Este jueves se confirmó la dimisión de Liz Truss como Primera Ministra del Reino Unido, quien estuvo en el cargo sólo por 45 días. Pese a lo breve de su periodo, éste puede considerarse como de una intensa relación con la Familia Real.
Esto se debe a que Truss inició su mandato el pasado 6 de septiembre, luego de haber tenido la reunión protocolar con Isabel II en el Palacio de Balmoral.
Precisamente aquello fue la última aparición pública de la monarca, quien falleció dos días más tarde, en el mismo lugar.
Sin ir más lejos, la política fue parte de la última galería de imágenes de la jefa de estado de aquel país, quien ya evidenciaba problemas de salud.
Liz Truss y Carlos III
Ese 8 de septiembre la ‘PM’ fue la primera en recibir la noticia del deceso de la monarca de 96 años, al mismo tiempo de anunciar el comienzo de la era de Carlos III.
“Hoy la Corona pasa, como lo ha hecho durante más de mil años, a nuestro nuevo monarca, nuestro nuevo jefe de Estado, Su Majestad el rey Carlos III”, dijo la primera ministra.
Además sostuvo que, “pese a llorar la pérdida” de Isabel II, los británicos deben ahora reunirse en torno al hasta ahora príncipe heredero para “apoyarlo en la responsabilidad” que debe afrontar a partir de ahora.
En ese periodo también tuvo que asistir a dos ceremonias claves dentro de la Familia Real: la proclamación de Carlos como nuevo rey y el posterior funeral de Isabel II.
No obstante, un momento que generó especial atención de parte de los británicos fue durante la primera audiencia semanal, cuando el soberano la recibió con un mensaje bastante extraño.
Luego de las formalidades de rigor Carlos III le expresó la frase: “¿De vuelta otra vez? Querida, oh querida. En fin”.
Lo anterior fue considerado como una especie de desaire de parte de variados medios, ya que en ese entonces Truss ya tenía bastantes críticas.