Mabel de Holanda | EFE

Mabel de Holanda, la ’oveja negra’ de la Realeza vinculada al narcotráfico y acusada de ser una espía

06 octubre 2024 | 07:00

Si hay algo que la historia nos enseñó, es que en las familias reales siempre hay una “oveja negra” y es posible que Mabel de Holanda tomara ese rol en algún momento.

Bien sabemos que España tiene al rey emérito, Juan Carlos, que aunque no está en el poder, sigue acumulando escándalos que avergüenzan hasta a la reina Letizia, su nuera.

Reino Unido tuvo en la princesa Diana probablemente su oveja negra más rebelde (tanto que hasta usó un suéter en su honor), aunque el príncipe Harry hizo lo suyo para ganarse ese status.

Recientemente, Harry participó en un evento público en Nueva York, donde se encontró con Matilde, reina de Bélgica y Mabel, la princesa holandesa, cuyo pasado sorprende a más de uno, cuando notamos los vínculos que obtuvo durante varios años.

Aquellos vínculos terminaron el día que se casó de Friso, el príncipe de Holanda, hermano del rey Guillermo, que la convirtió en princesa y sacó de aquel mundo que resultó tan hostil para su suegra, la reina, Beatriz, que no aceptó el matrimonio.

Casarse sería toda una travesía, que incluso los sacaría de su propio país, pero lo que vino después, una tragedia y una vida como millonaria, porque Mabel, podría no ser digna de la Familia Real Holandesa, pero sí es buena en los negocios.

Mabel, antes de ser princesa de Holanda

Mabel de Holanda en agosto de 1968 como Mabel Martine Los, hija de Henk Los y Flos Kooman. A temprana edad perdió a su padre, por lo que Flos se casó con Peter Wisse Smit, quien dio sus apellidos a sus hijos, por lo que la princesa pasó a ser Mabel Wisse Smit.

Estudió Economía y Ciencias Políticas en la Universidad de Amsterdam, graduándose en 1993 y comenzando una exitosa carrera en la dirección de organizaciones pacifistas, como el Consejo de Acción Europeo para la Paz en los Balcanes, del que fue fundadora y directora ejecutiva, así como también creo las fundaciones “War Child” o “Publish What You Pay”, consignó Hola!.

Aunque también trabajó en la petrolera Shell, en Malasia, la secretaría de la ONU en Nueva York y a sus 30 años, el World Economic Forum la consideraba una de las 100 líderes del futuro.

Sin embargo, mientras trabajaba en este tipo de organizaciones, Mabel de Holanda cultivaba valiosos contactos internacionales, pero también algunos que luego le traerían más de un dolor de cabeza.

Las amistades peligrosas de Mabel

Vanity Fair consigna que la princesa sostuvo amistades peligrosas antes de enamorar al hijo favorito de la reina Beatriz.

Primero, se refiere a su relación con Klaas Bruinsma, un ganster y el narcotraficante más famoso de Holanda. Aunque ella admitió que lo conoció y negó tener relación con él, la verdad nunca se podrá conocer, porque Bruinsma, conocido como el “Rey del Hachís” gracias al tráfico de miles de kilos de marihuana y hachís, falleció abatido a tiros en 1991.

Uno de los guardaespaldas de Klaas Bruinsma, Charlie da Silva, aseguró que la pareja estuvo unida hasta la muerte del ganster. “Que se deje de rodeos. Mabel y Klaas estuvieron juntos hasta que él fue asesinado. Sabía con quién trataba”, declaró en 2003, consignó El País.

¿Una princesa espía?

Comenzaba el milenio y Mabel Wisse Smit eclipsó al príncipe Friso de Holanda en una fiesta, desde ese momento, nunca más volvieron a separarse, pese a todo lo que vino encima.

Porque mientras eran novios, comenzaron a salir a la luz las relaciones y el pasado de Mabel, como la que sostuvo con Klass Bruinsma, sin embargo, esta no es la única que le cuestionaron.

El segundo vínculo que puso en jaque a la princesa es la relación que mantuvo con Mohamed Sacirbey, antiguo embajador de Bosnia-Herzegovina ante la ONU.

En 2003, mientras ella y Friso buscaban la aprobación del parlamento holandés para casarse, un antiguo agente secreto, Frits Hoekstra, contó que Mabel había colaborado con los servicios secretos holandeses.

Precisamente, lo contó en su libro “El secreto”, donde reveló que, antes de ser princesa de Holanda, Mabel ofició como espía en los años 90 durante las negociaciones de Dayton, que pusieron fin a la guerra de Bosnia.

Esto se concretó gracias a la relación sentimental que tuvo con entonces ministro bosnio de Asuntos Exteriores, Mohammed Sacirbey, quien luego fue sospechoso de haber malversado 2,5 millones de dólares.

Estos vínculos de Mabel, antes de conocer al príncipe Friso pusieron en juego su matrimonio, que no obtuvo la aprobación del parlamento holandés y tampoco la reina Beatriz, ante lo que Johan Friso tomó una importante decisión, indicó Vanity Fair.

Llevó al altar a Mabel en 2004, pero antes renunció a sus derechos dinásticos al trono, para poder casarse. Sin embargo, ella igual recibió el título de “princesa” como cortesía de la familia real.

Un matrimonio feliz que terminó con una tragedia

Sólo el amor logró llevar a Friso y Mabel al altar, con un matrimonio que tuvo dos hijas, pero que terminó abruptamente luego de que, en febrero de 2012, el príncipe tuviera un accidente de esquí en la zona de Lech, Austria, al ser sepultado en la nieve por un alud.

El príncipe Friso quedó en estado de coma hasta que falleció en 2013, dejando a Mabel de Holanda viuda, con dos hijas, el título de princesa, aunque no forma parte de la Casa Real de Orange-Nassau, y una fortuna que afortunadamente supo aprovechar.

Para 2021, La Nación informaba que en solo un par de años, Mabel de Holanda supo invertir con su herencia y ostentaba un patrimonio de 850 millones de euros, lo que la pone entre las personas más millonarias de su país, una lista en la que aún tiene un lugar.

Lo que heredó ella y sus hijas son la fortuna de su marido y acciones de Ayden, empresa dedicada a los servicios financieros digitales que Friso adquirió en 2006, lo que demoró en dar frutos, pero que al momento de hacerlo, privilegio a Mabel.

Las causas benéficas son el trabajo de Mabel de Holanda

Calificada como una “princesa influencer” por sus atrevidos looks que lleva en sus viajes por el mundo, Mabel de Holanda continúa con su labor dedicada a las causas benéficas.

Con el apoyo de sus hijas, las condesas Luana y Zaria, su suegra, la reina emérita Beatriz y la Casa Real al completo, Mabel de Holanda continúa con sus iniciativas.

Según recoge Vanitatis, fundó para acabar con los matrimonios infantiles, Girls Not Brides -esta creada antes del accidente que costó la vida a su marido-, Girls First Fund y Mabel’s VOW for Girls.

Es por esto que se encontró en Nueva York con el príncipe Harry, cuando ambos participaron de una cena en la 79º Asamblea de las Naciones Unidas. Aquí, líderes mundiales se unieron para tomar medidas contra la violencia online, el acoso escolar, el abuso sexual, la explotación infantil o el matrimonio con menores, entre otras formas de violencia hacia los niños.

Esto porque pese a que los dos han sido calificados como las “ovejas negras” de sus familias en alguna ocasión, hay algo que sí hacen muy bien y es hacer suyas causas benéficas con las que aprovechan su posición para ayudar al resto.

Algo que Harry, seguramente, aprendió de su madre y que Mabel, posiblemente también vio en Diana como un ejemplo a seguir.