendencia a los escándalos amorosos.
Tras involucrarse en un juventud con un militar casado, contrajo matrimonio con Antony Armstrong-Jones, el primer conde de Snowdon.
“Desafortunadamente, temperalmente no eran adecuados el uno con el otro, y el matrimonio no fue un éxito”, aseguró el comentarista real Richard F.itzwilliams
Antony tenía un reputación alocada y era un mujeriego, sin embargo, era el comportamiento de ella el que siempre era cuestionado.
La princesa tuvo varios amantes e incluso fue fotografiada en la isla de Mustique con Rodd Llewellyn, un jardinero que había conocido un año antes.
Dos años después el matrimonio de Margaret terminó y ambos firmaron el primer divorcio de un miembro de alto rango de la familia real.
Anna y Mark
La hija de la reina Isabel, Anna, también protagonizó más de un escándalo tras contraer matrimonio con Mark Phillips.
La pareja compartía la pasión por los caballos, pero no más que eso. Con el tiempo se filtraron una serie de cartas privadas de Anne y Timothy Laurence, un oficial de la marina británica, que luego se convertiría en su esposo.
A pesar que se negó una relación entre ellos, un año después la princesa se separó de su esposo. Al poco tiempo también apareció una mujer asegurando que Mark tenía una hija de cinco años con ella, lo que fue confirmado con un test de ADN.
Anne y Mark se divorciaron finalmente en 1992.
Fergie y Andrew
El príncipe Andŕes se casó con Sarah Ferguson en 1986, sin embargo, debido a los deberes militares del hijo de la Reina, sus primeros meses de casados los vivieron por separado.
Con los años la relación se desgató y comenzaron los rumores de una aventura entre Fegie y el millonario Steve Wyatt, de Texas.
En enero de 1992, los duques de York anunciaron su separación, pero el escándalo no terminó ahí, porque más tarde se publicaron en todo el mundo, fotos donde John Bryan, un administrador financiero estadounidense, chupaba los dedos de los pies de Sarah, quien se encontraba en topless en una playa.
Fergie y Andrew, quien también había mantenido muchas relaciones extramaritales, concluyeron su divorcio en 1996.
Carlos y Camilla
Por supuesto, el affaire más popular de la familia fue el del príncipe Carlos y Camilla Parker Bowles. Ambos se conocieron siendo muy jóvenes, pero ella terminó el romance para casarse con el entonces amor de su vida, Andrew Parker-Bowles.
Como su marido era un mujeriego, pronto volvió a tomar contacto con Carlos quien estaba a punto de casarse con Diana, quien de inmediato supo que algo pasaba entre ellos.
Los coqueteos entre Camilla y Carlos eran claros y los celos de Diana eran tan fuertes, que incluso desarrolló una depresión.
Diana encaró en más de una ocasión a Carlos, quien llegó a decirle: “¿De verdad esperas que sea el único príncipe de Gales que no tenga una amante?”.
El matrimonio finalmente se separó en 1992 y el divorcio se concluyó en 1996, un años antes de la muerte de Lady Di.
Carlos y Camilla se casaron en 2005.