Kate Middleton es la esposa del segundo en la línea de sucesión al trono de la corona británica, el príncipe William. Una plebeya que a punta de esfuerzo logró conseguir su puesto en la Familia Real Británica, y que pronto cumplirá 40 años.
Y es que Kate estuvo una década en una relación con uno de los solteros más codiciados de esa época, lo que le valió el cruel apodo de “Waity Katie” -o “Kate, la que espera” en una traducción al español-, pues, según la prensa, William no manifestaba grandes intenciones de compromiso con ella.
Sin embargo, poco queda de aquellos días en que la prensa no apostaba por la relación de la pareja que se conoció cuando Catherine Middleton tenía 21 años.
Hoy, a punto de llegar a los 40, se perfila como uno de los miembros más queridos de la monarquía, y uno de los más relevantes también, considerando el papel que ha tomado en la actividad pública luego que la reina Isabel comenzara a disminuir su trabajo como monarca en pos de cuidar su salud.
Kate Middleton: la futura Reina Consorte
Desde que bajó del auto frente a la Abadía de Westminster el 29 de abril de 2011, nada fue igual para Kate Middleton, que ese día tiritaba de nervios y sonreía ante la multitud y las cámaras que seguían su camino al altar.
Ese día contrajo matrimonio, pero también asumió como la Duquesa de Cambridge y automáticamente se convirtió en la futura reina consorte de su marido, el príncipe William.
Pero llegar a ese momento no fue fácil. La pareja se conoció muchos antes mientras ambos eran estudiantes de la prestigiosa Universidad St Andrew. No obstante, sus caminos casi se cruzaron antes en nuestro país.
Poco antes de ser presentados, ambos fueron parte de un voluntariado de la ONG Raleigh International en la Patagonia, donde realizaron trabajos en la construcción de casas y enseñaron inglés a los habitantes de las comunas de la zona, consignó Infobae.
Luego emprendieron una relación que intentó de todas las formas posible alejarse de los medios de comunicación, con el objetivo de evitar el acoso, tal como el que vivió la madre de William, Diana de Gales.
Aunque tuvieron un breve distanciamiento en 2007, para 2010 William estaba seguro de que Kate sería su acompañante para toda la vista.
Testigo de esto fue Harry, su cuñado, quien no dudó en intercambiar el anillo de compromiso de Diana por el reloj de oro Cartier que su padre les habían entregado tras la muerte de la princesa. Kate era para Harry como la hermana que nunca tuvo, por lo que era natural dar ese paso.
El día que cambió todo para Kate Middleton
Así llegó el matrimonio y un cambio completo en la vida de Kate, quien dejó su trabajo en la empresa de cotillón de los Midletton por un puesto en la Familia Real Británica, algo para lo que se había preparado con exclusivas y arduas clases que la formaron para cumplir a la perfección su papel y el protocolo.
Así ha transitado su camino a ser la futura Reina Consorte, cargo al que debería llegar con mayor experiencia que cualquiera de sus antecesora, considerando el largo reinado de Isabel II que mantiene a su hijo Carlos, en una eterna espera por convertirse en rey.
Este punto es una curiosa paradoja, señala Vanity Fair, donde recordaron que muchos se rieron del origen “plebeyo” de Midletton, quien pertenecía a una familia de clase media y no era parte de la aristocracia.
Pese a eso se ha convertido en uno de los miembros más queridos de la Familia mientras lucha contra el estigma de las enfermedades mentales e incluso abriéndose sobre los problemas que ella ha tenido en su maternidad, algo que quizás sale del protocolo estricto de la realeza, pero que hasido una forma de acercarse también a su comunidad.
Incluso, realiza más actos oficiales que la misma Isabel II, lo que se dio gracias a la pandemia del covid-19, cuando ella y su marido salieron a ser los representantes oficiales de la Familia por la avanzada edad de la reina Isabel II, Carlos y Camila, parte los grupos de riesgo.
La maternidad de Kate
Aunque es una activa miembro de la realeza, Kate siempre ha estado al pendiente de sus hijos, con quienes ha realizado visitas oficiales y a quienes involucra en gran parte de sus proyectos.
Pese a que siempre se le ve sonriente frente a las cámaras con sus hijos, la realidad no siempre es así y eso fue lo que comentó en una entrevista que le realizó Giovanna Fletcher en el podcast “Happy Mum, Happy Baby”.
En ese momento la duquesa confesó que, como la gran mayoría de las madres que trabaja siente culpabilidad de no estar con sus hijos George, Charlotte y Louis constantemente, pese a que intenta siempre compatibilizar su agenda con los tiempos de los niños.
Según destacó Vanity Fair, la duquesa confesó que la maternidad es un desafío constante que hace que se cuestione sus propias decisiones, añadiendo que incluso más de alguna vez sus niños le han reprochado más de alguna vez que no pase suficientemente tiempo con ellos.
Otra de las cosas que menciona la revista es lo difícil que han sido los embarazos de Kate, quien sufre hiperémesis gravídica, es decir, severas nauseas durante el embarazo, lo que la llevó a recurrir a la técnica del hipnoparto, una terapia para afrontar los partos con menos miedo y reducir el dolor.
Pero si duda la confesión más impactante de la futura reina consorte es la sensación que sintió al posar por primera vez frente a las cámaras con su primer hijo, George, algo que señaló “Fue un poco aterrador”, luego acotó “Creo que con tu primer bebé piensas que todo volverá a ser como era y subestimé el impacto que tuvo en nuestras vidas a partir de ese momento”.
Floreciendo a los 40 años
Así describió una fuente cercana a Kate Middleton, como una mujer que está “floreciendo” a medida que se acerca a los 40 años, consignó People.
La duquesa que el próximo 9 de enero tendrá 4 décadas vive el día a día preparándose para el cargo que se le encomendará una vez que William reciba la corona.
Se destaca en su labor como miembro de la Familia Real, aunque no ha estado exenta de polémicas, como la que protagonizó con su cuñada Meghan Markle, quien confesó en medio de una entrevista para la televisión norteamericana con Oprah que habían discutido en la previa a su matrimonio, indicando que la Duquesa de Cambridge la había dejado llorando.
Sin embargo, esta situación no ha mermado en la popularidad de Middleton, quien recientemente organizó su primer concierto de villancicos en la Abadía de Westminster -la misma donde se casó con el príncipe William-, en honor a todos quienes han apoyado a sus comunidades durante la pandemia del Covid-19 que aún azota al Reino Unido.
En un mensaje a los asistentes, Kate señaló: “Al separarnos de los demás se nos ha recordado a todos el poder de la conexión humana. Lo mucho que nos necesitamos los unos a los otros. Y cómo el amor y el sentimiento de pertenencia mutua nos puede reconfortar en los momentos difíciles. La importancia de estar juntos”.
Aunque el concierto también sirvió como una “venganza” de Kate y William contra la BBC, tras emitir un documental en el que detallan las causas de la separación de los hijos de Diana de Gales, quienes mantienen distancia desde 2020, cuando Harry y Meghan decidieron renunciar a sus labores como miembros de la Familia Real Británica.
Ante el incendiario documental, la pareja decidió ofrecer los derechos de la emisión televisiva del concierto a ITV, la competencia de BBC en Reino Unido, una especie de “castigo” para la cadena que siempre ha acompañado a los royal de Inglaterra.
Una decisión arriesgada, pero también que va en línea con la molestia que mantiene William debido a las irregularidades que cometió la cadena con su madre, quien gracias a ello reveló lo infeliz que era en su matrimonio.
Aunque sin duda, esta situación no opacó la felicidad de los Duques de Cambridge, quienes posaron felices junto a sus hijos en una postal navideña, que será la última de Kate Middleton en los 30.