Una francesa acusó este viernes al cineasta francopolaco Roman Polanski de haberla violado en 1975 en Suiza cuando ella tenía 18 años, en un testimonio publicado por el diario Le Parisien a pocos días del estreno del nuevo filme del cineasta franco polaco, bajo investigación de la justicia estadounidense.
Valentine Monnier, cuyas acusaciones se suman a las de otras mujeres en los últimos años, indica que no ha presentado ninguna denuncia por estos hechos, ahora prescritos.
Pero afirma haber decidido hacer pública esta acusación debido al estreno en Francia de la película Yo acuso, que se refiere a un error judicial, el caso Dreyfus.
“No tenía ningún vínculo con él, ni personal ni profesional y apenas lo conocía”, cuenta a Le Parisien esta fotógrafa, que fue modelo en Nueva York y participó en algunas películas en los años 80, como Tres hombres y un bebé.
“Fue de una extrema violencia, tras esquiar, en su chalet, en Gstaad (Suiza). Me golpeó, me golpeó hasta que me rendí y luego me violó haciéndome sufrir todas las vicisitudes”, declaró.
El abogado del cineasta, Hervé Temime, afirma a Le Parisien que Polanski “rechaza firmemente toda acusación de violación” y señala que estos hechos alegados de hace 45 años “nunca fueron puestos en conocimiento de la autoridad judicial”. Solicitado por la AFP, el abogado no quiso hacer más comentarios de inmediato.
Polanski sigue siendo perseguido por la justicia estadounidense en el marco del proceso por malversación de menores iniciado en su contra en 1977.
En 1997, se declaró culpable de haber mantenido relaciones sexuales ilegales con Samantha Geimer, de 13 años. Este único cargo fue el resultado de un acuerdo amistoso con el juez, después de que Polanski fuera acusado inicialmente de cargos más graves, incluida la violación de una menor bajo la influencia de estupefacientes.
Condenado a 90 días de prisión, fue liberado después de 42 días. Pero el juez cambió de parecer, estimando que la sentencia era insuficiente. En enero de 1978, Polanski huyó a París y la justicia estadounidense lanzó una orden de captura internacional.
Desde entonces ha sido objeto de otras acusaciones, que según el abogado son “infundadas”.