Antes de que comiences a leer este artículo, te advertimos que contiene spoilers fundamentales de la nueva temporada de 13 Reasons Why, por lo que si no la has visto te recomendamos dejar de leer.
El segundo ciclo 13 Reasons Why fue estrenado este viernes en la plataforma Netflix. En esta ocasión la trama se sitúa cinco meses después del suicidio de la adolescente Hannah Baker (Katherine Langford), quien dejó una serie de cintas donde explicó por qué había decidido quitarse la vida.
Recordemos que desde el inicio esta producción generó críticas, pues en la primera temporada se le acusó de hacer una “romantización del suicidio” y de ser demasiado explícita al mostrar el momento en que Hannah se quita la vida.
Para enfrentar esto último, cada capítulo de la nueva sesión comienza con una advertencia que indica que la serie no es recomendada para personas que atraviesan por problemas similares y además invita a visitar la página 13ReasonsWhy.info en caso de necesitar ayuda. De hecho, para Chile recomienda la fundación Todo Mejora, que trabaja por la prevención del suicidio adolescente y el bullying homofóbico a jóvenes LGBT.
Y la segunda temporada tampoco ha estado exenta de controversia, esta vez el motivo fue una gráfica escena de violación en el último capítulo del ciclo.
De hecho, en ese episodio en específico se agrega una advertencia adicional, que indica que contiene escenas de violencia sexual no aptas para menores de edad.
OJO: A PARTIR DE AHORA COMIENZAN LOS SPOILERS
¿Fueron demasiado lejos?
La escena en cuestión esta vez se relaciona con un personaje masculino, Tyler (Devin Druid), un tímido joven que es víctima de bullying en el primer ciclo.
En la nueva temporada, Tyler se hace amigo de un grupo de chicos punk, con los que se mete en algunos problemas que lo llevan a ser enviado a un programa de rehabilitación.
Cuando regresa a la escuela después de su tratamiento, Tyler es abordado en el baño por el deportista Monty (Timothy Granaderos) -uno de sus antiguos acosadores-, quien es acompañado de dos amigos.
Aunque Tyler intenta disuadirlos de atacarlo buscando dialogar con ellos, los sujetos golpean brutalmente a Tyler, azotando su cabeza contra un lavamanos para luego hundir su cara en un inodoro. Pero la parte más horrenda sigue a continuación, cuando lo violan con el mango de un trapeador que queda cubierto de sangre.
Esta secuencia calificada como “horripilante” por algunos, fue elogiada por algunos usuarios en las redes sociales por mostrar un tipo de agresión sexual de la que poco se habla (los ataques sexuales entre hombres), pero otros alegaron que su naturaleza gráfica fue totalmente innecesaria.
“Entiendo que 13 Reasons Why es un espectáculo que muestra las duras realidades del mundo, el abuso, el suicidio, la violación, la depresión, etc. Pero la temporada 2, episodio 13, en el momento 38-41 es inaceptable. Es una realidad en este mundo, pero eso fue más allá de lo gráfico. Siento naúseas”, afirmó un usuario.
“¿Por qué se está volviendo normal mostrar escenas reales de violación en programas de televisión especialmente dirigidos a adolescentes? como odio que mi hermana vea 13 Reasons Why porque me repugna”, señaló otro.
Asimismo, alguien dijo haber quedado “traumatizado” por la escena. “Es demasiado”, indicó. Mientras algunos acusaban que el momento simplemente se usó para justificar la actitud de Tyler en la escena final.
La respuesta de su creador
Brian Yorkey, uno de los creadores de la serie, se refirió a esta escena en “Más allá de las razones”, un programa sobre 13 Reasons Why disponible en Netflix donde tanto actores, como creativos y especialistas analizan su contenido.
Allí, Yorkey señaló que lo que buscaban con esa escena tan gráfica era que la audiencia empatizara con Tyler.
“Existe un concepto llamado ’empatía radical’, que es, en esencia, el ejercicio o la intención de identificarse con alguien por completo y con alguien que es muy diferente a ti”, indicó.
“Con la crudeza de esta escena, desafío a cualquiera que la vea a que no sufra por Tyler. Mientras que antes pudieron distanciarse de él y decir que era un solitario, un mirón, un nerd… en ese momento uno está ahí con él y sufre. Y, a partir de allí, es imposible de olvidar que somos humanos como él”, agregó.
Al respecto, el actor Dylan Minette (Clay en la serie) agregó que para un actor “no hay forma de prepararse para este tipo de escenas. No encuentro las palabras. Para mí fue muy difícil verla y sabía lo que venía. Afectará a la gente de muchas maneras. Creo que sin importar las circunstancias o quién seas, es algo muy doloroso de ver. No quieres eso que le pase nadie”.
Su colega Christian Navarro (Tony) dijo que para él lo más desgarrador de esa escena es que “él (Tyler) intenta hacer uso de las nuevas herramientas que tiene (que aprendió en rehabilitación) y disminuir las brechas con su antagonista. Para mi eso, más que el ataque sexual, es algo horrible”.
En la misma ocasión, Yorkey también aseguró que este tipo de agresiones sexuales ocurren en las escuelas de Estados Unidos, asegurando que hay casos de estudiantes que violan a otros con trapeadores o tacos de pool. “No es algo que suela denunciarse, es ridículo, pero los ataques sexuales entre hombres casi no se denuncian. Los hombres no hablan de eso, les cuesta muchísimo”, sentenció.