La icónica imagen de Nicole Kidman gritando de alivio tras su divorcio de Tom Cruise representa lo que vivió la actriz, quien luego de la ruptura cosechó una de las carreras más exitosas de Hollywood.
Ya son 21 años desde que Hollywood vio cómo una de las parejas más consolidadas de la industria del entretenimiento, Nicole Kidman y Tom Cruise, finalizaban su matrimonio.
Estuvieron juntos más de 10 años, tras conocerse en el rodaje de “Días de Trueno”, el film de Tony Scott; y tiempo después se casaron en una ceremonia que se realizó en una capilla de Colorado, Estados Unidos.
La pareja adoptó dos hijos, Isabella y Connocer, mientras se paseaba por alfombras rojas o realizaban proyectos juntos, incluso, la última película de Stanley Kubrick “Eyes Wid Shut”, un rodaje de 400 días, tiempo en que el amor de la pareja se habría ido desvaneciendo o -al menos- así lo aseguraba la prensa de la época.
La relación de Nicole Kidman y Tom Cruise
“Mi primera reacción al conocer a ‘Nic’ fue de pura lujuria… fue totalmente físico”, declaraba Tom Cruise a Entertainment Weeklyen 1995.
El País recogía una declaración de Nicole Kidman en 1999, cuando señalaba que “nuestro matrimonio tiene nueve años ahora y hemos superado la fecha de los fatídicos siete primeros años. Cuando también eres amado por tus defectos, estás realmente a salvo. No sé qué haría sin Tom. Estamos tan unidos que cada uno termina las frases del otro. Nos entendemos sin hablar”.
Una señal de que su matrimonio era casi perfecto o que los actores sabían esconder perfectamente bien los problemas que podrían acarrear en medio de la vorágine de Hollywood.
Se veían como la familia perfecta, junto a sus hijos Isabella y Connor, e incluso compatibilizaron sus tiempos de rodaje con el objetivo de que los niños nunca estuvieran solos, y ellos, la mayor cantidad de tiempo juntos.
Podían preparar el almuerzo de sus hijos, asistían a actividades del colegio y repartían su tiempo entre sus casas en Nueva York, Colorado, Australia y Los Ángeles.
Aunque, por muy consolidados que estuvieran, nunca estuvieron exentos de polémicas. Los rumores sobre una relación “pantalla”, que sólo servía para tapar la supuesta homosexualidad de Cruise, los persiguió durante años. Incluso fueron a tribunales por esta situación y ganaron, más de una vez.
Sin embargo, esa felicidad no logró extenderse más tiempo y en 2001 Nicole Kidman y Tom Cruise firmaron el divorcio, sorprendiendo a muchos.
Una pareja no tan perfecta
No solo parecían la familia hollywoodense perfecta, sino que también constantemente alardeaban de los románticos momentos que vivían juntos.
Un día típico de Nicole Kidman y Tom Cruise podía considerar el lanzarse en paracaídas y besarse en el aire. Considerando que el actor es un apasionado de los deportes extremos, ella aseguraba que amaba los deportes de riesgo, tanto como su marido.
“Soy adicta a Tom. Es mi droga. Lo adoro. Es muy romántico. Me compra flores, me escribe cartas. Le encanta estar casado” aseguraba la australiana en esa época.
Sin embargo, todo terminó en 2001, luego de que la pareja estuviera durante un año y medio rodando junto a Stanley Kubrick, el director que los privilegió por sobre Alec Baldwin y Kim Bassinger, pero que los habría puesto en jaque.
El rodaje originalmente iba a durar 3 meses, sin embargo, pronto fue un año y medio para una película en la que ambos se debían desnudar en cuerpo y alma para interpretar un matrimonio en crisis. De ahí que muchos indiquen que ésta sería la razón de su divorcio.
Sin embargo, la pareja en muy pocas ocasiones se ha referido al tema, fue recién en 2012 cuando Kidman desmintió en The New York Times que ese rodaje fuera el inicio del fin de su matrimonio.
“Entiendo que eso encaje con la narrativa que el público se ha creado viendo lo que ocurrió después, pero yo definitivamente no lo veo así. En aquel entonces Tom y yo estábamos felizmente casados”, señalaba la actriz.
Los detalles que cuentan entre Nicole Kidman y Tom Cruise
El rodaje de Kubrick no es el único motivo sindicado como culpable del divorcio de Nicole Kidman y Tom Cruise, sino que también se habla de la cientología, una creencia religiosa catalogada como secta.
El documental “Going Clear: Scientology and the Prison of Belief”, dirigido por Alex Gibney, apunta a esta teoría, indicando que mientras estuvieron casados, el actor se distanció de su religión. Un exejecutivo del culto aseguró que la cientología ordenó “facilitar la ruptura” de la pareja.
Pero la realidad fue que el 25 de febrero de 2001, Tom interpuso una demanda de divorcio contra Nicole, asegurando que su matrimonio había finalizado días antes de que cumplieran 10 años de aniversario.
La clave en esa declaración era que si se comprobaba que el matrimonio había durado más de 10 años, el actor debía, por ley del Estado de California, pagarle una manutención millonaria a la actriz.
Sin embargo, la situación afectó tanto a Kidman que sufrió un aborto en marzo de ese año, por lo que se pudo verificar que habían estado juntos por más tiempo y Tom sólo quería evitar su responsabilidad legal.
“En muchos sentidos, yo era una niña cuando me casé y lo seguía siendo cuando me separé. No tenía una experiencia de la vida adulta, lo cual me avergonzaba”, declaraba la actriz a The Guardian.
Los niños, Isabella y Connor, quedaron bajo la custodia de su padre, pero también criándose bajo la cientología, lo que ha hecho especular que la religión los alejó de su madre, aunque ella sólo confirmó que mantiene una reservada relación con ellos.
La imagen de la celebración
Corría 2001 y Nicole Kidman era entrevistada en televisión por el célebre presentador David Letterman, a quien no dudo en reconocer que tras el divorcio pudo volver a usar tacones, esto por la baja estatura de su entonces marido.
Aunque sin duda, la imagen más icónica del misterioso divorcio de la pareja es cuando la actriz sale de la oficina de los abogados tras haber firmado el divorcio elevando sus brazos y celebrando.
Vanity Fair destaca “Todavía no hemos sabido –ni tal vez sepamos nunca– los motivos reales y concretos por los que Nicole lanzó un grito de alivio cuando firmó el acuerdo de divorcio, pero sí sabemos lo que la gente sintió ante esa imagen. Vieron en ella la representación de la libertad”.
Tras el divorcio de la pareja, Nicole Kidman se despegó de la imagen de su ahora exmarido y continuó con una exitosa carrera en Hollywood, partiendo por su destacada participación en “Moulin Rouge”, pero también ganando el Oscar dos años más tarde por “Las Horas”.
Pese a eso, la australiana no dudó en declarar en 2018: “Me casé muy joven, pero aquello no me dio poder, me dio protección. Me casé por amor, pero estar casada con un hombre extremadamente poderoso evitó que fuera acosada sexualmente”, según consignó ABC.
Por su parte, Tom prácticamente nunca se ha referido al tema, excepto una vez, cuando señaló en entrevista con Vanity Fair que “ella (Nicole) sabe por qué, y yo sé por qué. Ella es la madre de mis hijos y le deseo lo mejor”.