Pese al tenso momento que se vive al interior de la familia real y que pareciera seguir en aumento tras las entrevistas y el libro pronto a publicar del príncipe Harry, el duque de Sussex no descarta una reconciliación con su padre y hermano.
Así lo aseguró el propio príncipe Harry en una entrevista difundida este domingo por la cadena británica ITV, donde afirmó que una reconciliación era “posible al 100%” siempre y cuando que en su propia familia “se asuman responsabilidades”.
El hijo menor de Carlos y Diana, que actualmente reside en Estados Unidos, dijo que aún no sabe si será invitado a la coronación en mayo del rey Carlos III en Londres, pero señala que “pueden pasar muchas cosas” hasta entonces.
Pese a los numerosos reproches que hace a su padre y a su hermano William -heredero al trono-, Harry mantiene que sigue creyendo “en la monarquía” y asegura que nada de lo que hace o dice es “para dañar o lastimar” a sus parientes.
Con todo, reconoció que en la actualidad las relaciones son muy tensas, ya que incluso se le acusa de haberse “acostado con el diablo” en los medios de comunicación para “rehabilitar su imagen”, mientras lo desacreditan a él y a su esposa Meghan Markle.
“En estos momentos, no reconozco ni a mi padre ni a mi hermano, igual que probablemente ellos no me reconocen a mí”, aseguró en la misma entrevista.
Los prejuicios contra Meghan Markle
En otro momento de la entrevista, Harry aseguró que William y su esposa, Kate Middleton “se llevaron mal” con Markle “desde el principio”, debido a los prejuicios sobre ella exacerbados por la prensa británica.
Asimismo, opinó que los estereotipos sobre su esposa por ser “estadounidense, actriz, divorciada, mestiza” actuaron como “una barrera” que impidió a los duques de Cambridge “acogerla”.
Su hermano mayor, afirmó, llegó a agredirle tras discutir con él sobre la joven estadounidense, a la que calificó de “grosera” y “abrasiva”.
Entonces, Harry aseguró que su hermano mayor quiso compartir “sus reservas” sobre la boda con Markle en 2018, advirtiendo que el matrimonio “será difícil para ti”.
El príncipe, de 38 años, confiesa que él mismo tuvo prejuicios sociales y raciales en el pasado, “un sesgo inconsciente” que, a su juicio, afecta a toda su familia, por la institución y por su crianza.
Confirmó que por ese sesgo inconsciente, que si no se resuelve “puede elevarse a racismo”, dijo, apuntando que un miembro de la familia real llegó a expresar preocupación por el color de piel que tendría su hijo con Meghan.
Harry además aseguró a ITV que sufrió estrés postraumático tras la muerte de su madre en un accidente de coche en 1997, apuntando que “solo lloró una vez” por su pérdida, durante el entierro, y que se sintió “culpable” por esa incapacidad de mostrar emoción.