A punto de estrenarse “Una mujer fantástica” del director chileno Sebastián Lelio, su protagonista, la transexual Daniela Vega, que interpreta a una trans, espera que la cinta haga que los espectadores tomen partido y los políticos acompasen su paso con el de la sociedad.
Pero la actriz, ovacionada recientemente en la Berlinale por su interpretación, no pretende erigirse en referente de un colectivo.
El guión, coescrito por Lelio y Gonzalo Maza y que obtuvo el Oso de Plata, plasma la historia de una pareja en la que ella (Marina) es transexual y él (Orlando) un divorciado y padre de familia, 20 años mayor, que fallece de repente.
A la pérdida de su pareja, Marina se ve confrontada al oprobio de la exesposa y uno de los hijos de Orlando, avergonzados de que éste se haya enamorado de una joven transexual y de origen humilde.
“La transexualidad de Marina no es un problema ni para ella ni para Orlando. Es un problema para el resto de la familia de Orlando, que la asedia por eso“, explica la actriz de 27 años, que desde los 15 a los 18 años hizo su “tránsito” a su sexualidad actual.
Pero sobre todo, la película obliga al espectador a decidir de “qué lado de la moneda” se encuentra. “Es una especie de trabajo de examen de la empatía y la moralidad”, resume la actriz y cantante lírica, quien tras la “oscuridad” que sintió al principio del proceso está “muy feliz” con su condición actual.
“No venimos a pedir permiso para ser quienes somos, seamos trans o no, sencillamente somos como somos”, sostiene.
– Cambio generacional –
Para Vega, el hecho de que Lelio -cuya cinta “Gloria” obtuvo el Oso de Plata en 2013 a la mejor actriz- o Francisco Reyes, el protagonista, estén dispuestos a “enfrentarse al cuerpo femenino trans, a defenderlo y a sublimarlo”, permite “entender lo que ocurre en el país”.
Chile experimenta un “cambio generacional y direccional” que no siempre es acompañado por “los gobiernos, los estados y los legisladores, que impiden que ciertas cosas tengan avances”.
Y aunque la película, que se estrena las salas chilenas el 6 de abril, no busca abanderar nada, lo hace igual “porque el cine se hace cargo siempre de realidades que las políticas no atienden con la urgencia que merecen”, dice.
En un país como Chile, “conservador, retrógrado y pechoño” (santurrón), hay “personas que estamos vistiendo con otros colores, remando hacia adelante, a pesar de remar en este mar que impide que la sociedad avance con mayor holgura, con mayor rapidez”.
“Orlando se enamora de un ser humano y no de un bicho. Y lo que más nos falta a nosotros en humanizarnos, como decía Gabriela Mistral”, la premio Nobel de Literatura chilena, asegura la joven, que interpreta las canciones de la película y que hasta ahora solo ha encarnado personajes transgénero.
– “No es lo que he vivido” –
El parecido de la actriz con el personaje que interpreta en esta película es prácticamente inexistente. “Personalmente he tenido muy pocos problemas de ese tipo, no es lo que he vivido. Yo he conocido el amor familiar, de pareja y he estado rodeada de mucho cariño”, dice a la agencia de noticias AFP Vega en los locales de Fábula, la productora de los hermanos Pablo y Juan de Dios Larraín, los Almodóvar chilenos, coproductores de “Una mujer fantástica”.
Pero es consciente del costo social no solo para los trans, sino también para la pareja o la familia. “Mi familia toda es trans, porque si yo soy atacada ellos también se van a sentir atacados”.
¿Pretende ser un icono del cambio? “No tengo pretensiones de ser referente de ninguna persona ni de nada”, asegura, pero espera que la película pueda “ser una ayuda para aquel que necesite ilustrarse un poquito respecto de esta u otras realidades” o que un “hombre que esté atraído por una chica trans después de ver a Orlando, se anime a conquistarla”.
Espera también que “alguien que vea la película pueda empatizar con Marina y conversar con su hija trans que no ve desde hace mucho tiempo o que se atreva a conversar con su familia que tiene esta necesidad”.
“No es una película de villanos y de buenos, es una película que lo que hace es mezclar la moralidad y llevarla a un espacio en expansión”, zanja la actriz.