Tuvieron que pasar 10 años para que Keanu Reeves volviera a la alfombra roja de los premios Óscar.
El actor, quien es conocido por su perfil bajo, no suele asistir a premiaciones ni grandes eventos, sin embargo, este domingo hizo una excepción.
Reeves llegó hasta el Dolby Theatre en compañía nada menos que de su madre, Patricia Taylor, con quien coordinó a la perfección su look.
Mientras él lució un elegante traje negro, su mamá hizo lo propio con un traje pantalón en tono blanco.
Keanu es uno de los presentadores de la ceremonia de este año.