En plena pandemia de coronavirus, el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle decidieron dejar Canadá y radicarse en Los Ángeles (EEUU) junto a su hijo Archie.
La pareja había mantenido un perfil bajo desde su llegada a California, el que rompieron en el contexto de la crisis sanitaria.
El jueves se conoció que ambos decidieron apoyar el trabajo de Project Angel Food, organización desde la cual confirmaron que los duques de Sussex repartieron comida a 20 personas el domingo de la Pascua de Resurrección.
El miércoles volvieron a la calle, esta vez para relevar a los choferes que se habían visto expuestos a largas jornadas laborales.
Así, TMZ viralizó imágenes de una cámara de seguridad en la cual se puede ver a ambos entregando encargos la mañana del miércoles 15.
Provistos con mascarillas, ropa cómoda y él de gafas, los Sussex aparecen subiendo las escaleras de un complejo residencial y luego volver a su vehículo para realizar otra entrega.
El cambio de ciudad y país se leyó por la prensa especializada como una forma de acercar a Markle a la industria del entretenimiento que dejó para casarse con Harry.
No obstante, el trato de los tabloides británicos en su contra gatilló su salida de la familia real.