Es sabido que la realeza tiene estrictas reglas protocolares, especialmente para las integrantes femeninas de la familia. Estas cubren desde cómo vestirse hasta cómo deben comportarse en el embarazo e incluso al dar a luz.
Hasta el día de hoy el nacimiento de un nuevo integrante de la familia real es un evento de conocimiento público, por lo que cualquier cambio es inmediatamente notado.
Es por ello que llamó tanto la atención cuando la princesa Diana decidió romper con una antigua regla para el nacimiento de su primer hijo en 1982: Lady Di optó por dar a luz en un hospital.
Durante siglos las mujeres de la realeza tenían a sus hijos en sus hogares y con la ayuda de varias parteras que asistían el alumbramiento, sin embargo, Diana quiso hacer las cosas diferentes debido al complejo embarazo que había tenido.
El centro asistencial elegido por la entonces esposa del príncipe Carlos fue la maternidad Lindo Wing, en el hospital St. Mary en Paddington, donde más tarde también nacerían su segundo hijo y sus tres nietos.
En dicho lugar apresuraron el parto de Diana, según confesó la princesa a su biógrafo Andrew Morton “porque ya no podía soportar la presión de la prensa por más tiempo, se estaba volviendo insoportable. Era como si todos estuvieran vigilándome todos los días”.
El 21 de junio los médicos indujeron el parto de la princesa para el nacimiento del Príncipe William, el primer heredero al trono en llegar al mundo en un hospital.
Su abuela, la reina Isabel II, en tanto, llegó al mundo gracias a una cesárea realizada el 21 de abril de 1926, en la residencia de sus abuelos maternos, mientras que su padre, Carlos, lo hizo en el Palacio de Buckingham.
La presencia del padre
Diana también abrió el camino para que los padres pudieran ingresar a la sala de partos en el momento del nacimiento, algo que estaba prohibido en el pasado, pues solo mujeres podían rodear a la madre. De hecho, se pedía que ellas ejercieran de testigos, para evitar un posible intercambio de bebés en caso de que un heredero naciera muerto.
Durante muchos años los padres ni siquiera esperaban la llegada de sus hijos en una sala conjunta. Cuando Isabel II dio a luz al príncipe Carlos, su esposo el Príncipe Philip estaba ocupado jugando squash en otro palacio.
Según la revista Town & Country, “el nacimiento de William fue la primera vez que un padre real estuvo presente en la sala de parto. Antes de la presencia de él, la sala de parto tenía que ser completamente femenina”.
Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido con William, el príncipe Carlos no estuvo presente para el nacimiento del príncipe Harry, su segundo hijo. De hecho, rumores aseguran que estaba decepcionado pues él esperaba que fuera una niña, lo cual le hizo saber a Diana.
Las nuevas generaciones
31 años después que Diana rompiera el protocolo, Kate Middleton, esposa de su hijo William, siguió sus pasos y fue a dar a luz a su primer hijo en el mismo centro hospitalario.
Tanto el príncipe George como sus hermanos, la princesa Charlotte y el príncipe Louis, también llegaron al mundo en el mismo lugar, convirtiéndose en una especie de tradición que incluso siguió la hermana de Middleton, Pippa.
La tradición, sin embargo, correría peligro pues al parecer Meghan Markle, la esposa de Harry, quiere agitar las cosas y optar por otro lugar para tener a su primer hijo.
Según han informado diferentes medios ingleses, la duquesa de Sussex estaría evaluando el hospital Frimley Park, que queda más cerca de su casa de campo y donde Sophie, la condesa de Wessex, tuvo a sus dos hijos.
¿Cómo es la maternidad que presenció el nacimiento de cinco herederos a la corona?
Según consigna el diario inglés Mirror, las mujeres pagan cerca de seis y medio millones de pesos chilenos por una noche en el ala de la maternidad Lindo Wing.
El lugar proporciona un servicio de primera calidad para las embarazadas, ya que todos los pacientes reciben una habitación privada con baño propio, que además cuenta con televisores y un mini refrigerador.
Las habitaciones o suites de lujo también están disponibles para cualquiera que esté dispuesto a pagar, y se cree que Kate dio a luz en uno de estos cuartos.
Entre otros servicios para las nuevas mamás se incluyen masajes y una guardería que cuida a los otros niños que pueda tener. También ofrece televisión por satélite con los principales canales internacionales, así como radio, WiFi y periódicos.
Tienen menús extensos y pueden satisfacer cualquier requerimiento dietético, sin mencionar la gran variedad de vinos y champaña a su disposición.