Fue a inicios de septiembre cuando el equipo de Ariana Grande impuso una millonaria demanada contra la marca Forever 21, luego que usaran a una modelo muy parecida a la artista.
Además de las similitudes estéticas entre Grande y la joven que posó para la publicidad, ésta lució accesorios parecidos a los que usó la cantante en su video 7 Rings. De la misma forma, acompañaron la foto con la leyenda: “Gee, thanks, just bought it” (“Gracias, recién lo compré”), que forma parte de la lírica de la mencionada canción.
Ante esto, Ariana Grande pidió 10 millones de dólares (más de 7 mil millones de pesos chilenos) por los daños y prejuicios por derechos de autor.
A pesar que la marca aseguró que tenía “la esperanza de que encontraremos una solución mutuamente aceptable”, lanzó una prenda con otra referencia a Grande.
Se trata de un polerón negro que tiene estampada la ilustración de un “ángel”, junto a la frase: “Don’t call me angel” (“No me digas ángel”), la que es igual al título de la canción de Grande con Miley Cyrus y Lana Del Rey.
Hasta el momento, Grande no se ha referido a esta “provocación” de la marca de moda.
Hay que recordar que a fines de septiembre Forever 21 se declaró en quiebra, aunque sus productos continúan vendiéndose. “Es un paso decisivo y deliberado para colocarnos en una senda exitosa para el futuro”, dijo la firma en un comunicado, confirmando que buscará reestructurarse.