Mark Zuckerberg está construyendo un complejo en Hawaii del que poca información existe, pero no dudó en "comentarlo" en sus RRSS.

Tener una casa en la playa debe ser el sueño de muchos, pero Mark Zuckerberg, el CEO de Meta y uno de los hombres más ricos del mundo, lo llevó a otro nivel en Hawaii.

Esto porque recientemente se dio a conocer que el magnate de las redes sociales está construyendo un particular estructura en una zona de la isla.

Aunque no se trata de un resort de lujo con acceso a la playa, como todos podrían imaginar, sino que más bien de un tipo de construcción muy distinta.

El área, acordonada por la seguridad de guardias que vigilan lo que pasa en el lugar y los alrededores, mantienen el secreto que una investigación de Wired sacó a la luz.

¿Qué está haciendo Mark Zuckeberg en Hawaii?

Desde 2014 que Mark Zuckerberg, el co-creador de Facebook, adquirió terrenos por lotes en el estado de Hawaii.

Se trata específicamente de la zona de Kauai, una de las cuatro principales islas de Hawaii, pero que sigue siendo una ciudad pequeña con 73 mil habitantes, hace énfasis en el turismo como fuente de trabajo.

Aquí es donde Mark estuvo comprando hectáreas de la zona norte de la isla, donde se hizo de cerca de 600 hectáreas que están vigiladas día y noche, incluso en aquellas zonas de playa.

Esta compra es la que dio vuelta la vida de los lugareños, que vieron en el paso de Mark por la isla, un camino para una nueva fuente de trabajo, claro que bajo estrictas medidas de seguridad.

Esto porque el CEO de Meta junto a su esposa Priscilla Chan están construyendo uno de los proyectos arquitectónicos privados más caros de los que se tenga registro durante esta década, consignó La Vanguardia.

Pero no se trata de una lujosa mansión frente a la playa, como esperaría el mundo en general, sino que más bien de una construcción un poco más compleja.

El bunker de Mark

La investigación de Wired en la isla de Kauai reveló los planes de Mark Zuckerberg, quien estaría construyendo una especie de bunker en la zona.

Aunque se especuló que sería un “bunker apocalíptico”, la realidad es que no está tan lejos de eso, considerando que tendrá una puerta que resista explosiones y parte de esto estará bajo tierra, pero tampoco cerca de una “casa de playa o para vacaciones familiares”.

Según específica el medio, “el complejo parcialmente terminado consta de más de una docena de edificios con al menos 30 dormitorios y 30 baños en total. Se centra en dos mansiones con una superficie total comparable a un campo de fútbol profesional, que contienen múltiples ascensores, oficinas, salas de conferencias y una cocina de tamaño industrial.”

Sin embargo, esto no es lo único, ya que también en una zona de bosques cercana a este complejo se construirán 11 casas en los árboles, conectadas por puentes de cuerda, generando que los visitantes puedan pasar de un lado a otro permaneciendo en las copas de los árboles.

Además, tendrá un edificio con gimnasio de tamaño completo, piscinas, sauna, jacuzzi, piscina de agua fría y cancha de tenis.

El sistema de seguridad será fortalecido con cámaras de seguridad por toda la zona del complejo, pero también un sistema de puertas específico que se accionan por teclado o puertas ciegas para zonas como la biblioteca.

Seguridad al 100%

Una de las particularidades del proyecto en Hawaii es el secretismo en torno a él, considerando que si bien los planes de Mark Zuckerberg llevan 10 años, recién en diciembre de 2023 se conocieron algunos detalles.

Según reportó Wired, los trabajadores que pasan por el lugar están dedicados principalmente a la construcción de zonas de lujos. Ellos trabajan bajo estrictos contratos de confidencialidad que les impide contar avances de la producción, conversaciones sobre el proyecto o tomar imágenes del recinto.

Uno de los ex trabajadores mencionó “es el club de la lucha. No hablamos del club de la lucha”, para referirse al silencio que deben guardar, lo que considera también no poder tomar fotografías del lugar.

Al recinto entran y salen vehículos, sin embargo, nadie de los que pasa por fuera puede ver qué hacen, ya que se levantó un muro que impide la vista al mar, pero también al complejo que se estima sea absolutamente autosuficiente, con un sistema propio de agua y alimentos.

¿La confidencialidad quebrada?

Aunque existen contratos que acuerdan que los empleados o ex empleados no pueden divulgar información del proyecto, hay quienes salieron del proyecto y contaron algunas de las cosas que vieron adentro, pero son los menos.

La realidad es que poco se conversa, debido a los riesgos que representan los contratos de ingreso, por lo que se cuidan entre ellos.

Sin embargo, la muerte de un guardia de seguridad de 70 años en 2019, luego de que sufriera un paro cardiaco, dejó al descubierto algunos detalles del proyecto.

Aunque el celo de la información es proporcionalmente opuesto a la razón por la que Mark Zuckerberg es millonario, que es precisamente captar información privada para ganar por concepto de publicidad.

¿Qué dijo Mark Zuckerberg tras la publicación de su proyecto en Hawaii?

Una vez que se supo del proyecto inmobiliario de Mark, este no dudó en publicar una imagen en su cuenta de Instagram donde contó sus planes en el rancho de Ko’olau en la isla Kauai.

Según indicó comenzó a criar ganado en el lugar, con el objetivo de “crear una de las carne de vacuno de mayor calidad en el mundo. El ganado es wagyu y angus, y crecerán comiendo macadamia y bebiendo cerveza que cultivamos y producimos aquí en el rancho”

Aclaró en la misma publicación: “Queremos que todo el proceso sea local y verticalmente integrado. Cada vaca come entre 5.000 y 10.000 libras de comida cada año, así que eso es un montón de acres de árboles de macadamia”.

El enfoque culinario hace que para Zuckerber este sea el proyecto “más delicioso” que lleva, junto con poner énfasis en la participación de sus hijas en la plantación de los árboles que alimentarán el ganado.

Aunque del mega proyecto no mencionó absolutamente nada, claro que sí bromeó en su cuenta sobre el “bunker” cuando publicó un video de Priscilla, su esposa, dirigiéndose al lugar.

La mujer toma un ascensor que la lleva al supuesto “bunker” que es en realidad una sala de juegos de Mark y sus amigos, donde le pide un momento más para seguir jugando, como si fuera un niño.