El príncipe Harry de Inglaterra, nieto de la reina Isabel II, tomó acciones legales contra el Gobierno británico luego que se decidiera que no debe tener protección policial cuando esté en sus tierras natales, al mismo tiempo que se le prohíbe pagar personalmente por ella.
La información fue confirmada por Daily Telegraph, donde un representante legal del esposo de Meghan Markle y padre de dos pequeños, sostuvo que el duque de Sussex no se siente seguro en el Reino Unido y por tanto “no puede volver a su hogar” con su mujer y sus hijos Archie y Lilibet.
En verano del año pasado, el coche en que viajaba el príncipe fue perseguido por fotógrafos cuando salía de un evento de una ONG.
A los duques de Sussex se les retiró la escolta policial de la que gozaban en el país durante las 24 horas del día hace dos años, cuando renunciaron a sus obligaciones reales y a la financiación pública.
Por ello, Harry propuso al Gobierno británico costear él mismo de su bolsillo esa protección por la policía, algo a lo que el Ministerio del Interior se ha negado.
En su acción judicial, el duque arguye que su equipo de protección privada en Estados Unidos carece de “jurisdicción” en el extranjero ni tampoco puede acceder a la información de inteligencia necesaria para ello.
“El Reino Unido siempre será el hogar del príncipe Harry y un país en el que quiere que su mujer y sus hijos se sientan seguros. Con la falta de protección policial, existe un riesgo demasiado grande”, explicó su representante legal.
A juicio de su abogado, el equipo de seguridad de los duques de Sussex en EE.UU. “no puede reproducir la necesaria protección policial que se necesita mientras están en el Reino Unido”.
Harry -afincado junto a su familia en California desde 2020- siempre se ha mostrado en sus declaraciones públicas muy preocupado por el riesgo que sufre su familia en el Reino Unido y acusa directamente a la persecución de la prensa de haber propiciado los problemas que sufrió su difunta madre, Diana de Gales.