Quentin Tarantino | Imagen de Kill Bill

La drástica razón por la que Quentin Tarantino "desheredó" a su madre

14 agosto 2021 | 09:03

En las últimas décadas, el nombre de Quentin Tarantino ha sonado fuerte dentro del mundo del espectáculo.

Y no es para menos: en sus más de 40 años de carrera ha creado algunas de las películas de culto más veneradas por los fanáticos del séptimo arte, como Perros de Reserva (1992), Pulp Fiction (1994) y la saga Kill Bill (2003 – 2004), las cuales han sido aclamadas.

Tanta ha sido su fama producto de su atrevida forma de hacer cine, que incluso ha recibido el reconocimiento de la crítica obteniendo numerosos premios. Entre ellos, dos premios Oscar por Mejor Guion Original por los filmes Pulp Fiction y Django Unchained (2013), además de varios Globos de Oro, BAFTAs y premios del Festival de Cannes, entre otros.

Pese a su fama planetaria y correspondiente fortuna, que ascendería a los 120 millones de dólares de acuerdo a la web especializada Celebrity Net Worth, lo cierto es que el director no la comparte con cualquiera… mucho menos con su madre.


El soñador de Knoxville

Quentin Jerome Tarantino nació el 27 de marzo de 1963 en la ciudad de Knoxville, Tennessee (EE.UU.), producto del matrimonio entre el actor y músico amateur Tony Tarantino y la enfermera Connie McHugh.

Debido a que sus padres se separaron antes de que Quentin naciera, fue Connie quien se hizo cargo de la crianza y educación de su hijo desde sus primeros días, tras darlo a luz cuando tenía apenas 16 años.

En su adolescencia, ya viviendo en Los Ángeles junto a su madre, el joven asistió a la escuela superior de Narbonne en Harbor City, pero a los 15 años la abandonó para dedicarse a tiempo completo a sus clases de interpretación en la compañía de teatro James Best.

Paralelamente, Quentin comenzó un trabajo que le cambiaría la vida para siempre. Con el objetivo de ganar un poco de dinero, el adolescente consiguió un empleo en el videoclub Video Archives junto a otros entusiastas del cine, entre ellos Roger Avary, con quien Tarantino conversaba afanadamente sobre las películas y recomendaciones de los clientes.

En ese período, solía fijarse con detención en los tipos de cintas que la gente solía alquilar y aprendió mucho sobre la industria mediante la observación. Consultado por la BBC en mayo de 2004, Quentin comentó que esta experiencia fue una gran fuente de inspiración para su carrera como director: “Cuando la gente me pregunta si fui a la escuela de cine les digo: no, fui al cine”.


Perros de Reserva

En medio de su trabajo en el videoclub, Tarantino, Avary y otros amigos pasaron años escribiendo guiones que esperaban convertir en películas. Uno de estos intentos fue el liderado por el propio Quentin en 1991, cuando escribió “Perros de Reserva” con el fin de que el proyecto fuera lo más barato y fácil de hacer, utilizando por ejemplo un solo set y poca utilería.

Sin embargo, el ambicioso productor Lawrence Bender leyó el guion de la cinta, se enamoró por completo y convenció a Tarantino de darle un mes para tratar de convertirla en una “película de verdad”. Compartió el guion con el aclamado actor Harvey Keitel, quien se mostró fascinado con la historia, y su inclusión en el elenco motivó a varios actores de renombre a sumarse a las grabaciones.

La cinta se estrenó en 1992 y fue un éxito, sobre todo, por lo fresca y llamativa de la historia y propuesta escénica. Tarantino integraría desde entonces el listado de los directores más enigmáticos y aclamados por la industria.


No todo fue color de rosas

Si bien desde muy temprana edad el director sabía que quería dedicarse de lleno al rubro del cine, hubo alguien que no vio con muy buenos ojos este anhelo: su propia madre.

En una reciente conversación en The Moment, el podcast del guionista Brian Koppelman, el realizador relató que su progenitora estaba decepcionada de que no se tomara en serio la escuela.

“Ella se quejaba porque yo no le prestaba atención a la escuela y en una ocasión, en medio de una discusión me dijo: ‘Ah, y por cierto, esta pequeña carrera de escritor que comenzaste, ¡esa mierda se acabó!’”, recordó el director.


Sin ayuda para su madre

A ello, agregó que “cuando me dijo eso, de esa manera sarcástica, me dije: ‘Muy bien, entonces cuando me convierta en un director, nunca verá ni un centavo de mi éxito. No habrá casa para ella. No habrá vacaciones ni auto. No obtendrá nada por lo que me acaba de decir’”, detalló.

Asombrado por la confesión, Koppelman le consultó si efectivamente había cumplido su palabra, a lo que Tarantino respondió que sí, afirmando que nunca le compró una propiedad a su madre.

Pese a ello, reconoció que una vez le prestó ayuda económica. “La ayudé una sola vez con un problema de impuestos que tuvo, pero no hubo casa ni coche”, dijo, según lo consignado por el medio argentino La Nación.

Sobre su revelación, el realizador concluyó que “Hay consecuencias por lo que uno le dice a sus hijos, recuerden que hay consecuencias por emplear un tono sarcástico sobre lo que es importante para ellos”.

Cabe recordar, que el propio Quentin fue padre por primera vez en febrero de 2020, a sus 56 años, producto de su relación con su esposa Daniella Pick.


Próximos pasos de Tarantino

Desde hace un tiempo, Tarantino ha venido anunciando que dejará de dirigir películas tras la realización de su décimo filme. Considerando que Érase una vez en Hollywood (2019) fue su novena cinta, es de esperar que al realizador sólo le reste una película por dirigir.

Así lo dio a conocer en una entrevista en el show del comediante estadounidense Bill Maher, quien le recordó sobre esta promesa respecto de su entrega número diez. Al afirmar el conductor que Tarantino era demasiado joven para dejar el cine, el director le respondió: “¡Por eso mismo quiero dejarlo! Porque conozco la historia del cine y sé que de ahí en adelante, los directores no mejoran”.

“No tengo un motivo con el peso suficiente como para ganar un pleito en el tribunal de las opiniones ni en el Supremo, o algo así. Es una carrera larga y he dado todo lo que tengo“, sentenció, según lo recogido por el medio CulturaOcio.

Pese a ello, puede que Quentin vuelva a sorprender a sus fanáticos en otros formatos como el teatro, la televisión o la literatura. Ya en 2015 el director manifestó su interés por llevar a las tablas una versión estilo western similar a su filme Perros de Reserva.


En el ámbito literario, en tanto, recientemente Quentin lanzó su adaptación novelizada de Érase una vez en Hollywood, en la que explora con mayor detalle el universo mostrado en la película.

No obstante, también es probable que Tarantino sólo se dedique a la crianza de su hijo y a su matrimonio, como ha manifestado en algunas instancias.

Lo cierto, es que pese a cuál sea su última decisión, los fans siempre estarán expectantes de verlo de regreso, quien sabe, para lanzar una nueva versión de Pulp Fiction o Kill Bill, por nombrar algunas de sus obras maestras.