Jamie Spears, el padre de la princesa del pop Britney Spears, acudió a tribunales para que el patrimonio de Britney Spears continúe pagando sus gastos legales. Esto, pese a que él fue removido como el tutor legal de la artista en septiembre de este año y que la artista quedó libre del cuidado de terceros en noviembre.
Según consignó Variety, la semana pasada, Spears padre presentó una serie de documentos donde solicitaba la “confirmación, autorización y dirección” del tribunal para que el patrimonio de su hija pague a los abogados que “participan en los procedimientos relacionados con los deberes fiduciarios en curso de Jamie relacionados con la liquidación” de la tutela.
De acuerdo al medio, el documento rescata el papel de tutor de Spears, asegurando que este “se dedicó a proteger la salud y patrimonio de su hija, como lo hizo toda su vida, mientras mantuvo a raya a los oportunistas e interesados”.
“Sería contrario a la política pública que los años de dedicación de Jamie por proteger a su hija (…) pudieran someterlo a la bancarrota personal y la ruina defendiendo reclamos infundados”, menciona el documento, haciendo referencia a las acusaciones de abuso de la cantante en su contra.
“Nadie querría asumir el papel de tutor si un pupilo pudiera obligar al curador a pagar personalmente honorarios legales sustanciales defendiendo acusaciones infundadas”, añaden.
“Es una abominación”
El abogado de la cantante, Mathew Rosengart, calificó el actuar del mayor de los Spears como una “abominación”.
“El señor Spears cosechó muchos millones de dólares gracias a que fue el tutor de Britney. Gracias al trabajo y el dinero ganado con esfuerzo de Britney, le pagó a sus abogados millones”, dijo Rosengart en un comunicado al medio.
“La tutela terminó y Spears fue suspendido con descrédito. Dadas las circunstancias, su petición no solo carece de mérito legal, es una abominación. Britney testificó sobre el dolor que le causó su padre y esto solo se suma a las acusaciones. Esto no es lo que hace un padre que ama a su hija”, añadió.
La voz de Toxic estuvo bajo la tutela legal durante 13 años. Hasta meses antes de su fin, quien fue la persona a cargo del patrimonio de la artista fue Jamie Spears, su padre. Esto quiere decir que él controlaba todas las acciones financieras de la mujer.
En septiembre, el padre de la artista fue suspendido de este cargo en medio de una serie de acusaciones en su contra.