El 31 de agosto de 1997 el mundo contuvo el aliento al enterarse de la muerte de la princesa Diana de Gales, una de las mujeres más famosas y queridas del planeta. Sin embargo, nadie sufrió más su partida que sus dos hijos, los príncipes William y Harry, que en ese momento tenían 15 y 12 años, respectivamente

Aunque ellos no solían hablar del fallecimiento de su madre, en los últimos años han revelado lo duro que fue para ambos, el efecto que tuvo en su salud mental y cómo cambió sus vidas para siempre.

La princesa murió en un trágico accidente cuando el conductor del auto en el que viajaba intentó huir de un grupo de paparazzi que los perseguía por el túnel Pont de l’Alma en París, Francia. El vehículo se estrelló contra un pilar de concreto matando en el lugar al novio de Diana, el empresario Dodi Al-Fayed, y al guardia de seguridad y chófer Henri Paul.

La última foto de la princesa Diana con vida
La última foto de la princesa Diana con vida

Lady Di, en tanto, fue atendida de inmediato por Frédéric Maillez, un médico que pasaba por la zona y que se detuvo a ayudar. Él la mantuvo con vida con los pocos recursos que tenía hasta que llegó la ambulancia y el personal de rescate, que tuvo que usar motosierras para poder liberarla del auto. Los paparazzi, por su parte, se dedicaron a tomar fotografías del momento.

La princesa fue llevaba al hospital donde se le sometió a una cirugía de emergencia, mientras el embajador de Gran Bretaña en Francia, Michael Jay, era notificado del accidente. De inmediato el hombre alertó al secretario privado de la reina Isabel, Robin Janvrin, quien se encontraba con la familia real y los hijos de la princesa, en su casa de descanso en Balmoral.

Tras muchos esfuerzos de los médicos, a las tres de la madrugada la princesa de Gales fue declarada muerta.

“El cuerpo de Diana llegó en una condición de hemorragia grave y shock”, aseguró a la prensa el anestesiólogo del hospital Bruno Riou, una hora más tarde. “Una cirugía urgente mostró una herida grave en la vena pulmonar izquierda. A pesar del cierre de esta herida y el masaje cardíaco externo e interno de dos horas, no se pudo establecer una circulación respiratoria oficial”, continuó.

Accidente princesa Diana
Accidente princesa Diana

Luego de la Reina, el primero en enterarse de la noticia fue el príncipe Carlos, quien se había divorciado de Diana hacía un año. “Estaba absolutamente perturbado. Se derrumbó”, dijo Tina Brown, autora de The Diana Chronicles, en el documental de 2017 Diana: 7 días que sacudieron a los Windsor. “Sabía, al instante, que esto iba a ser algo terrible, que … lo culparán, que los culparán (a la familia real), por la muerte de Diana”, agregó.

Carlos se debatió entre despertar a sus hijos en medio de la noche para contarles lo que estaba pasando o dejarlos dormir. Finalmente, la reina Isabel decidió que era mejor dejarlos descansar.

Cómo se enteraron

Cuando William y Harry despertaron, la Reina ordenó esconder todos los diarios para que no se enteraran de la noticia por la prensa. Fue Carlos quien se reunió con ellos y les contó que su madre había muerto durante la madrugada.

“Una de las cosas más difíciles que tiene que hacer un padre es decirle a sus hijos que su otro padre ha muerto. ¿Cómo lidias con eso? No lo sé. Pero sabes, él estaba allí para nosotros”, dijo Harry en el mismo documental.

“Recuerdo que me sentí completamente desorientado, mareado”, agregó William. “Te sientes muy, muy confundido. Y sigues preguntándote: ‘¿Por qué yo?’ Todo el tiempo, ‘¿Por qué? ¿Qué he hecho? ¿Por qué? ¿Por qué nos ha pasado esto?”, recordó.

Princesa Diana y príncipe Harry
Princesa Diana y príncipe Harry

El príncipe Carlos fue el encargado de ir a buscar el cuerpo de su exesposa a Francia, junto a las hermanas de Diana, pero Harry estaba determinado a ir con ellos, así lo aseguró el diario ingles Mirror. Sin embargo, su padre decidió que era mejor que no los acompañara, para evitar otro trauma en el niño.

Durante varios días la familia real se mantuvo en Balmoral y en silencio, ni siquiera la Reina se refirió a la muerte de la princesa, lo que fue duramente cuestionado por la opinión pública, que exigía la presencia de su líder en un momento tan delicado como ese. “Creo que fue una decisión muy difícil para mi abuela. Se sentía desgarrada entre ser la abuela de William y Harry y su papel de Reina”, agregó William.

En lugar de regresar a Londres de inmediato, la familia real fue a la iglesia Crathie Kirk cerca del castillo de Balmoral para honrar la memoria de Diana. A su retorno, pudieron ver los miles de tributos florales y notas puestas frente a las puertas del castillo. “Me conmovió mucho, pero nada de eso me hundió”, dijo William.

 Carlos, Harry y William afuera de Balmoral
Carlos, Harry y William afuera de Balmoral

“Todo lo que me importaba era que había perdido a mi madre y no quería estar donde estaba”, reconoció. Pero de todas formas, Carlos, William, Harry y su abuelo, el príncipe Felipe, salieron a observar los tributos y compartir con el público.

“Mirando hacia atrás ahora, probablemente lo último que quería hacer era leer lo que otras personas estaban diciendo sobre mi madre”, sentenció Harry. “Sí, fue increíble. Fue increíblemente conmovedor saberlo, pero en ese momento no estaba allí. Todavía estaba en shock”, agregó.

Ese fue el primer vistazo que tuvieron a la impactante reacción del público frente a la muerte de su madre. “En aquel entonces, obviamente, no había teléfonos inteligentes ni nada por el estilo, por lo que no podíamos recibir sus noticias, y afortunadamente en ese momento, para ser honestos, tuvimos la privacidad para llorar y recopilar nuestros pensamientos y tener ese espacio lejos de todos”, reconoció William. “No teníamos idea de que la reacción a su muerte sería tan enorme”, añadió.

Finalmente la familia volvió a Londres el 5 de septiembre, cuando la Reina emitió una conmovedora declaración a la nación, donde aseguró estar cuidando a sus nietos.

El funeral

Tras otra larga polémica sobre si la princesa tendría o no un funeral de Estado, se decidió que no lo sería y se adaptarían los preparativos para los servicios fúnebres de la Reina Madre.

El ataúd de Diana cubierto por el estandarte real recorrió las calles de Londres por una hora y 47 minutos. Sobre él habían tres coronas de flores blancas, una de su hermano el Conde Spencer y dos de sus hijos, además de un sobre que simplemente decía Mami.

En la entrada del palacio de Saint James, los príncipes Felipe, Carlos, Harry y William, además del conde Spencer, se unieron al cortejo fúnebre, momento que los actuales duques siguen recordando como uno de los más difíciles de su vida.

Carta sobre el ataúd de Diana
Carta sobre el ataúd de Diana

“No fue una decisión fácil, y fue una decisión colectiva de la familia hacer eso. Fue una de las cosas más difíciles que he hecho”, afirmó William. “Fue una enseñanza de deber y responsabilidad de que tienes que hacer cosas que no quieres hacer”, añadió.

Pero ambos encontraron maneras diferentes de llevar su emoción y evitar las lágrimas frente a las millones de personas que los veían. Mientras William agachó su cabeza y trató de esconder sus ojos con el cabello, Harry mantuvo su mirada en el frente. “Estaba concentrado en hacerlo y en hacer todo lo que se me pedía allí y luego asegurarme de hacer sentir orgullosa a mi madre”, dijo.

Pero más allá del funeral, lo más complejo para los príncipes fue aceptar lo que había pasado. “Creo que una de las cosas más difíciles de aceptar es el hecho de que las personas que la persiguieron por el túnel eran las mismas personas que tomaban fotografías de ella mientras aún se estaba muriendo en el asiento trasero del auto”, dijo Harry. “Y William y yo lo sabemos. Nos lo han dicho muchas veces personas que saben que ese fue el caso”, agregó.

Wililam y Harry en el funeral de DIana
Wililam y Harry en el funeral de DIana

“Ella había tenido una lesión en la cabeza bastante severa, pero todavía estaba viva en el asiento trasero y aquellas personas que causaron el accidente, en lugar de ayudar, estaban tomando fotografías de su muerte”, añadió.

Tras ello, durante un largo tiempo cuestionaron su deber real. “Pasé mucho tiempo en mi vida con la cabeza enterrada en la arena, pensando: ‘no quiero ser el Príncipe Harry. No quiero esta responsabilidad. No quiero este papel. Mira lo que le pasó a mi madre. ¿Por qué me tiene que pasar esto a mí?‘”, reconoció.

Pero finalmente lograron hacer las paces con sus responsabilidades, y están más dedicados que nunca a su trabajo. “Ahora todo lo que quiero hacer es intentar llenar los huecos que mi madre ha dejado, y de eso se trata, de tratar de hacer una diferencia y de hacer una diferencia, de hacerla sentir orgullosa”, comentó. “Ella era la princesa de Gales, y defendía muchas cosas, pero en el fondo para nosotros, era nuestra madre. Y extrañaremos a nuestra madre, y me pregunto cada día cómo sería tenerla cerca”, finalizó.

Para William, en tanto, todo lo vivido fue una experiencia de aprendizaje. “No quería que esto me rompiera (…) Quería que ella estuviera orgullosa de la persona en la que me convertiría, y no quería que se preocupara o que su legado fuera que William o Harry estuvieron completamente devastados por su muerte”, dijo.

“Ella amaba a Harry y a mí mucho, incluso al punto de poder sentarme aquí después de 20 años y todavía sentir ese amor. Todavía siento ese calor 20 años después, lo cual es un gran testimonio de ella. Si puedo ser una fracción de lo que era, me sentiré orgulloso y con suerte la haré sentir orgullosa de lo que he hecho”, terminó William.

William y Harry y sus familias
William y Harry y sus familias