Cuando hace algunas semanas el príncipe Harry apareció en el Castillo de Windsor, con una sonrisa en su rostro y frotando sus manos de felicidad y nerviosismo, para anunciar el nacimiento de su primer hijo, nadie se hubiese imaginado que se trataba de la misma persona que acaparó portada tras portada en los tabloides británicos a principios del 2000.
Cuando días después caminó elegante junto a esposa Meghan Markle y su pequeño bebé Archie en brazos, tampoco nadie habría pensado que se enfrentó con un paparazzi a golpes a la salida de una discoteque o que se disfrazó de Nazi en una fiesta.
Lo cierto es que antes de convertirse en el padre de familia que es hoy, y en un miembro ejemplar para la familia real, Harry dio varios dolores de cabeza al príncipe Carlos y a la reina Isabel II.
Y es que la infancia del duque de Sussex se vio frenada con la repentina muerte de su madre, la princesa Diana, en 1997. Lady Di falleció en un accidente vehicular provocado por los paparazzi, quienes la perseguían a toda velocidad por las calles de París.
El fallecimiento de la princesa, marcó un antes y un después en la vida del joven príncipe, que en ese momento tenía sólo 12 años. Pese a su corta edad, debió comportarse como un adulto y seguir las normas protocolares de la realeza.
Junto a su hermano William y el padre de ambos, salieron a agradecer las muestras de cariño que la gente dejaba en las afueras del palacio de Kensington. Pero la peor parte, fue que tuvo que caminar tras el féretro de Diana.
“Mi madre acababa de morir, y yo tuve que caminar un largo recorrido detrás de su féretro, rodeado de miles de personas que me miraban y millones más que lo hacían por televisión. No se debería pedir algo así a ningún niño bajo ninguna circunstancia. Creo que eso no sucedería hoy”, reconoció el príncipe años después en una entrevista con la revista Newsweek.
La ausencia de su madre y las exigencias de su familia, lo hundieron en una profunda depresión. “Mi forma de lidiar con ello era metiendo la cabeza en la arena. Negarme a pensar en mi madre, porque ¿eso cómo ayudaría? Solo iba a hacer que me entristeciera. No iba a traerla de vuelta”, aseguró.
El príncipe no quería sentir e intentó “apagar sus emociones”, viviendo años caóticos en su adolescencia y juventud. Así comenzó su etapa de rebeldía donde las fiestas, el alcohol y la diversión se apoderaron de su vida.
Estas son algunas de las polémicas a las que se enfrentó:
Tuvo que ir a rehabilitación
Como muchos adolescentes, el príncipe Harry reconoció haber experimentado con drogas recreativas como marihuana. Sin embargo, su combinación con el alcohol, hizo que el príncipe Carlos decidiera enviar a su hijo a un centro de rehabilitación.
En 2002, el palacio de St. James, donde vivía el príncipe de Gales y sus hijos, confirmó que Carlos había mandado a Harry a Featherstone Lodge, un establecimiento exclusivo ubicado al sur de Londres.
“Este es un asunto serio que se resolvió dentro de la familia, y ahora está en el pasado y cerrado”, aseguró un portavoz de la familia al ser consultado por el tema.
Harry, sin embargo, no se quedó mucho en el centro, sino que sólo algunos días donde debió aprender de las consecuencias de consumir drogas, ya que su padre consideraba que sería una buena enseñanza y tendría un efecto de shock en él.
La versión extraoficial, en tanto, aseguraba que el príncipe (de entonces 17 años) se encontraba en el centro de una investigación policial por haber sido visto bebiendo a deshora y haber participado en una pelea tras una noche de billar, así lo aseguró el portal Daily Mail.
Copiaba en las pruebas
Pese a que proviene de una familia donde la excelencia académica es requerida, el fuerte del príncipe Harry no fueron los estudios.
De hecho, en 2004 se le acusó de contratar a un instructor que hacía sus tareas escolares. Pero no sólo eso, sino que una exprofesora del duque aseguró que ella también lo ayudaba a engañar al sistema.
Sarah Forsyth fue su profesora en la prestigiosa escuela Eaton y aseguró que las autoridades del colegio la obligaron a realizar la mayor parte de un trabajo escrito para su clase de arte. El problema fue que Harry también utilizó dicha tarea para otra institución.
Como prueba de sus dichos, la mujer aseguró tener una grabación donde el príncipe reconocía no haber hecho nada del cuestionado trabajo.
Eton negó las acusaciones de Forsyth, a quien calificaron como una “maestra floja” y la despidieron, pero ella demandó al establecimiento por despido injustificado y finalmente ganó.
Harry terminó el colegio en 2003 y en lugar de asistir a la universidad, se enlistó en el ejército.
Peleó con un fotógrafo
Dada la forma en la que murió su madre, el príncipe Harry siempre ha tenido una relación bastante compleja con los paparazzi.
En 2004, mientras salía de un club nocturno junto a algunos amigos, el duque se enfureció al ver fotógrafos que no dejaban de acosarlo. Las cosas comenzaron a subir de tono hasta terminar en los golpes.
En la época se habló de dos versiones. En una se dijo que cuando Harry intentó liberarse del grupo de paparazzis, dio un empujón a uno de los hombres, quien se pegó en la cara con la cámara.
La otra versión, la del fotógrafo en cuestión, asegura que el príncipe fue directamente tras él y agresivamente empujó la cámara a su rostro para que se golpeara. “¿Por qué haces esto? ¿Por qué no me dejas en paz?”, habría gritado el hijo menor de Lady Di.
A pesar de las versiones contrapuestas, el paparazzi no presentó cargos contra Harry.
El disfraz de Nazi
Ya sabemos que tras salir del colegio, el príncipe Harry disfrutaba mucho de las fiestas y la compañía de sus amigos. En 2005, sin embargo, las cosas fueron muy lejos.
El príncipe decidió ir a una fiesta vestido como un militar nazi, incluyendo un parche con una swastika. Específicamente, utilizó un atuendo que parecía ser del ejército Afrika Korps, fuerza militar alemana enviada al norte de África en 1941 para respaldar las tropas italianas que estaban siendo derrotadas por los británicos durante la Segunda Guerra Mundial.
Alguien en el lugar tomó una foto de Harry, la que pronto dio la vuelta al mundo. Debido a esto, ofreció disculpas públicas.
“Lo siento mucho si he causado alguna ofensa o avergonzado a alguien. Fue una mala elección de disfraz y me disculpo”, dijo en un comunicado difundido por Clarence House, residencia oficial de su padre.
Insultos racistas
En 2006, el príncipe parecía decir y hacer todo de forma equivocada. Ese año comenzó a dar vuelta al mundo un video donde se puede escuchar al príncipe utilizar lenguaje no apropiado contra uno de sus compañeros de la Academia Militar de Sandhurst.
En el clip Harry trata de “Paki” a uno de sus colegas y a otro como “raghead” (cabeza de trapo), dos términos con connotaciones racistas.
Una vez más un portavoz del Palacio de St. James’s, en Londres, tuvo que salir a explicar la polémica y aseguró que el video se había grabado en 2003 y que Harry sólo hablaba de un amigo “sin ningún tipo de maldad”.
“El príncipe Harry entiende completamente cuán ofensiva puede ser esa palabra y está profundamente apenado por cualquier ofensa que haya causado”, aseguró.
“De todos modos, en esta ocasión, hace tres años, el príncipe Harry utilizó el término sin ninguna malicia como un sobrenombre para un miembro muy popular de su regimiento. De ninguna manera el príncipe Harry quiso insultar a su amigo”, agregó.
El clip fue filmado mientras Harry aún era cadete y se encontraba con otros compañeros en una sala de espera de un aeropuerto, mientras aguardaban para trasladarse a Chipre para entrenamientos militares.
En el video también se escucha cómo el duque se dirige a la reina Isabel II, que es comandante en jefe de la Armada británica. “Abuela, tengo que irme, envía mis cariños a (los perros) Corgis y al abuelo (el duque Felipe de Edimburgo). Tengo que irme, tengo que irme, adiós. Que Dios te Salve, sí, es genial”, bromeó.
Bailó desnudo en Las Vegas
En 2012, el amor de Harry por las fiestas terminaron pasándole la cuenta, luego que el portal TMZ publicara una serie de fotografías del príncipe bailando desnudo en un lujoso hotel en Las Vegas.
En las imágenes no aparece solo, sino que se le puede ver acompañado por una joven, con quien al parecer había jugado billar y que la apuesta era quitarse la ropa que llevaban.
En una de las fotos se ve a Harry cubriéndose los genitales con las manos y en otra abrazando a una mujer desnuda.