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La madrugada del 31 de agosto de 1997, el mundo contuvo la respiración por un segundo. Un violento accidente en París le arrebató la vida a la princesa Diana en circunstancias que hasta el día de hoy siguen causando suspicacias.
La princesa había alcanzado la fama mundial al casarse a los 19 años con el príncipe Carlos, el heredero a la corona británica. Sin embargo, se ganó el corazón del planeta por su lucha constante por los necesitados. No sólo se preocupaba por los pobres, sino que también daba visibilidad a causas que nadie miraba.
Diana no tuvo miedo en caminar en un terreno con minas antipersonas, abrazar a portadores del Sida (cuando aún no se conocía su forma de contagio) y jugar con niños desnutridos en África.
Su vida personal, en tanto, acaparó aún más portadas que su trabajo humanitario. Sus problemas matrimoniales dieron la vuelta al mundo y la infidelidad de su esposo terminó por acabar su relación, de hecho, su divorcio se concretó sólo un año antes de su muerte y causó un gran revuelo.
Al momento de su fallecimiento Diana estaba rehaciendo su vida con el empresario egipcio Dodi Al-Fayed, hijo del multimillonario Mohammed Al-Fayed, con quien llegó a París sólo horas antes del accidente. La pareja había pasado los últimos días en el sur de Francia, en el yate del hombre, y sin que los paparazzi perdieran pista de lo que hacían.
La idea de Diana era pasar la noche en París para luego viajar a Londres para encontrarse con sus hijos antes de comenzar las clases.
Su última noche
Di y Dodi cenaron en el hotel Ritz, propiedad del padre de Dodi, tras lo cual pensaban trasladarse al departamento de Fayed en Avenue des Champs Elysées, desde donde saldrían al aeropuerto a la mañana siguiente.
A cargo del Mercedes-Benz S280 que los llevaría al lugar, estaba Henri Paul, jefe de seguridad del Ritz, quien ideó un plan para perder a los paparazzi que estaban ansiosos de otra imagen de la nueva pareja.
El auto de Dodi salió por la puerta principal, mientras que Paul fue a la trasera para recoger a sus famosos pasajeros y al guardaespaldas del empresario, Trevor Rees-Jones. El plan, sin embargo, no funcionó ya que en el otro sector también había fotógrafos para seguirlos.
Corrían cerca de las 00:20 horas, cuando pasaron por el túnel Pont de l’Alma, siendo seguidos por los paparazzi. En cosa de minutos, y sin que nadie pudiese explicarlo, el vehículo se estrelló contra un pilar de concreto matando en el lugar al novio de Diana y a Paul. En tanto, el guardaespalda de Dodi quedó con graves lesiones en el rostro, pero finalmente fue el único sobreviviente.
Tras el accidente Diana permaneció consciente e incluso testigos del lugar aseguraron que ella murmuraba cosas como: “Oh Dios Mío” y “Dios, como duele… como duele”.
La mayoría de los fotógrafos que estaban en el lugar comenzaron a rondar la escena y tomar fotos en lugar de ayudar a Diana, aunque uno de ellos aseguró que intentó sacarla del vehículo pero sus pies estaban atrapados, por lo que decidió esperar a los bomberos. Más tarde la policía arrestaría a los otros paparazzi que la seguían.
Mientras esperaban por los servicios de emergencia, Lady Di fue atendida de inmediato por Frédéric Maillez, un médico que pasaba por la zona y que se detuvo a ayudar. Él la mantuvo con vida con los pocos recursos que tenía hasta que llegó la ambulancia y el equipo de emergencia 15 minutos después.
A pesar de no tener heridas visibles, Diana se encontraba en shock. Fue trasladada entonces al hospital Pitié-Salpêtrière, trayecto que estuvo lleno de complicaciones. Además de no llevarla a un centro asistencial más cercano, también detuvieron el vehículo varios minutos a metros del hospital, según los paramédicos porque su presión comenzó a bajar rápidamente.
Una vez que llegaron al hospital, se determinó que la princesa tenía heridas internas y necesitaba de una cirugía urgente, ya que en términos simples su corazón se había trasladado al lado derecho de su pecho producto del impacto, desgarrando la arteria pulmonar y el pericardio.
En el quirófano su corazón se detuvo y pese a los esfuerzos por reanimarla durante más de una hora, finalmente fue declarada muerta a las cuatro de la madrugada.
La noticia del accidente de Diana llegó a oídos de la reina Isabel antes de que la princesa hubiese ingresado al hospital siquiera. La monarca se lo comunicó al príncipe Carlos y decidió no despertar a Harry y William para avisarles.
A las cinco de la madrugada la noticia era oficial y se le comunicó a los medios en una rueda de prensa. Desde entonces Inglaterra se sumió en una profunda tristeza, pero también muchas dudas comenzaron a aflorar.
Con el correr del tiempo, las interrogantes y teorías acapararon la prensa mundial. ¿La princesa había muerto en un accidente lamentable o había sido asesinada?
El padre de Dodi fue quien más dudas tenía y no tuvo problemas en hacerlas públicas. De hecho a partir de sus preguntas se inició una investigación conocida como Operación Paget.
Pero mientras algunas incertidumbres se aclaraban, otras aparecían con más fuerza, y estas son algunas de ellas.
1. La princesa estaba embarazada y a punto de comprometerse con un musulmán
A pesar que Dodi y Diana llevaban pocos meses de relación, en ese tiempo se especuló mucho que la pareja estaba a punto de comprometerse.
De hecho, antes de su muerte, el empresario fue visto comprando un anillo que decía: Dí que sí. Sin embargo, nunca tuvo la oportunidad de entregárselo a Diana, ya que la joya fue encontrada en el departamento en París.
Por su parte, Mohamed Al Fayet afirmó que Diana le había dicho que estaba embarazada pocos días antes del accidente. Según él, la familia Real no habría estado contenta con la noticia y habría planeado todo para hacer desaparecer a Diana.
Y es que Al Fayet creía que el príncipe Felipe no habría querido que la madre del futuro rey de Inglaterra estuviese casada con un hombre musulmán egipcio y menos que tuviese un hijo en la misma religión.
Debido a que el cuerpo de Diana fue embalsamado antes de la autopsia no se pudo realizar un examen de sangre, para determinar si en realidad estaba esperando un hijo. Sin embargo, investigaciones posteriores y un análisis de sangre gracias a una muestra obtenida del asiento del vehículo, demostró que no tenia rastro de gonadotropina coriónica humana, producida durante el embarazo.
2. Diana temía por su vida
El mayordomo de Diana Paul Barrell afirmó en su libro A royal duty, que la princesa temía por su seguridad. Según el hombre, ella le envió una carta que le pidió que guardara “por si acaso”, en octubre de 1993, donde aseguraba que el príncipe Carlos estaba planeando matarla.
“Estoy sentada aquí en mi escritorio hoy, en octubre, deseando que alguien me abrace y me anime a mantenerme fuerte y mantener la cabeza en alto”, comienza la supuesta misiva.
“Esta fase particular en mi vida es la más peligrosa: mi esposo está planeando ‘un accidente’ en mi automóvil, una falla en los frenos y una lesión grave en la cabeza para dejarle el camino libre para casarse con Tiggy”, agregó haciendo referencia a Tiggy Legge-Bourke, la exniñera de William y Harry.
“Camilla no es más que un señuelo, así que todos estamos siendo utilizados por el hombre en todos los sentidos de la palabra”, finaliza.
Según Burrell, él le preguntó si de verdad creía eso, “y ella dijo: ‘No sé, siento esos pensamientos en mi cabeza. Recibo las voces y los sentimientos y los escribo por la noche"”, aseguró.
La carta se mostró en la investigación en los Tribunales de Justicia reales en Londres, sin embargo, su veracidad ha sido puesta en duda, debido a que muchos aseguran que el hombre pudo imitar la letra de Diana y escribirla él.
3. El largo traslado
Algo que despertó muchas suspicacias, también, fue la cantidad de tiempo que le tomó a los servicios de emergencia llegar con Diana al hospital
La llamada se hizo a las 00:26 horas, tres minutos después del accidente. Los primeros policías llegaron cuatro minutos después y la ambulancia a las 00:40 horas.
20 minutos más tarde los rescatistas lograron sacarla del auto con la ayuda de motosierras, tras lo cual sufrió un paro cardíaco, lo que significó una reanimación de 18 minutos.
A las 01:41 horas fue retirada de la zona y comenzó a ser trasladada al hospital, donde llegó a las 02:06.
El viaje que generalmente toma poco más de 10 minutos, demoró debido a la caída de la presión de la princesa que obligó a la ambulancia a ir más lento.
También rechazaron la opción de ir al hospital Hôtel-Dieu, que se encontraba mucho más cerca debido a que supuestamente no contaba con los implementos necesarios para atender su estado, y el otro era un centro de trauma completamente equipado.
El relato del conductor de la ambulancia, Michel Massebeuf, contradijo las afirmaciones de que el viaje al hospital por el centro de París se prolongó como parte de una conspiración para matar a Diana.
“El médico me dio instrucciones de conducir despacio debido a la condición de la princesa”, dijo. “Tuvimos una escolta de varios motociclistas policiales que nos permitieron viajar en condiciones óptimas a 40 o 50 km por hora, sin problemas y sin tener que detenerse para el tráfico”, explicó.
“Debo señalar que conducir lentamente es una regla, cuyo único objetivo es preservar a una víctima cuando sea necesario”, finalizó.
4. El cinturón de seguridad dañado
Para muchos fue una sorpresa que Diana no llevara su cinturón de seguridad en el auto, a pesar de lo aprensiva que era con el tema. Varios expertos han asegurado que de haberlo llevado, hoy estaría con sus hijos y nietos.
Debido a esto comenzó a correr la teoría que los cinturones del vehículo estaban dañados o habían sido saboteados para desproteger a la princesa y que el accidente fuese mucho más grave.
El padre de Dodi exigió investigar esta teoría y en Londres se ordenó a varios expertos analizar los restos del vehículo, sin encontrarse nada raro u extraño en ellos, por lo que dicha hipótesis también fue desechada.
5. Richard Tomlinson
Varios años después del accidente, un ex agente del servicio secreto de inteligencia de Reino Unido, el MI6, escribió una carta al padre de Dodi, asegurando que dicha entidad vigilaba a Diana desde hacía años y que probablemente Henri Paul no solo trabajaba con ellos, sino que también le habían pagado su comisión ese día, lo que explicaría la gran cantidad de dinero que tenía al momento de su muerte.
Sin embargo, su revelación más importante fue que el accidente de Diana tenía las mismas características que él vio en un plan secreto de MI6 para matar al presidente de Serbia, Slobodan Milošević.
El hombre también afirmó que el servicio de inteligencia tenía un subgrupo conocido como UKN que utilizaba periodistas y paparazzi para llevar a cabo sus objetivos.
Según el diario Telegraph, Tomlinson fue reclutado por el MI6 en 1991 después de graduarse de la Universidad de Cambridge con un título en ingeniería aeronáutica. Fue despedido en 1995 y encarcelado por romper la Ley de Secretos Oficiales en 1997 después de pasar una propuesta de libro a un editor.
Su libro The Big Breach fue finalmente publicado en Moscú en 2001 y ahora vive en Francia.
6. Henri Paul trabajaba para el servicio secreto de inteligencia
Incluso antes que Tomilson especulara sobre el agente de seguridad del Ritz, muchos ya sospechaban de Henri Paul.
Aunque el hombre apuntaba a que Paul era parte del MI6 de Reino Unido, existen otros que piensan que podría haber estado trabajando con agencias norteamericanas o francesas. Las teorías cobraron más fuerza por la gran cantidad de dinero que tenía en su bolsillo al momento del accidente: cerca de dos millones de pesos.
Investigaciones posteriores también revelaron que el hombre tenía una pequeña fortuna repartida en 15 bancos diferentes, y que superaba con creces los ingresos que recibía como agente de seguridad del hotel. Mientras algunos aseguraban que el dinero venía de fuentes ilícitas, su familia afirmaba que gran parte era de generosas propinas de huéspedes de renombre.
Aunque muchas de estas teorías no se pudieron confirmar certeramente, lo que sí se comprobó fue que el hombre conducía bajo los efectos del alcohol. De hecho, los primeros tests realizados tras el accidente, arrojaron que en su sangre había tres veces el nivel de alcohol permitido en Francia. La familia de Paul y el padre de Dodi rechazaron esta teoría y realizaron una tercera prueba mucho más precisa que además del alcohol arrojó presencia de antidepresivos.
En tanto, mientras algunos testigos aseguraron que Paul estaba verdaderamente borracho, otros afirmaron que, a pesar de haber bebido, su comportamiento era normal. Sin embargo, testigos afirman que habría desafiado a los paparazzi en el lugar.
Imágenes de las cámaras seguridad del hotel, por su parte, revelaron que el hombre saludó a los fotógrafos momentos antes de que Diana y Dodi salieran, a quienes les habría dicho: “No podrán alcanzarnos”.
7. Ausencia de cámaras de seguridad
Otro elemento misterioso del caso tiene que ver con la ausencia de imágenes de las cámaras de seguridad de las calles de París, que mostraran el viaje y el momento del accidente.
En 2006 se mencionó que en el túnel Pont de l’Alma habían 14 cámaras, pero ninguna grabó nada. Según fuentes del diario Independent, algunas de las cámaras se voltearon hacia la pared, y otras simplemente se apagaron.
La versión oficial, sin embargo, fue que las cámaras no habían funcionado, lo curioso es que un automovilista recibió una multa por exceso de velocidad después de ser descubierto por una cámara cercana 15 minutos antes del accidente.
Operación Paget
Debido a las constantes dudas de Mohammed Al Fayed, la Casa Real ordenó a Scotland Yard realizar en 2004 una minuciosa investigación conocida como Operación Paget, la que duró dos años y tuvo un costo de cuatro millones de euros.
Los resultados se plasmaron en un documento de casi 900 páginas, donde se concluye que la muerte de Diana y todos los ocupantes del auto, había sido producto de un trágico accidente.
Según los resultados de la investigación, Henry Paul, el conductor del vehículo, conducía a 150 km/h cuando chocó contra un misterioso Fiat Uno Blanco (cuyo conductor nunca fue identificado) y perdió el control del auto, impactando contra el pilar 13 del túnel.
En ese momento Paul también tenía altos niveles de alcohol en la sangre y rastros de Prozac, Tiapridal y Aotal 333, sustancias para tratar la depresión y la adicción al alcohol.
La indagación también desmintió la teoría de que Diana estuviese embarazada. Gracias a nuevos test realizados y a entrevistas a los miembros del entorno cercano de la princesa, se pudo concluir que Lady Di tampoco pensaba que pudiese estar esperando otro hijo.
“Nuestra conclusión es que, con toda la evidencia disponible en este momento, no hubo conspiración para asesinar a ninguno de los ocupantes del automóvil. Este fue un trágico accidente … No hubo conspiración”, aseguró a Independent Lord John Stevens, ex Comisionado de la Policía Metropolitana Británica que encabezó el equipo de 12 detectives que investigó el caso.
Aunque también reconoció que “hay algunos asuntos … [donde] quizás nunca encontremos una respuesta definitiva”.
Otras conclusiones de la operación
– No hubo conspiración por parte del MI6, para asesinar a Diana.
– Las pruebas forenses en la sangre de la princesa no mostraron rastros de hormonas del embarazo.
– Dodi tenía planeado proponerle matrimonio a la princesa, pero “evidencia de peso” sugirió que Diana no tenía la intención de comprometerse con él.
– El Mercedes de Diana colisionó con otro auto, un Fiat Uno blanco, pero el vehículo nunca fue encontrado.
– El informe no encontró evidencia de que Diana temiera que Carlos quisiera matarla.
– No hubo evidencia de algún vínculo entre el Príncipe Felipe y el Servicio de Seguridad e Inteligencia (MI6).
