Isla de Pascua es uno de los lugares más vulnerables del planeta y actualmente enfrenta una enorme amenaza ambiental generada por la crisis del plástico desechable.
Este tema será abordado por la serie de National Geographic Explorer Investigation, con un episodio especial titulado La Ruta del Plástico, donde se expondrá los conflictos más relevantes y urgentes de América Latina.
Este miércoles 20 de marzo a las 23:00 horas se emitirá el episodio que estuvo a cargo de la periodista Ivana Szerman y la bióloga marina chilena Camila Ahrendt, quien además es directora científica de Plastic Oceans.
Ambas recorrieron la isla para retratar cómo está sufriendo las grandes consecuencias por la presencia del plástico en el mar y los esfuerzos de sus habitantes para combatir esta crisis.
“(El momento que más impactante de la travesía) Sin duda fue ver la presencia de plástico en la superficie de las olas en Rapa Nui, en las rocas y al interior de peces locales que abrí para el documental”, comentó Ahrendt a BioBioChile.
Szerman, coincide. “Era impresionante ver cómo al levantar una piedra habían cinco pedazos de plásticos de distintas formas y colores, de diferentes procedencias, de distintas antigüedades, de distinto nivel de erosión”, explicó.
La periodista también comentó lo mucho que le impactó ver el plástico que los peces llevaban dentro de sus cuerpos. “Con la bióloga abrimos peces en el laboratorio, y efectivamente tenían partículas de plástico en el aparato digestivo. (…) La parte tóxica la absorben los peces y eso lo absorbemos nosotros cuando los comemos”, añadió.
Según explicó Camila, la contaminación en la isla se ocasiona por dos grandes focos. “Rapa Nui se encuentra cerca del giro del Pacífico Sur, sitio del océano en la que converge gran parte de la basura marina. Llegando constantemente a las costas de la isla”, explicó, y agregó que el otro foco es “el turismo, dado que al visitar un sitio que no es el nuestro, se tiene un menor grado de pertenencia y se suele cuidar menos”.
El episodio muestra cómo los habitantes intentan combatir el problema con jornadas de voluntariado de limpieza de playas y reciclaje. Además, la conductora y la experta visitaron una fábrica de plástico para conocer su origen y entender sus consecuencias del uso indiscriminado, y los esfuerzos de una planta de reciclaje donde se analizan los beneficios, pero también las limitaciones de esta práctica debido al costoso proceso.
“El director de la planta nos decía que todo el plástico se puede reciclar, y lo que para nosotros parece un desecho, es en realidad un insumo. Entonces es muy impresionante ver todo ese recorrido”, comentó Ivana.
En tanto, Camila también reconoció que la principal dificultad que enfrenta la isla es “la capacidad de carga que permite la isla en cuanto a la cantidad de personas que la visitan y los residuos que se generan”. “También, la distancia al continente, dado a que se tiene que llevar a Santiago la basura o residuos de la isla, para que los proveedores contratados por la Municipalidad de Rapa Nui se hagan cargo de su procesamiento”, dijo.
El peligro del plástico
Aunque el plástico ayudó a revolucionar la manera en que vivimos, el plástico desechable está generando miles de millones de toneladas de desechos que llegan a los océanos y afectan los ecosistemas marinos.
Se estima que todos los años alrededor de 9 millones toneladas de desechos plásticos terminan en el océano, algunas evaluaciones sugieren que podría permanecer allí durante 450 años. Los pronósticos apuntan a que en 2050 va a haber más plásticos que peces en el océano.
La situación afecta a casi 700 especies de animales marinos, incluidos muchos en peligro de extinción, que comen, se enredan o se asfixian con el plástico.
Actualmente, las especies marinas están ingiriendo micro plásticos y los científicos continúan estudiando el tema para comprender a fondo el impacto que esto tiene en la cadena trófica.
En los últimos 15 años, la producción de plástico creció desmesuradamente. Se calcula que la mitad de todo el plástico existente en el mundo fue fabricado en ese periodo.
Más del 40% del plástico que se produce en el mundo se usa solo una vez y luego se desecha. Entre los productos de vida más corta están las bolsas, de las cuales cada chileno consume doscientas por año.
Desde 1950, se generaron en el mundo 8,300 millones de toneladas de plástico, casi el 40% para ser usado como embalaje. 6,300 millones se descartaron. Cerca del 80% nunca se recicló: más de 5,000 millones de toneladas terminaron en basurales a cielo abierto, rellenos sanitarios o fueron arrojados a los ríos. Terminan inevitablemente en el mar.
En el mundo, se recicla menos del 10% del plástico que se produce. En 2016, se promulgó en Chile una ley con el objetivo de triplicar la cantidad de plástico reciclado para el 2021 y fijó una lista de productos altamente tóxicos que deben ser reutilizados y designó a sus productores como responsables de organizar y financiar la recolección y tratamiento.