La princesa Amalia, heredera del trono holandés, dio una lección de humildad a miles de políticos tras renunciar a la millonaria asignación que recibiría para sus gastos personales y domésticos, hasta que tenga que cumplir con sus deberes reales.
La hija mayor del rey Willem-Alexander aseguró sentirse “incómoda” con su derecho a recibir los más de mil 300 millones de pesos chilenos al año como ingresos personales. Así se lo hizo saber al Primer Ministro holandés Mark Rutte.
“El 7 de diciembre de 2021 cumpliré 18 años y, de acuerdo con la ley, recibiré una asignación. Me resulta incómodo mientras no haga nada a cambio y mientras otros estudiantes pasan por cosas más difíciles, particularmente en este período de coronavirus”, escribió la adolescente de 17 años, en una carta dirigida a Rutte.
Amalia, también afirmó que “reembolsaré mi asignación para gastos de personal y material” mientras sea estudiante, la cual asciende a 261 millones de pesos anuales, actualmente.
La casa real más cara
La princesa, además aseguró que pretende tomarse un año sabático. “Ayer recibí la noticia de que aprobé mi examen final, por lo que espero tomarme un año sabático después de las vacaciones de verano, para ir después a la Universidad”, reconoció.
Según The Guardian, esta es la primera vez que un miembro de la familia real “se niega a reclamar su salario libre de impuestos y su asignación para gastos. La monarquía holandesa ha superado a la británica como la más cara de Europa, según un estudio de 2012″.
El diario inglés también asegura que “el gobierno holandés acordó un presupuesto real de más de 41 mil millones de pesos chilenos para 2021, sin incluir el costo de las visitas de estado o el mantenimiento del palacio”.