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Cómo Robert Downey Jr. venció sus adicciones para convertirse en superestrella

30 junio 2019 | 12:18

Robert Downey Jr. es una de las estrellas más importantes de Hollywood. No sólo está entre los mejores pagados, sino que también entre los más queridos de la industria. Sin embargo, su vida no siempre fue cuesta arriba.

Antes de conseguir el rol de Tony Stark en Iron Man, el actor luchó contra las drogas y fue arrestado en varias ocasiones, poniendo en peligro su carrera y su vida.

Robert nació en Manhattan, Nueva York, fruto de la relación de los actores Robert Downey Sr. y Elsie Ford. Debutó en la pantalla grande con sólo 5 años en una de las comedias de su padre, Pound (1970).

Su infancia, sin embargo, estuvo marcada por las adicciones de su papá, quien le dio a probar su primer cigarro de marihuana a los seis años. Desde entonces las drogas se convirtieron en la base de su relación, de la cual no pudo librarse por muchos años.

“Cuando mi padre y yo nos drogábamos juntos era como si él tratase de expresar su amor de la única forma que sabía”, aseguró en el libro The New Breed: Actors Coming of Age.

Tras el divorcio de sus padres en 1978, se fue a Los Angeles a vivir con su papá y en 1982 decidió dejar la secundaria para convertirse en actor profesionalmente.

Santa Monica High School

Con 16 años se fue a Nueva York, donde estudió actuación y participó en una serie de películas, muchas de ellas dirigidas por su padre. Poco a poco comenzó a hacerse de un nombre en la industria y llegó a ser nombrado “el mejor actor de su generación”.

Baby It’s you (1983), Weird science (1985), Johnny be good (1988) y Rented lips (1988) fueron algunas de las producciones en las que estuvo. Pero su mayor logro fue con Chaplin, en 1992.

La cinta dirigida por Richard Attenborough y que contaba todas las etapas de Charlie Chaplin, le valió al actor grandes críticas y nominaciones a los premios Globo de Oro, BAFTA y Óscar, aunque sólo consiguió llevarse el galardón británico.

Chaplin

Pese a que se encontraba en el apogeo de su carrera, hasta ese momento, la prensa ya comenzaba a hablar de sus problemas con las drogas y el alcohol.

El escándalo estalló en 1996, cuando la policía lo encontró manejando drogado y descubrió heroína, cocaína y crack en su auto, además de una pistola Magnum 357.

Fue su dealer quien lo sacó de la cárcel y pagó 10 mil dólares por su fianza. El actor recordó en la revista Rolling Stone que “esa fue la mejor cocaína que había probado desde la que me metía con mi padre y Jack Nicholson”.

En ese tiempo el actor ya estaba casado con la cantante Deborah Falconer, con quien tenía un hijo, Indio Downey. La pareja se casó luego de 42 días de conocerse, relación que se inició pocas semanas después que la actriz Sarah Jessica Parker lo dejara por sus problemas de drogas, tras siete años juntos.

Sarah Jessica Parker y Robert Downey Jr.

Luego del arresto, Falconer se fue del hogar que compartía con el intérprete, quien no podía frenar su adicción ni siquiera por su familia.

Un mes después de eso, llegó tan drogado que se equivocó de casa y entró al hogar de su vecino. Se acostó en la cama del hijo menor de la familia y sólo despertó con el arribo de la policía.

A pesar que estaba tocando fondo, seguía teniendo grandes amigos en Hollywood, pues a pesar de sus adicciones siempre fue muy profesional. Además era admirado por su enorme talento interpretativo y por la energía con la que animaba a los equipos con los que trabajaba.

Sean Penn y Dennis Quaid lo llevaron a un centro de rehabilitación, pero Robert escapó por la ventana del baño, según asegura el diario español El País.

Robert Downey Jr.

De inmediato se fue a la casa de un amigo, donde siguió drogándose. Desde ese momento los encuentros con la policía y los arrestos se hicieron frecuentes.

Su primera condena fue de 113 días, en una prisión estatal donde los internos golpearon tanto al actor que necesitó de cirugía para reconstruir su rostro. “Jamás contaré las peores cosas que me ocurrieron en la cárcel”, dijo en una oportunidad.

Tras fallar varias pruebas de drogas ordenadas por el tribunal y huir de centros de rehabilitación, finalmente en 1999 fue sentenciado a 36 meses de cárcel en una prisión estatal. Sin embargo, solo cumplió un año en la California Substance Abuse Treatment Facility en Corcoran, donde su única compañía era un disco de Sting.

Pero tal como asegura el diario español, Robert tardó sólo una semana en encontrar trabajo en Hollywood y lo hizo en la popular serie Ally McBeal.

“¿No es divertido? (…) Le pones un traje de Hugo Boss a un hombre, lo limpias un poco, le das sus líneas y él se las arregla para actuar como si no fuera un baboso goo-goo_ ‘¡Wow! ¡Es fantástico!"”, reconoció en una entrevista con The Guardian.

Ally McBeal

Pero su trabajo en la producción duró poco. En noviembre de 2002 fue encontrado con anfetaminas y cocaína en un hotel, y meses después acostado en un callejón lleno de ratones.

El actor fue despedido de la serie, se canceló su participación en la película La pareja del año y su esposa, que había vuelto con él, lo dejó definitivamente.

“Probablemente no soy la mejor persona para hablar sobre ese período. Fue mi punto más bajo en términos de adicciones. En esa etapa, no me importaba si volvía a actuar o no”, agregó.

Esta vez en lugar de ser enviado a prisión, el actor fue llevado a rehabilitación y sus amigos famosos nuevamente intentaron darle una oportunidad. Sin embargo, debido a sus constantes problemas con la ley, las compañías de seguro no quería pagar por él durante las filmaciones, por lo que en una ocasión Mel Gibson pagó de su propio bolsillo el seguro para poder contratarlo.

Robert Downey y Mel Gibson

En 2003 conoció a la productora ejecutiva Susan Levin, quien se convirtió en la inspiración que necesitaba para cambiar su vida. Tras un ultimátum, el actor decidió realizar el programa de 12 pasos para la rehabilitación, el cual combinó con yoga, meditación y terapia.

Tras años de lucha, consiguió recuperarse y mantenerse sobrio, lo que le permitió ser parte de una gran cantidad de proyectos que tuvieron buena recepción. Pero fue en 2007, cuando su suerte cambiaría.

Marvel quería probar suerte con Iron Man, y el director Jon Favreau, propuso a Robert, sin embargo, el estudio aún no confiaba en él y preferían a Tom Cruise.

Favreau fue tan insistente que finalmente Marvel accedió a permitirle audicionar. La cinta no tenía un gran presupuesto y el actor improvisó varios de sus diálogos, pero se transformó en todo un éxito… y el resto ya es historia.

Tras Iron Man y sus secuelas, la suerte siguió de su lado. En 2008 consiguió un papel en Tropic Thunder, película de humor por la que logró su segunda nominación al Óscar; y un año después, Guy Ritchie lo eligió para ser su nuevo Sherlock Holmes.

Tropic Thunder

La consagración llegaría en 2012 al unirse a una de las franquicias más taquilleras del mundo, y que le permitió crear una fortuna impresionante.

Avengers le permitió conectarse con un público transversal, recuperó todo el cariño de la gente y la prensa, obtuvo el estatus de megaestrella y asumió el rol de líder de un grupo de grandes actores.

Además pasó de ganar 500.000 dólares por Iron Man a obtener más de 75 millones de dólares por Vengadores: Infinity War. Incluso recibió 13 millones de dólares por tres días de trabajo en Spiderman Homecoming.

Tras Avengers: Endgame y el final de Tony Stark, el actor está por comenzar un nuevo capítulo en su vida.