Robert Pattinson cultivó con los años una prominente carrera que lo llevó a tener uno de los papeles más codiciados de Hollywood, encarnar a Bruce Wayne, el famoso Batman en la nueva película de Matt Reeves.
Sin embargo, todo comenzó cuando interpretó a un valiente Cedric Digory en Harry Potter y el Caliz de Fuego, la cuarta entrega de la saga del mago más famoso del mundo.
Este papel lo puso en el radar de Hollywood, pero su explosión como actor a nivel mundial llegó cuando tomó el papel de Edward Cullen en la saga ‘Crepúsculo’.
Con una película dirigida a adolescentes comenzó su camino para ser uno de los actores más codiciados de la industria, que no lo consideró debido al prejuicio por la saga que lo hizo famoso a nivel mundial, pero que ahora cae ante los brazos de de “Battinson”.
Robert Pattinson, el vampiro favorito
El británico enamoró a toda una generación en interpretando al vampiro más deseado de la literatura y el cine, Edward Cullen, que a sus 100 años se enamora de la adolescente Bella Swan.
Tenía 23 años en 2008 cuando se estrenó la popular saga de Crepúsculo, en la que junto a la actual nominada al Oscar, Kristen Stewart, se consolidaron como la pareja del momento en Hollywood.
Una química que incluso traspasó la pantalla y mantuvo a los dos actores en una relación que duró, al menos, mientras se promocionaban la saga juvenil de 5 películas.
Amada por muchos y odiada por una cantidad similar, la saga le dio a Robert la visibilidad que cualquier actor querría en Hollywood, pero también lo encasilló en los papeles que del mismo estilo, que no tenían una mayor profundidad.
Aunque la pareja podía hacer que cualquiera creyera en el amor eterno, la realidad es que la crítica nunca fue muy amable con los actores.
Para el actor, tampoco era tan cómodo interpretar al vampiro, según destacó Glamour, Robert Pattinson declaró “Sólo soy yo luciendo incómodo, tratando de poner un acento estadounidense… o sentado en la esquina, haciéndome vomitar y dándome puñetazos en la cara”.
Según comenta El Comercio, luego de la filmar Crepúsculo, el actor decidió comenzar a ser más selectivos en sus papeles, algo que no le resultó tan fácil desde el principio.
Eso porque desmarcarse del “vampiro emo” como él llamaba a su rol, implicaba una condena que cuestionaba su idoneidad para tomar algunos papeles más serios e incluso, para tomar el que ahora lo tiene en la pantalla gigante, Batman.
Aunque también lo ve como una ventaja, según mencionó a The Guardian: “Es un poco divertido. Porque la gente tiene ideas preconcebidas sobre ti y, a veces, te brinda la oportunidad de sorprenderlos más”.
¿No más cine comercial?
Una vez que terminó la saga de Crepúsculo, tanto Robert Pattinson como Stewart se dedicaron a tomar papeles en un cine más serio, alejándose del juvenil y comercial.
Un trabajo que costó si consideramos que ambos eran habituales en los premios Razzie, el galardón que entrega Hollywood el día antes de los premios Oscar a lo peor de la industria de ese año.
O también, si pensamos que durante todos los años de la saga fueron blancos de la burla de crítica especializada, así como el público que no estaba a gusto con ese tipo de cine.
De acuerdo a Smoda, esto implicó que ambos salieran de la lista A de Hollywood. “Cuando en 2012 se estrenó Amanecer Parte 2, Stewart y Pattinson decidieron reiniciar sus trayectorias en la meca del cine alejándose lo más posible de todo lo que oliera a taquillazo”.
En el caso de Robert Pattinson un ejemplo fue que rechazó un millonario contrato para dar vida a Christian Grey en la adaptación de la película 50 sombras de Grey, un personaje de literatura que curiosamente está basado en el que le dio la fama, Edward Cullen.
¿Y dónde encontró cobijo? La industria del cine independiente donde pudo desarrollar todo su talento poniéndose bajo las órdenes de David Cronenberg (Cosmopolis), Claire Denis (High Life) o los hermanos Safdie (Good Time)
Tal fue su éxito en la industria independiente que sonó como carta segura para la nominación al Oscar en 2019 cuando protagonizó junto a William Dafoe El Faro, una película grabada por completo en blanco y negro que trata sobre dos fareros en una isla remota.
Aunque no logró la nominación a los Oscar, si fue nominado a mejor actor en los premios Spirit que honran el cine independiente y que son el termómetro de la premiación de la Academia.
Pero también logro algo más importante, reafirmarse en la industria como uno de los buenos y codiciados actores, lo que le permitió más adelante tomar nuevos papeles trabajando con directores como Christopher Nolan en Tenet o el destacado director Matt Reeves, que trajo al nuevo Batman que hoy se luce en los cines a nivel mundial.
Robert Pattinson logra el papel de Batman
“En realidad, se burlaron de mí, menos de lo habitual” confesó Robert Pattinson a Los Angeles Times cuando comentaba su incursión en el mundo de los superhéroes con el papel de Batman
El actor llegó al papel de Bruce Wayne de la mano de Reeves, quien tomó la arriesgada decisión de ponerlo a él como sucesor del no tan afortunado Ben Affleck.
El film devuelve al superhéroe a sus raíces, como el “detective más grande del mundo”, despegándose de su historia familiar y contando con la ayuda de Catwoman (Zoë Kravitz) contra el Riddler (Paul Dano).
“Hace cinco años, yo era la última persona que pensaría que sería elegida como Batman. Normalmente nunca estoy en consideración para papeles de superhéroes”, dijo.
Mientras que por su parte, Reeves alababa su trabajo. “Pensé que Rob podría no estar interesado en estar en esa lista (de superhéroes). Pero por alguna razón, en mi mente, fue Rob. Por el trabajo que le había visto hacer, pensé: ‘Vaya, es un camaleón"”.
Pese a eso, aún le cuesta salir de la casilla del vampiro juvenil, algo que se vio reflejado cuando estaban en plena promoción de la película junto a su compañera Zoe Kravitz.
Mientras estaban en entrevista con People, la actriz confesó que nunca había visto una película de la saga Crepúsculo, aunque luego se apresuró a aclarar que sí había visto la primera, porque una de sus mejores amigas la obligó a acompañarla al cine, consignó Hola!.
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La incómoda respuesta de Kravitz hizo que Pattinson reaccionara de inmediato con sárcasmo: “Sí claro”, dijo. Además de aclararle que era muy 2010 odiar la película, defendiendo la saga que lo volvió un ícono del cine, un privilegio que pocos, como él cuentan.