Mark Patton pudo haber sido un protagonista de alguno de los Juegos Olímpicos de los años 70 u 80, ya que su primer interés de infancia fue la gimnasia, mientras vivía en Riverside, un suburbio de Missouri, Estados Unidos.
Aunque pronto la actuación se transformaría en su verdadera pasión, no sin antes pasar por otros intereses como la música country, lo que le llevó a definir con una moneda cuál sería su futuro, la música o el teatro, cuenta su biografía en IMDB.
Era sólo un joven terminando el colegio cuando una moneda le dijo que debía dedicarse la actuación, dejando su natal Missouri para probar suerte en el Nueva York de los años 80.
Comenzó trabajando como lo hacen muchos que intentan tocar el estrellato. Mientras era camarero y se hospedaba en un hotel de Broadway, buscaba un agente que le ayudara a encontrar trabajo en el rubro, algo que llegaría pronto.
La fama llegó, pero también la incomodidad en una época en la que ser homosexual abiertamente no era aceptado por toda la sociedad, lo que decantó en que se cansara de la homofobia de Hollywood y simplemente arrancara.
Mark Patton: el icono
El primer trabajo que tuvo Mark Patton fue con Cher en la obra de Broadway “Come Back to the 5 & Dime Jimmy Dean, Jimmy Dean” que luego se adaptaría una película dirigida por Robert Altman.
En esta producción Patton interpretó al joven homosexual Joe Qualley, lo que lo llevó a ser un icono gay en los años 80, pero también a sufrir sus primera censura, cuando se le prohibió entregar una entrevista a la revista gay “The Advocate”, esto pese a que había interpretado a un personaje parte de la comunidad LGBTQ+.
La fuerte homobofobia ya la percibía en una época en que la sociedad no aceptaba a los homosexuales, algo que era también una norma en la industria cinematográfica. Además, la ignorancia en torno a enfermedades como el SIDA hizo que se cerraran aún más las puertas para los actores gay.
El actor no había tenido una infancia fácil, así lo describía a HIV Plus: “Lo pasé mal en la escuela… Yo era un chico muy lindo y de donde vengo todo el mundo se ve exactamente igual. Si eres un poco diferente, eres un objetivo. Era un niño hipersensible y me intimidaron bastante”.
Para cuando aterrizó en Nueva York, el actor respiró y vivió su vida en tranquilidad, algo que no tenía en su natal ciudad, donde siempre temió morir por su sexualidad a manos de algún sureño que lo encontrara en un camino secundario, indicando: “Cuando comencé a trabajar en Nueva York no tenía el sentido común para mantener mi sexualidad en secreto”.
Sin embargo, se vio obligado a llevar su sexualidad en secreto si quería conseguir trabajo, sus agentes y los contratos que llegaron ante él así lo exigieron. “En Nueva York salía a bares gay y no era gran cosa, pero en Los Ángeles me dijeron que no se me permitía poner un pie en West Hollywood porque los agentes ubicaban gente en los bares gays de Los Ángeles para que pudieran sabotear la carrera de cualquier actor que compitiera con uno de sus clientes. Fue muy feroz”, consignó Yahoo!.
La “gloria” con un particular protagónico
Luego de trabajar con Cher, Mark encontró en el terror su nicho y así lo demostró cuando protagonizó “Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy” en 1985, la segunda película que mostraba a Freddy Krueger asustando a millones de personas en el mundo
En esta película el personaje de Patton, Jesse Walsh, es el elegido por el villano para cometer sus crímenes. Tenía sólo 26 años y le ganó el casting a otras promesas del cine como Brad Pitt o Christian Slater.
Página 12 comentaba respecto de su rol “Un estudiante que no es el típico adonis heterosexual de las películas de terror de la época. Él es la scream queen que sueña que Freddy Krueger roza sus labios con una de las cuchillas fálicas de su guante. Una tensión erótica digna de una escena caliente entre la Coca Sarli y Armando Bó. “Te necesito, Jesse”, le susurra al oído Freddy representando al deseo amenazante”.
Esa tensión hizo que publicaciones de la época tildaran la secuela de terror como “una gran película gay” por lo que el actor vivió la gloria de ser famoso en Hollywood, pero al mismo tiempo que se comenzaran a cerrar las puertas, debido a que se le encasilló en un rol que no era aceptado en la industria.
Pese a que luego le ofrecieron un papel para interpretar a un joven homosexual en una producción de la cadena CBS, la condición era que mantuviera oculta su orientación sexual.
“Comenzaron a preguntarme si me sentiría cómodo interpretando un personaje gay y diciéndole a la gente que era heterosexual si comenzaban a cuestionar mi sexualidad. Recuerdo que miré alrededor de esa mesa y supe que todos esos hombres eran homosexuales. Todo en lo que podía pensar era en cómo todos los que conocía se estaban muriendo de SIDA y estábamos teniendo esta conversación de mierda. Mi corazón se rompió y ese fue el límite para mí”, contó tras decidir alejarse de Hollywood y rehacer su vida.
Adiós Hollywood
Pudo tener una gran carrera en la industria cinematográfica ya que cumplía con todos los requisitos para ser exitoso, sin embargo, decidió arrancar de Hollywood y su homofobia.
Se transformó en diseñador de interiores y vivió una vida tranquila, hasta que tres días después de cumplir 40 años fue diagnosticado con VIH positivo, lo que le generó diversas enfermedades que lo mantuvieron enfermo durante un largo periodo, siendo afectado por una neumonía y tuberculosis.
Respecto de esa época, el actor mencionaba: “Fue como estar envenenado. Casi muero allí, pero afortunadamente mis amigos me llevaron a una clínica”.
Tras ese episodio y su recuperación, el actor se mudó a México donde conoció a Héctor Morales Mondragon, el hombre con quien se casó y luego abrió una tienda de arte en Puerto Vallarta, hasta 2010, cuando se encontró con Daniel Farrands y Andrew Kasch, responsables del documental Pesadilla en Elm Street: Desde dentro.
El documental donde se sinceró
Tras décadas alejado de la industria del cine, Mark Patton volvió a estar frente a una cámara, pero esta vez para participar del documental “Scream Queen, mi pesadilla en Elm Street” donde examina su relación con la película que lo terminó alejando de Hollywood.
Según destaca Variety, la producción sobre el film de culto, catalogado como “la película de terror más gay de todos los tiempos” le da un protagónico a Patton que aprovecha de repasar su historia ligada a la película, pero también como un activista gay.
En el documental el actor menciona: “El mundo ha cambiado desde 1985, ¿y sabes por qué ha cambiado? Ha cambiado gracias a personas como yo, que se ponen de pie y cuentan sus historias”, pese a que se mantuvo en silencio durante décadas.
Variety criticó la producción señalando que si bien el actor volvió a la vida pública participando en convenciones y eventos relacionados con las películas de terror, no hay de su parte una especial atención a los problemas de la comunidad LGBTQ+ o quienes poseen VIH positivo. “Todo se trata sobre él”, criticó la revista.
Esta vuelta a la vida pública le significó la posibilidad de volver a participar en convenciones y eventos ligados a las películas de terror, incluso alguna producción como Family Possessions o Amityville: Evil Never Dies, cerrando esa herida que lo alejó de la industria, más de 30 años después.