23-02-2019 a las 16:59

Muerte y superación: la verdad detrás del dúo "Milli Vanilli", la farsa más grande de la música

Por Scarlet Stuardo
Milli Vanilli

No sabían cantar, ni sabían inglés. Sin embargo, en algún momento fueron el dúo de cantantes más popular del mundo, con éxitos como Girl You Know It’s True y Baby Don’t Forget My Number. Se trata de Milli Vanilli, la farsa más grande de la historia de la música.

Todo comenzó en la década de los 80, cuando el alemán Rob Pilatus, bailarín de break dance y futbolista amateur, conoció al francés Fabrice Morvan, también bailarín y modelo. En ese tiempo, ambos bordeaban los 20 años y buscaban un cupo en el mundo de la fama para mostrar su talento.

Es así como, tras conocerse en una discoteca en Múnich (Alemania), comenzaron a trabajar como bailarines de otros artistas como el grupo Wind o C.C. Catch y luego formaron la agrupación Empire Bizarre, aunque sin mayor éxito mediático.

Rob y Fabrice en Empire Bizarre

Sin embargo, sus vidas cambiaron cuando el productor alemán Frank Farian los invitó en 1988 a formar parte de un nuevo proyecto: Milli Vanilli, ofreciéndoles 4 mil dólares a cada uno (cerca de dos millones y medio de pesos chilenos). A pesar que los jóvenes le explicaron que no sabían cantar, ni hablar en inglés, Farian estimó que eso daba igual… sólo necesitaba su talento en la pista y su apariencia agraciada.

Es así como, con todas las canciones producidas, Rob y Fab sólo debían hacer playback en cada una de las presentaciones, mientras los exmilitares Brad Howell y Charles Shaw hacían el trabajo vocal.

Es más, la base de su primer hit Girl You Know It’s True era de un grupo desconocido de Maryland (Estados Unidos), canción con la que lograron éxito de ventas y obtener un disco de oro en Alemania. Seis meses después, lanzaron Baby Don’t Forget My Number, que alcanzó el número 1 en el listado de Billboard.

Con lo anterior, el éxito del dúo ya era mundial y arrasaba en países del hemisferio norte del planeta, como también sonaba en las radios de América Latina. Ante esto, la discográfica de EEUU Arista Record, perteneciente a Sony Music, en conocimiento de la farsa detrás, los contrató y disparó su carrera vendiendo 7 millones de copias y consiguiendo el disco de platino. En ese tiempo, lanzaron tres álbumes.

A inicios de 1990, ganaron tres premios de American Music Awards (Mejor artista revelación, mejor canción pop y mejor artista revelación en R&B). Luego obtuvieron un Grammy al “Mejor artista novel”.

Rob y Fab con su Grammy

De la fama a la verdad

Cuando el dúo llegó a Estados Unidos comenzó a levantar las primeras sospechas. Sus fanáticos de dicho país se percataron que en los álbumes europeos del grupo no aparecían acreditados como voces de las canciones y su marcado acento alemán, distinto a las pronunciaciones de sus temas, hacía dudar.

Ante esto, Charles Shaw (una de las voces detrás) le contó a un periodista del diario de Nueva York Newsday toda la verdad, pero el productor Frank Farian le pagó 150 mil dólares (cerca de 100 millones de pesos chilenos) para que se retractara públicamente, según un artículo de Entretainment Weekly de la época.

El golpe de la fama a Rob y Fab en Estados Unidos les significó sumergirse en excesos y mostrar un bajo interés en la música en las entrevistas.

“Cada vez que concedíamos una entrevista, los reporteros escuchaban mi acento francés o el acento alemán de Rob y decían: ‘De ninguna manera. ¿Cómo podrían estos tipos haber cantado las canciones?. Cuanto más hablábamos, peor nos salían las cosas”, reconoció Fabrice en una entrevista al medio Los Angeles Times, según recogió AP News.

La verdad de Milli Vanilli estuvo apunto de ser descubierta en un concierto en Bristol (Connecticut) cuando falló el playback en una presentación: la melodía comenzó a repetirse.

“Supe en ese momento que era el principio del fin para Milli Vanilli. Cuando mi voz se atascó en la computadora y seguía repitiendo y repitiendo, entré en pánico”, reconoció Rob posteriormente. Sin embargo, la verdad fue revelada gracias a un conflicto con su productor.

Los jóvenes le insistieron a Frank Farian grabar un álbum con sus verdaderas voces, a lo que él se negó. Tras este quiebre, el productor decidió contar la verdad en una rueda de prensa en noviembre de 1990: Farian dijo que Pilatus y Morvan no hicieron más que verse bien y sincronizar los labios con videos y apariciones en vivo, mientras que otros hicieron todo el canto, según muestra un artículo del diario Los Ángeles Times.

No sólo los fanáticos quedaron decepcionados y los periodistas tuvieron una de las mejores cuñas de sus vidas, sino que además la organización de los Grammy les quitó su galardón. Michael Greene, el presidente de la academia, dijo que “estaban furiosos por la situación”, según cuenta un artículo del diario The New York Times de aquel entonces.

Rob y Fab

Al devolver este premio, Rob Pilatus se disculpó públicamente y culpó a su exproductor de la farsa. “Nos sedujeron, nos abusaron y nos sentimos muy culpables”, dijo, según recoge AP News.

“Realmente amamos a nuestros fans… esperamos que comprendan que éramos jóvenes, que sólo queríamos vivir la vida a la manera estadounidense”, agregó el bailarín que tenía 25 años en ese entonces. “Los últimos dos años han sido una pesadilla total. Somos verdaderos cantantes, pero ese maníaco Frank Farian nunca nos permitiría expresarnos”, aseguró en una entrevista de 1991.

La discográfica Arista Records, a pesar que mintió negando estar en conocimiento, se enfrentó a cerca de una treintena de procesos judiciales por fanáticos que querían su dinero de vuelta.

Decadencia y el suicidio de Rob

Gracias al escándalo, los bailarines no tuvieron más opción que mantenerse lejos del ojo público. A pesar que intentaron sacar un disco con sus verdaderas voces, no alcanzaron la calidad vocal requerida por la industria.

Fabrice Morvan no se tomó de manera trágica lo sucedido con Milli Vanilli y dejó la música para dedicarse al modelaje. Aún así, a principios de los 2000 decidió tomar clases de canto y retomar los “éxitos” del dúo, logrando limpiar su imagen con una voz afinada y sacando aplausos por el esfuerzo y firmeza de su reacción ante el quiebre.

Sin embargo, para Rob Pilatus fue todo lo contrario. El joven insistió en convertirse en un cantante famoso sin éxito, lo que lo llevó a una profunda depresión y sufrir adicciones a las drogas, muestra un artículo de la revista Jet de febrero de 1996.

A mediados de los años 90, Pilatus intentó suicidarse varias veces. También cometió actos de vandalismo callejero y asaltos y estuvo encarcelado por tres meses. En medio de un robo recibió un golpe con un bate en la cabeza, lo que lo mantuvo hospitalizado por semanas.

Rob siendo arrestado en 1996

Su exproductor, Frank Farian, sacó a Pilatus de la cárcel y le pagó una rehabilitación además de boletos de avión para que volara de regreso a Alemania.

No obstante, dos años después de la herida, en abril de 1998, fue encontrado muerto por una sobredosis de pastillas y alcohol en la habitación de un hotel en Fráncfort (Alemania) en donde su cadáver permaneció por 18 horas. Tenía 32 años.

Rob, el año anterior a su muerte, 1997

“Rob se veía realmente bien otra vez. Estaba lleno de optimismo por el futuro. Teníamos la intención de grabar material para otro álbum. Estoy sorprendido”, dijo Fab al enterarse del deceso de su compañero, según recoge su obituario en el diario The Independent. Por su parte, Farian admitió que sabía que ese día Rob “bebió demás” pero no estaba enterado sobre que consumía algún medicamento, dijo a la revista Rolling Stone.

A pesar que Milli Vanilli es conocido como la mentira más grande del mundo de la música, sus canciones continúan formando parte de las mezclas musicales de los años 90. Fabrice Morvan actualmente tiene 52 años y recuerda con nostalgia a su compañero, quien no logró superar tan duro golpe como él.

Fab Morvan actualmente | Facebook

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