La actriz de Hollywood, Megan Fox, reveló en una entrevista que sufre de dismorfia corporal, un trastorno de salud mental que otras famosas como Chloé Grace Moretz y Natalie Imbruglia habían admitido tener.
La recordada protagonista de Transformers habló con la revista de deportes Sports Illustrated, de la cual fue su portada este mes. Fue en conversación con el medio que admitió jamás haber amado su cuerpo y ser incapaz de verse a sí misma como lo hacen los demás.
La actriz dijo: “Tengo dismorfia corporal. Nunca me veo realmente como me ven otras personas”, según consignó CNN. “Nunca hubo un punto en mi vida en el que amé mi cuerpo. Nunca jamás”, agregó.
Megan Fox también aseguró que los síntomas del trastorno comenzaron desde su infancia: “Cuando era pequeña, era como una obsesión que tenía, que debería lucir de esta manera. Y por qué tenía una conciencia de mi cuerpo tan joven, no estoy segura. El viaje de amarme a mí misma va a ser interminable, creo”, reflexionó.
La protagonista de Diabólica tentación, afirmó al medio que esperaba que las personas no prestaran tanta atención a su apariencia física, sino que se enfocaran en su aura: “Tengo un aura de arcoíris y es especial”, dijo.
¿Qué es la dismorfia corporal?
Corresponde a un tipo de trastorno de salud mental en el que la persona “percibe defectos en su apariencia física, los cuales no son evidentes o son levemente visibles a otras personas”. Así lo explica el manual médico MSD.
Tal como añade Clínica Mayo, la dismorfia puede llevar a quien la desarrolla a “sentirte tan avergonzado, intimidado y ansioso que es posible que se eviten muchas situaciones sociales”.
Esta afección, que hace al paciente ocultar los defectos que “detecta” de manera obsesiva, afecta mayormente a mujeres, sin embargo, las estadísticas demuestran que son solo un 2.9% quienes lo desarrollan.
El tratamiento corresponde a terapia psicológica y la administración de fármacos cuando los médicos a cargo del trastorno lo recomiendan.