La surcoreana Parásitos hizo historia este domingo al convertirse en la primera película en un idioma diferente del inglés en ganar el Óscar a mejor película, el más importante de la noche.
La comedia negra, que aborda el tema universal de las divisiones de clase, cerró la noche con cuatro estatuillas, incluida la de mejor filme internacional y director para Bong Joon-ho.
“¡Voy a beber hasta la mañana!”, bromeó el surcoreano, que entregó a su país el primer premio de la Academia, el más importante del cine.
“Uno nunca escribe para representar a sus países, pero éste es muy personal para Corea del Sur”, expresó Bong, que también ganó por mejor guión original.
Ninguna producción en lengua no inglesa ha ganado el premio más importante. El año pasado, la mexicana “Roma” estuvo cerca, pero se quedó con la categoría internacional, que algunos críticos consideran un premio de consuelo para el cine producido en otra lengua.
“Con cualquier otra película, la gente dice ‘me gustó, pero…’, con ‘Parásitos’ es ‘la amé, punto"”, dijo más temprano a la AFP el editor senior de cine de la revista Variety, Marc Malkin.
La película surcoreana también obtuvo el Óscar a mejor film internacional, mejor guión original y mejor director.
“1917”, la película ambientada en la I Guerra Mundial y que cerró con tres premios (fotografía, efectos especiales y mezcla de sonido), aparecía como la gran favorita.
Fue la gran sorpresa de la noche, recibida con una ovación por los presentes en el Dolby Theater de Hollywood, donde se realizó la ceremonia que hasta entonces había seguido un guión muy predecible, sobre todo en las categorías de actuación, donde no hubo sorpresas.
“El Irlandés” de Martin Scorsese se fue con las manos vacías después de llegar con 10 nominaciones, mientras que la cinta de Tarantino ganó además diseño de producción.
Scorsese, no obstante, fue el “maestro” más destacado en los discursos de la gala.
“Amor por el cine”
Joaquin Phoenix consolidó una temporada de premios perfecta con su aclamado papel del villano Joker, llevándose el Óscar a mejor actor, lo mismo que Renée Zellweger, que arrasó con su interpretación de Judy Garland en “Judy” y conquistó la estatuilla a mejor actriz.
“Judy Garland no recibió este honor en su tiempo. Estoy segura de que este momento es una extensión de la celebración de su legado”, dijo Zellweger, destacando esa herencia “de excepcionalismo único e inclusividad y generosidad de espíritu”.
“Compartimos el mismo amor, el amor por el cine y esta forma de expresión me ha dado la vida más extraordinaria”, expresó Phoenix al recibir la estatuilla.
Laura Dern y Brad Pitt igualmente conquistaron el Óscar para mejor actriz y actor de reparto por sus personaje como una desalmada abogada de divorcios en “Historia de un matrimonio”, y como el doble de acción de un actor en decadencia en “Había una vez en Hollywood”.
Las nominaciones fueron duramente criticadas porque solo una actriz no blanca, Cynthia Erivo (“Harriet”), entró en las categorías de actuación, y ninguna mujer fue nominada en la categoría de dirección.
“Si le pudiera dar este Óscar a Greta Gerwing, lo haría ya mismo”, dijo Dern a periodistas en referencia a la excluida directora de “Mujercitas”, que cerró con un Óscar por mejor vestuario.
Estos problemas se pensaban estaban en vía a solucionarse, después de que el año pasado los premios fueran exponencialmente más diversos.
“Los Óscar han cambiado en los últimos 92 años… En 1929 no había actores negros nominados”, lanzó Steve Martin a Chris Rock al presentar el primer premio de la noche. “En 2020 tenemos uno”, ironizó Rock.
Óscar para Obama
En la gala, la Academia intentó acallar la polémica de la diversidad y la ausencia de directoras nominadas con menciones constantes al talento femenino en la industria.
Además, Zack Gottsagen, un actor con síndrome de down que presentó uno de los premios, fue recibido con una ovación.
La sátira nazi “Jojo Rabbit”, de Taika Waititi, se llevó la estatuilla a mejor guión adaptado, “Toy Story 4”, a mejor filme animado, y “Ford V Ferrari” edición de sonido y edición cinematográfica.
“American Factory”, respaldada por Barack y Michelle Obama al dejar la Casa Blanca, se llevó el premio a mejor documental.
El Óscar rindió además tributo a Kirk Douglas, el último gran ícono de la era dorada de Hollywood fallecido el miércoles a los 103 años, y a la leyenda del básquetbol y oscarizado Kobe Bryant, que murió en un accidente de helicóptero el 26 de enero.
Ambos entraron en el “In memoriam”, Kobe apareció primero y Kirk cerró el video, durante cuya proyección Billie Eilish cantó.