La muerte de Paul Walker tomó por sorpresa al mundo y especialmente a sus compañeros de elenco de Rápido y Furioso, con quienes se encontraba trabajando en la séptima entrega de la saga.
El 30 de noviembre de 2013, y tras salir de un evento de caridad organizado por su fundación Reach Out Worldwide, un terrible accidente terminó su vida a los 40 años.
Walker y su amigo Roger Rodas (38) subieron a un Porsche Carrera GT a las 15:30 horas, y manejaron por el barrio de Valencia de la ciudad de Santa Clarita, California, donde el vehículo colisionó contra un poste y un árbol, al salirse en una curva. El auto se incendió con ambos pasajeros dentro.
Rodas murió producto de múltiples traumas causados por el accidente, mientras que Walker falleció por una combinación de traumas y quemaduras.
El accidente provocó que el rodaje de Fast & Furious 7, que había comenzado en septiembre, se suspendiera dando tiempo al equipo de recomponerse y a los productores de buscar una alternativa para terminar la película sin el actor.
Gracias a que Universal Pictures quiso adelantar la grabación de la cinta varios meses para que pudiese ser estrenada a mediados de 2014 (lo que costó la salida del director Justin Lin), Walker alcanzó a grabar parte importante del filme.
La película, finalmente, pudo ser terminada con la ayuda de los hermanos del actor, quienes gracias a su gran parecido físico y la colaboración de la tecnología, asumieron el rol de Brian O’Conner.
A pesar de que se especuló mucho sobre cómo se abordaría la futura ausencia del personaje, los productores decidieron no matarlo y optaron simplemente por apartarlo de la banda Dominic “Dom” Toretto (Vin Diesel), para dedicarse a su familia.
En la escena final de la película, se puede ver a Brian y Dom en sus respectivos autos y tomando caminos separados.
“Estaba muy reacio a volver a la filmar. Sentía que el estudio me pedía que volviera a un funeral. Estaba tan roto por esto. No quería que nadie usara la tragedia como argumento de la historia”, señaló Diesel en ese entonces.
“Fue un momento muy, muy difícil. Pero hubo un poco de consuelo en el hecho de que pudimos protegernos del capricho natural de un productor o cualquiera que dijera: ‘Bueno, ahora vas a vengar al personaje’, y usarlo en una trama. Pudimos hacer algo hermoso y elegante”, afirmó.
“Puede ser el mejor momento de la historia cinematográfica. No solo en mi carrera sino en la historia del cine. Hombres de todo el mundo… hombres de todo el planeta por primera vez en la historia pudieron llorar juntos”, agregó.
El verdadero final
Sin embargo, antes del accidente, los productores tenían otros planes para el final de la película, donde la banda volvería a vivir fuera de la ley y Brian se enfrentaría a sus propias inseguridades.
“Bueno, el final original, si recuerdo bien, fue que nuestros muchachos terminan solucionando el problema y luego se vuelven – de nuevo-, fugitivos. Era una especie de final feliz que terminaba con la insinuación de que se iban a trabajar en el siguiente robo”, aseguró hace un tiempo al portal Collider el escritor de la saga Chris Morgan.
“Pero el tema central era Brian, el personaje de Paul, que se preguntaba “¿Quién soy?”. Él era un tipo que solía ser policía, que estaba en el centro de la acción, que era un corredor, y todo eso, pero ahora tenía una esposa increíble, un hijo y otro en camino”,reveló.
“Él se empieza a preguntar cómo es su vida, no es una crisis de mediana edad, de hecho, lo decimos en la película, ‘Echo de menos las balas, echo de menos la acción’. El punto de la aventura era mostrar que al final, lo que realmente era importante para él era su familia y estar allí. No era que tenía que detener esas aventuras o esas cosas, pero el contexto sería un poco diferente, tiene una comprensión distinta de quién es en el fondo y qué es lo más importante en la vida”, apuntó.
Casi un final
Cuando Walker falleció consideraron dar por terminada la película permanentemente, hasta que la inspiración golpeó nuevamente.
“Hubo un momento en el que en realidad estábamos todos pensando en terminar ahí y no seguir con esto, pero nos tomamos un poco de tiempo y tuvimos la oportunidad de llorar. Luego, comenzamos a pensar y yo comencé a pensar específicamente: ‘¿Cómo construimos esa historia? ¿Qué tenemos con Paul?’. Y realmente para mí se trataba de ‘¿podemos darle al público una experiencia catártica para decir adiós? ¿Podemos hacer algo que sea digno de Paul que él apreciaría?"”, recordó.
“Así que realmente todo se redujo a esa última secuencia. Terminé escribiéndola y la llevé al estudio y pensé: ‘Esto es lo que creo que es el final de la película’, y les encantó, al estudio le encantó. Ese fue el momento en que todos estuvimos de acuerdo: ‘Necesitamos hacer esto"”, reconoció.
Dicho final también se barajó como un posible desenlace para cerrar definitivamente la franquicia, especialmente por la buena recepción que tuvo, lo que claramente no ocurrió pues ya está confirmada la décima entrega de esta.
“Pensamos en eso por un minuto: ‘Tal vez dejemos esto aquí, salgamos con una buena nota y lo dejémoslo’, y todos llegamos a un acuerdo para decir que no volveríamos a menos que tuviésemos una historia que fuera algo dramáticamente diferente, y que fuera digno de hacerse”, concluyó.
Fue en ese momento en el que nace la trama de la octava película donde Dom es seducido para entrar al mundo del crimen.