Si hay un año que probablemente la comediante Darinka González recordará toda la vida es el 2023. En este periodo, la actriz consagró su carrera en el stand up.
Se presentó como la telonera de Edo Caroe en “Lo que Salga”, los shows que el comediante realizó con gran éxito en el Movistar Arena de Santiago, cuyas entradas agotó en minutos.
Además, comenzó su viaje con “Cabezona”, su primer show en solitario que calificó como “el mejor trabajo de su vida” y que aún presenta en distintas ciudades del país.
Pero 2023, también es especial para Darinka Gonzalez, porque ese año se enteró de que tenía un hermano, uno del que ni siquiera su madre, María Angélica, o la Kekita, como le dice con cariño, sabía.
La comediante conversó con BioBioChile de su historia, una que dio la vuelta al mundo, pero que pocos sabían que también la tenía a ella como protagonista.
Darinka Gonzalez: “De un día para otro, nos enteramos”.
Cuando trabajas en la comedia, cualquier situación de la vida cotidiana sirve para darle la vuelta y sumarlo en la rutina del próximo show.
Lo que Darinka nunca imaginó era lo que le iba a pasar a ella, de un momento a otro se enteró de que tenía un hermano, pero no sólo era eso, es un hermano que le robaron a su mamá en plena dictadura, que ya tenía 42 años y que en un mes más lo iba a conocer.
“Siento que todavía no lo dijera del todo, a pesar de que han pasado meses, no sé es muy, muy loco”, señala cuando le preguntamos cuál fue su sensación al conocer esta noticia.
“De un día para otro enterarnos de esto, son muchos sentimientos encontrados, como alegría, rabia, tristeza, muchas emociones, entonces siento que es algo, que todavía estoy como procesando”, agrega.
Su hermano es Jimmy Thyden, un abogado norteamericano que fue adoptado por una pareja de ese país que vino a Chile a buscar un bebé.
Se lo llevaron a Estados Unidos luego de que su madre, María Angélica González, lo diera a luz en un hospital de Santiago, donde le dijeron que su hijo prematuro había nacido muerto.
Cuando María Angélica pidió su cuerpo, le dijeron que lo habían desechado, sin embargo, la verdad es que fue arrebatado de las entrañas de la Kekita, como le dice Darinka, y se lo llevaron a esta pareja que, engañados, pagaron por los papeles de adopción.
La primera llamada
Lo que Darinka no sabía hasta ese momento es que su hermano la había intentado contactar con mensajes y llamadas vía Facebook, pero como ella dice “¿Quién mira Facebook de mi generación hoy en día?”.
Jimmy, quien ahora también lleva el apellido González, había logrado, poco antes, dar con el paradero de su madre, María Angélica González, a través de “Nos Buscamos“, la ONG que investiga el tráfico de niños nacidos en Chile y dados en adopción irregularmente en el mundo.
Y cuando logró conversar con ella, se enteró de que tenía hermanos cinco hermanos a quienes intentó contactar sin éxito. María Angélica aún no le contaba a sus hijos lo que ocurría.
Darinka cuenta lo que pasó después. “La Kekita me habló y me contó todo lo que había pasado y lo que estaba viviendo este último mes y ahí me dijo, ´él quiere mucho hablar contigo, quiere conocerte´ y ahí dije bueno, ahora dile que si me llame, que le voy a contestar”.
Ciertamente, las llamadas y los mensajes que recibió vía Facebook no eran una estafa, como imaginó al principio, sino que era Jimmy, su hermano.
Después de esa conversación con Kekita, Jimmy le escribió. Relata el momento indicando “yo me entero y a los 20 minutos estábamos hablando por videollamada de una, cachai”.
El reencuentro de Darinka González y su hermano
Al estar viviendo en Santiago, Darinka Gonzalez tuvo el privilegio de ser la primera que conoció a su hermano, Jimmy.
“Mi hermano, Ale, el mayor y yo estábamos acá en Santiago y él llegó a Santiago a un hotel y ahí nosotros nos fuimos a reencontrar con él”, luego, Jimmy emprendió el viaje a Valdivia para conocer a su madre.
De ese primer encuentro, relata “Nos encontramos con él, el muy nervioso, y lo veo y es igual a mi hermano mayor Alexis, onda ellos dos son iguales, entonces ahí tú dices, este hueón es mi hermano”.
“Después el conversar con él y como cachar el lenguaje y los gestos, que a pesar de no habernos visto nunca, es algo que está en los genes, yo creo, porque si no, cómo te ríes de la misma forma o mueves las manos de esta forma tan familiar, cachai… Entonces para nosotros no fue ni siquiera necesario hacernos una prueba de ADN, es que es igual al mayor, o sea, son idénticos, entonces algo muy familiar”, añadió.
Una vez que los conoció, Jimmy emprendió el vuelo a Valdivia, las tierras de la Kekita, que lo esperaba junto al resto de su familia. Ese primer abrazo le dio la vuelta al mundo.
“Hola Mamá, te amo”, fue lo primero que Jimmy le dijo a su mamá biológica ante la emoción de su esposa y dos hijas que lo acompañaron hasta el sur de Chile en su camino a conocer sus raíces.
El abrazo apretado que faltaba
Cuando Jimmy llegó a Chile a conocer a su familia sintió que todo encajó, pero lamentó la perdida de 42 años con su familia, sus hermanos y su hermana, Darinka, comentó a USA Today.
Una declaración que va muy en concordancia con lo que cuenta la comediante, cuando dice “Él se sintió muy querido también. Como que siempre la gente, bueno, los fachos siempre cometan como “Ay, pero alla tuvo una mejor vida y que, a lo mejor sí, a lo mejor tuvo una, mejor vida, entre comillas en cuanto a la educación en cuanto al tipo de casa que tiene ahora qué sé yo, pero él, él me decía que él se sintió muy solo toda su vida”.
Continúa indicando, “Siempre supo que era adoptado y latino, entonces se sintió muy discriminado toda su vida, cachai, sintió que no pertenecía a ese lugar, entonces nada recompensa eso”.
“Él es feliz de habernos conocido, él quisiera que todos nos fuéramos a vivir para allá o el venirse, como que como que siento, que encontró su familia y el cariño, que le hizo falta tanto tiempo, porque somos chilenos, porque entonces como ´¡Hola, ¿cómo estáy?! y abrazo apretado con cariño”, acotó Darinka.
Aunque hay algo que destaca y es que ese cariño le hizo falta, porque pese a que sus padres lo aman, siguen teniendo la cultura norteamericana que es más distante, versus la chilena, donde de inmediato lo acogieron como lo que es, uno más de la familia.
Una de las 50 mil adopciones irregulares en Chile
Ahora, Jimmy Lippert Thyden González, apellido que adoptó en cuanto pisó Chile, tiene siete hermanos, los cinco chilenos que conoció en 2013 y sus dos hermanos de su familia adoptiva norteamericana.
Respecto de ellos, Darinka comentó cómo vivieron los papás de Jimmy este proceso de saber que su hijo había sido robado para ser dado en adopción a ellos.
“Obviamente, ellos se sintieron supermal al respecto, muy culpable, pero también entendiendo que en este país estaban sucediendo muchas irregularidades y que en el fondo no es culpa de ellos”, relató.
Jimmy es uno de los 25 mil niños que fueron dados en adopción de forma irregular y que salieron de Chile durante la dictadura militar, aunque en realidad son cerca de 50 mil los que se estima que fueron separados forzosamente de sus madres entre la década del 50 y 90 en Chile.
El dato lo entrega la ONG Nos Buscamos y se logró recopilar gracias a una estimación entregada por la Policía de Investigaciones (PDI), quienes usaron los registros de salida y entrada internacional. 50 mil fueron los que salieron y nunca volvieron a nuestro país.
La misma ONG afirma que el 70% de las madres que buscan a sus hijos declaran que estos fueron sustraídos y en el caso de los recién nacidos, como Jimmy, fueron dados por muertos por matronas o médicos a cargo de los partos.
Todo en familia
Como buena familia chilena, inmediatamente Jimmy se unió al grupo de whatsapp familiar. A través de esa vía se comunican constantemente, enviando fotos y mensajes que los hacen estar en contacto día a día.
Incluso, la Kekita fue a Estados Unidos y estuvo durante dos meses junto a su hijo en Viriginia, tratando de recuperar el tiempo perdido.
Jimmy vendrá el próximo mes a Chile para ver a su familia, pero también seguir trabajando en función de que otros, como él, puedan encontrar a su familia biológica.
Porque hay algo que Darinka Gonzalez destaca, “mi hermano, él porque tiene los recursos, pudo viajar con toda su familia a Chile, pero no es que Chile dijo, ´oh acá se encontró un hijo con una madre, reunámoslos´, como paguemos nosotros los gastos para que ellos se encuentren, nada”.
Agrega, “entonces creo que ahí hay una falencia, superimportante con estas personas, porque no todas las mamás e hijes tienen los recursos para viajar y poder conocerse”.
La ONG Nos Buscamos ha logrado 500 reencuentros, pero aún falta mucho más por hacer. Su fundadora, Constanza del Río, declaró recientemente a Revista Ya que están en una encrucijada luchando por mantenerse a flote para ayudar a más familias.
Por su parte, Darinka González sigue contando su historia, una a la que, como todo comediante, le dio la vuelta e incorporó en sus rutinas, a ver si pronto la puede contar en algún festival como Olmué o el Festival de Viña del Mar, donde seguro Jimmy intentará estar para nuevamente ver y reír con a su hermana chilena y famosa.