Durante esta jornada, el príncipe Carlos, heredero de la corona británica, sustituyó por primera vez a la reina Isabel II en la apertura formal del Parlamento, donde se refirió a la actual crisis del costo de vida en la nación, hecho que causa múltiples protestas.
Fue así que Carlos leyó el programa del primer ministro británico, Boris Johnson, que reúne 38 puntos, entre ellos, medidas para hacer frente al incremento de la inflación por el alza de los precios energéticos, así como impulsar el crecimiento económico para reducir la desigualdad social.
A palabras del príncipe de Gales, la prioridad del Gobierno será “fortalecer la economía y ayudar a aliviar el coste de vida”.
“El Gobierno de Su Majestad aumentará las oportunidades en todas partes del país y apoyará a más personas para que trabajen”, añadió después.
Sin embargo, su discurso no fue aplaudido en redes sociales. De hecho, muchos destacaron cómo el príncipe habló de las problemáticas sociales mientras se encontraba sentado en un trono de oro.
Específicamente, el discurso se celebró en la Cámara de los Lores, caracterizado por su distinguido trono dorado al centro del salón que suele utilizar la monarca.
Asimismo, y ante la ausencia de Isabel, al lugar también llegó la corona imperial en su propio automóvil, colocada sobre un cojín rojo como símbolo de la importante relación entre monarquía y parlamento. Dicha joya tiene, en sus materiales más baratos, terciopelo y piel de armiño.
Además, se compone de diferentes piedras preciosas, siendo las más caras siete zafiros que de acuerdo a El País, solo esas piezas costarían 2.142.000 dólares, es decir, más de mil ochocientos millones de pesos.
“Inglaterra es hilarante. Imagina que cada año Scrooge Mcduck (Conocido en español como Rico McPato o Tío Rico) te dé un discurso sobre ‘estos tiempos difíciles en los que todos estamos viviendo’ mientras se sienta en una silla hecha de monedas de oro apiladas”, escribió una usuaria al respecto.
“Entonces, príncipe Carlos, tan rico como tú eres, estás sentado en un trono de oro a un lado de una corona llena de diamantes, hablando sobre cómo los políticos van a mejorar el país. Qué chiste. Si crees que el gobierno o la familia real se preocupa por nosotros, estás loco”, apuntó un cibernauta más crítico.
“Llámenme un cínico amargado, pero las imágenes de un hombre en un trono dorado sentado al lado de una corona con joyas incrustadas, que tiene su propio automóvil, parecen bastante irritantes en un país donde 1 de cada 7 adultos no puede permitirse comer”, afirmó otro usuario.
“Un trono de oro para los ricos versus un trono roto para los permanentemente pobres”, criticaron también.