La vida de una princesa en el mundo real es muy diferente a lo que la mayoría cree y se imagina. Aunque tienen muchos privilegios, también están expuestas desde el día en el que nacen a la prensa, lo que las hace blanco fácil de las críticas.
La princesa Catalina Amalia, heredera del trono de Holanda y los Países Bajos, conoce bien esto. Con solo 15 años, la adolescente ha sido víctima de bullying por su peso desde hace tiempo.
Catalina es la hija mayor del rey Guillermo Alejandro y la reina (de origen argentino) Máxima Zorreguieta. Se convirtió en la primera en línea a la corona luego que su padre ascendiera al trono en 2013, cuando ella tenía sólo 10 años.
Al igual que sus padres, la princesa siempre tuvo una contextura robusta, lo que la hacía lucir más alta y adulta de lo que en realidad era.
Sin embargo, en 2017 cuando la prensa se dio cuenta que la niña estaba usando una chaqueta que había llevado su madre durante el embarazo de una de sus hermanas, las redes sociales no tuvieron piedad.
Catalina Amelia y sus padres habían ido de vacaciones a la nieve, y por supuesto posaron para la prensa que los seguía, pero nunca pensaron en lo que llamaría la atención de los fotógrafos.
Las burlas de adultos a una niña de entonces 13 años no se hicieron esperar y se volvieron crueles muestras de la insensibilidad de internet. Otros, en tanto, culparon a sus padres de no imponerle una dieta saludable para su edad o no obligarla a hacer ejercicio.
Fueron tantos los comentarios contra la menor de edad, que se convirtió en tendencia en Twitter a nivel mundial, donde lo más suave que le dijeron fue “princesa obesa”.
Pero no sólo los tuiteros hablaron de su peso, un medio alemán también hizo referencia a los kilos de la niña, y fue la prensa holandesa la que salió en su defensa.
Por su parte, Telegraaf, uno de los diarios más importantes de Holanda, publicó una extensa carta abierta titulada ‘Eres la princesa Sunshine: la chica más bella del país’, hablando de lo hermosa que era y donde la autora contaba la propia experiencia de su hija con un grupo que le hizo bullying.
El dolor de Máxima
Aunque Máxima nunca se pronunció acerca del tema abiertamente, el acoso que recibió su hija la trasladó a un dolor de la infancia.
Cuando la Reina era adolescente también vivió con sobrepeso, llegando a ser apodada como “la gorda” por sus primos. Pero no sólo ellos le hacían notar el tema, porque su propia madre la avergonzaba por ello.
La mujer le imponía dietas extremas y la obligaba a ejercitarse. “Con la altura que tienes y tu carita hermosa, si te pusieras a dieta, podrías ser modelo”, le decía su madre, según cuenta la biografía no autorizada, Máxima, una historia real.
Su hermana Inés también vivió la presión de su madre por ser delgada. La joven incluso desarrolló un trastorno alimenticio producto de esto.
En 2005 Inés llegó a pesar 23 kilos por culpa de la anorexia y debió ser internada en un centro de rehabilitación. También desarrolló depresión, con la que luchó hasta los 33 años cuando se quitó la vida, el año pasado.
Cuando Máxima conoció al entonces príncipe Guillermo se obsesionó aún más con el peso y probó todas las dietas que encontró. En 2010, la entonces princesa sorprendió al aparecer con 10 kilos menos, según indicó la prensa de la época, gracias a un régimen proteico en la clínica holandesa New Fysic.
Este consistía en una dieta compuesta por cinco comidas diarias y la eliminación de los carbohidratos. Al poco tiempo tuvo problemas renales que fueron atribuidos a este estricto régimen.
Una nueva esperanza
Hoy Amalia tiene 15 años y aunque sus padres querían esperar hasta que ella tuviese 18 años para que comenzara a asumir roles oficiales, la adolescente ha reemplazado a su madre en varios eventos, aunque evita las fotografías a toda costa.
Actualmente también está enfocada en sus estudios en la Escuela Cristiana Sorghvliet de La Haya, igual que lo hizo su padre, y a la espera de integrarse al Consejo de Estado al cumplir la mayoría de edad, tras lo cual recibirá un millón y medio de euros como sueldo.
La princesa también es buena estudiante y entre sus hobbies se encuentra cantar, el hockey y montar a caballo, además empieza a sentar precedentes en la moda con un estilo propio.
Poco a poco la adolescente ha ido cultivando un estilo propio que está siendo alabado por los expertos en el tema, incluso se le ha visto con tacones y vestidos ajustados y elegantes.
“A veces me cuesta creer que esta vaya a ser mi vida, me parece irreal”, aseguró tras aparecer en un evento oficial.
Y tal como dice la adolescente, su vida parecerá aún más irreal luego que se convierta en la cuarta reina en la historia de los Países Bajos y en una de las pocas mujeres en encabezar una monarquía.