La serie española La Casa de Papel (Antena 3 y Netflix) se convirtió en la producción de habla no inglesa más vista de la plataforma de streaming, lo que da cuenta del éxito que ha tenido a nivel mundial.
Y no se trata de una producción que tenga a personajes que resulten tan cercanos a Chile u otros países del mundo. De hecho, el reparto está compuesto casi exclusivamente por españoles, muy lejos de las grandes celebridades hollywoodenses. Así que las cifras obtenidas podrían deberse sólo a una cosa: la trama.
Se trata de una secuencia de 16 capítulos (hasta el momento), que muestran cómo se produce el atraco perfecto. Pero no es cualquier robo, sino que es a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España, uno de los recintos más vigilados del país europeo.
En esas circunstancias, y de la mano de El Profesor (Álvaro Morte), siete atracadores que llevan nombres de ciudades para ocultar sus verdaderas identidades y que usan máscaras de Dalí para esconder sus caras, se parapetan en el recinto junto a 67 rehenes, luego de hacer creer a los policías que no tuvieron más opción tras ser descubiertos.
Pero la realidad es completamente distinta. El Profesor, un hombre que lo tiene todo planeado, había previsto cada segundo. Lo cierto es que los ladrones se encerraron en el lugar para comenzar a producir dinero, el máximo que puedan, para lograr llevarse más de 2.400 millones de euros.
(Eso fue un resumen bastante general de lo que fueron las dos temporadas. Si quieres saber más, debes verla)
La serie fue dirigida por el español Alex Pina, y en el reparto se encuentran los actores Álvaro Morte (Profesor), Úrsula Corberó (Tokio), Miguel Herrán (Río), Pedro Alonso (Berlín) e Itziar Ituño (Inspectora Murillo).
My life is going on (Mi vida está pasando) es la canción principal de la serie, que tiene mucho sentido tomando en cuenta las historias de cada atracador. “Si estoy eligiendo mal, no me importa nada. Si estoy perdiendo ahora, pero gano después”, reza parte de la letra.
No obstante, la canción que obtuvo más protagonismo fue Bella Ciao, que en los últimos capítulos es entonada por dos personajes cruciales en la trama y que, en medio del sentido de rebeldía que dan al atraco, logra emocionar a quienes ven la serie.
Bella Ciao
Antes, debes saber de qué estamos hablando. Escúchala de la boca de los mismos protagonistas.
Chao, bella, es la traducción al español del nombre de la canción desde el italiano. Su autor es desconocido. Nada se sabe sobre cómo surgió la canción, pero al menos existen ideas vagas del contexto.
La pieza tendría similitudes con una antigua canción interpretada por el acordeonista ucraniano Mishka Tziganoff, llamada Oi oi di Koilen en yidis (dialecto judío), que fue inscrita en 1019 en Nueva York, Estados Unidos. Y claro, al escucharla, los instrumentos, varias notas y la rapidez, se parecen.
Otros aseguran que la versión original de Bella ciao, proviene de trabajadoras de arrozales italianas. Según consigna el diario español El País, estas mujeres entonaban la canción con tristeza, expresando cómo veían pasar sus vidas en los campos de recolecciones. “Cada hora que aquí pasamos perdemos la juventud“, rezaría parte de la antigua letra.
Si bien no está claro cuál fue realmente el comienzo de la melodía, más tarde el grupo de resistencia partisano (Resistencia Italiana) la transformaría, convirtiéndose a su actual letra, la que se escucha en La Casa de Papel.
“Una mañana me he levantado y adiós, bella (…) una mañana me he levantado y he descubierto al invasor”, dice parte de la letra, haciendo referencia implícita al fascismo italiano liderado por Benito Mussolini y al nazismo alemán, que había ocupado parte de Italia.
“Si yo muero como partisano, tú me debes sepultar (…) Cava una fosa en la montaña, bajo la sombra de una bella flor (…) Esta es la flor del partisano, muerto por la libertad (…) Será la flor de un partisano muerto por la libertad”, continúa la canción.
La melodía se había convertido en un emblema de la resistencia. Era entonada en cada oportunidad con orgullo. Era alegría y tristeza. Era recordar caídas y triunfos.
Por eso fue que en 1947 llegó hasta el Festival Mundial de la Juventud de Praga, y se lanzó a la fama internacional. Una de las grabaciones más conocidas fue la realizada por el cantante francés-italiano Yves Montand.
Y… ¿qué tiene que ver Chile en todo esto?
Durante los años 60 el occidente se revolucionó, especialmente en lo que a movimientos sociales respecta. En Italia hubo revueltas obreras y estudiantiles, y el Bella ciao volvió a surgir en las manifestaciones.
En abril pasado, en Argentina, unas científicas se reunieron para protestar contra el ajuste de presupuestos para la tecnología. Su cántico fue “Ciencia ciao, ciencia ciao, ciencia ciao, ciao, ciao”. En el mismo país, durante una movilización en que trabajadores bancarios pedían aumento salarial, los manifestantes cantaron al presidente. “Somos bancarios, queremos aumento y Macri chau, Macri chau, Macri chau, chau, chau”, gritaban.
En los años 70, en Chile, el socialista Salvador Allende era elegido presidente. Eran tiempos convulsionados. La máxima autoridad no había obtenido mayoría absoluta y era el Congreso el que debía decidir si Allende podía asumir.
Finalmente lo hizo, aunque sólo luego de firmar un Estatuto de Garantías Constitucionales, en que el presidente se comprometía a no transgredir las carta magna del Estado chileno.
Pero Allende había sido electo para liderar un gobierno de transformaciones sociales. “Luchando, creando, poder popular”, era una de las grandes proclamaciones de su administración.
No obstante, fue esta revolución la que le costó una declaración de inconstitucionalidad al Ejecutivo, por parte del Legislativo, en agosto de 1973. Menos de un mes más tarde vendría el Golpe de Estado que acabó con su gobierno, sus transformaciones y su vida. Después: la dictadura de Pinochet.
A post shared by Sosyalist Turancılık (@sosyalistturancilik) on
Un año antes de que Allende asumiera con el apoyo de la Unidad Popular (UP), el grupo musical Quilapayún, conocido por su tendencia izquierdista, reversionó el Bella ciao para convertirlo en uno de los himnos de la protesta y el socialismo chileno.
La canción fue incluída en el álbum Basta, de 1969, y fue interpretada en diversos momentos del gobierno de la UP.
“Iremos a Roma, ante el Papa y el Rey, vamos a gritar a los poderosos que esa miseria está ahí”, dice el comienzo de la canción del grupo nacional, para luego recoger la letra original.
Puedes escucharla a continuación: