El cantante de la reconocida banda de los 90, La Sociedad, Daniel Guerrero, entregó detalles de su nueva vida, después de dejar las adicciones y tener un nuevo comienzo a sus 51 años.
En una íntima conversación en el programa de Luis Jara, “Al Piano con Lucho”, el intérprete de “Esas mujeres” y “Nada quedará”, habló del cambio que significó establecerse en la ciudad de Valdivia, en la Región de los Ríos.
El artista que reconoció que durante su carrera cometió algunos excesos, pero que ahora, gracias a su nueva relación, con Javiera, de 31 años, el experimentado músico encontró un “renacer” y una armonía ampliamente anhelada por él.
A todo esto, Guerrero afirmó que experimentó “un renacer, un renacer espiritual, un renacer como ser humano, aprender a vivir la vida de otra manera … Todo a través de ella, una mujer hermosa, una mujer bastante más joven que yo, 18 años, la Javi tiene hoy día 33, yo tengo 51”.
Las adicciones de Daniel Guerrero
Al principio de la entrevista, Daniel declaró que dejó de beber alcohol. “Dejé todas las adicciones hace un año, no hace tanto, por decisión propia, ni siquiera fue mandado por la señora, como muchas veces me pasa. Creo que tiene que ver con pasar los 50, tiene que ver con que tengo tres pequeños: Pascual tiene 5 años, Daniel de 7 y la Maite de 11”, comentó en el espacio de TV+.
“Esta nueva vida en Valdivia y lo que se necesita para ser un papá 24/7, de estar encima, del colegio, las cosas. Es ser marido y cumplir con algo, que a mí me tiene súper feliz. Y querer durar, quiero envejecer, quiero ver a mis hijos, crecer, quiero ser abuelo”, destacó en el programa de entrevistas.
El amor después de los 50 años
Daniel Guerrero detalló que incluso le escribió una canción a su actual pareja, a quien le dedicó la letra de “La octava maravilla”, un tema inspirado en sus 14 años de relación. “Fue una manera homenajearla, de decirle que antes y después de todo está primero ella, por todo, porque me enseñó a ser familia, me enseñó a ser marido, a ser padre… Yo soy ya ese valdiviano que llega el gallo del gas y yo digo ‘la patrona, ella es la que manda, ella es la que sabe, yo hago lo que me dicen"”.
“Me he vuelto un macabeo feliz, me encanta, y fíjate que encontré la felicidad que pensé que no iba a sentir nunca, eso me puso en paz con la vida. Componer y hacer música desde ahí es maravilloso, disfruto cantar, disfruto cada vez que voy y tengo un público que pagó una entrada por verme cantar”, finalizó Guerrero.