Ayer jueves, Kevin Spacey compareció en tribunales para defenderse de una demanda presentada por el actor Anthony Rapp, que en 2017 hizo la primera de una serie de acusaciones de conducta sexual inapropiada contra la estrella de “House of Cards”.
Ninguno de los actores habló con los periodistas cuando llegaron al juzgado federal en la ciudad de Nueva York para el inicio del juicio, que se espera que dure menos de dos semanas.
La demanda se relaciona con un presunto encuentro entre los dos hombres en 1986, cuando Rapp era un actor infantil y Spacey, que entonces tenía 26 años, destacaba en Broadway.
Rapp, que tenía 14 años en esa época, señaló que el adulto lo invitó a una fiesta en su departamento de Manhattan y luego trató de seducirlo en una habitación después de que los demás invitados se habían ido.
Rapp contó su historia a Buzzfeed en 2017, cuando el movimiento #MeToo comenzó a toma fuerza en Hollywood. Por esos días, Spacey dijo que no recordaba el incidente, “pero si me comporté como él lo describe, le debo la más sincera disculpa por esas conductas profundamente inapropiadas"”.
Sin embargo, desde entonces, el equipo legal de Spacey ha dicho que la acusación es falsa. Rapp nunca asistió a la fiesta, dijeron. E incluso, si hubiera sucedido como lo describió Rapp, han argumentado, no constituiría un avance sexual.
La selección del jurado para el juicio comienza el jueves; luego, seguirán las declaraciones de apertura. Rapp quiere compensación por sufrimiento mental y emocional, gastos médicos y pérdida de trabajo.
El juicio, a su vez, llega en un momento difícil para Spacey, hoy de 63 años: hace tres meses se declaró inocente en Londres de los cargos de agredir sexualmente a tres hombres entre 2004 y 2015 cuando era director artístico del teatro Old Vic.