Este miércoles 2 de octubre, el médico Mark Chávez admitió su culpabilidad en relación con la muerte del actor Matthew Perry, durante una comparecencia en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Los Ángeles.
Chávez, de 54 años, enfrenta hasta 10 años de prisión tras declararse culpable de conspirar para distribuir ketamina, un anestésico quirúrgico.
El caso también involucra a otras personas, como el asistente personal de Perry, Kenneth Iwamasa, quien reconoció haberle inyectado ketamina al actor.
Además, un presunto intermediario que afirmó haber obtenido la droga de Jasveen Sangha, conocida como la “reina de la ketamina”, también se declaró culpable. Ambos ya han admitido su responsabilidad en los cargos que enfrentaban.
De acuerdo con las autoridades, Salvador Plasencia, otro médico involucrado, adquirió la ketamina a través de Chávez. En mensajes de texto presentados como evidencia, Plasencia discutió cuánto cobrarle a Perry por la droga, refiriéndose al actor en términos despectivos.
Según los documentos judiciales, Plasencia fue quien administró la ketamina y suministró medicamentos viales que posteriormente fueron inyectados por Iwamasa.
A pesar de la admisión de Chávez, Plasencia y Sangha han negado los cargos. Ambos están programados para enfrentar juicio en marzo del próximo año.
El abogado de Chávez, Matt Binninger, declaró en agosto que su cliente está colaborando plenamente con las autoridades. “Está increíblemente arrepentido”, señaló Binninger, aclarando que el remordimiento de Chávez no está relacionado con la fama de Perry, sino con el hecho de que “alguien que estaba buscando tratamiento falleció”.