2018 ha sido un año cargado de emociones y polémicas para la familia real británica. No sólo recibieron un nuevo heredero a la Corona, sino que también uno de sus miembros más populares se casó con una actriz norteamericana divorciada, que acaparó la atención mundial.
En las últimas semanas las cosas se han vuelto más álgidas debido a los rumores que indican que las dos duquesas más importantes de la realeza, Kate Middleton y Meghan Markle, se llevan tan mal que una de ellas decidió mudarse del palacio donde eran vecinas.
Las cosas empeoraron con las especulaciones acerca del comportamiento de Markle y las constantes acusaciones sobre su fuerte carácter que habría dejado llorando a Middleton y que la habría hecho enfrentarse con la mismísima reina Isabel antes de su boda.
La supuesta pelea también habría separado a los hijos de la princesa Diana, los príncipes William y Harry. Según los rumores, el menor de los hermanos estaría resentido con el mayor por no apoyar a la exactriz.
Pese a todas las especulaciones y polémicas, el Palacio de Kensington confirmó que los duques de Sussex pasarán la Navidad con los duques de Cambridge y sus tres hijos, al igual que lo hicieron el año pasado cuando aún estaban comprometidos en matrimonio.
La noticia llega luego que algunos medios afirmaran que Kate, William y su familia disfrutarían de la nochebuena junto a los padres de Middleton, para evitar encontrarse con Markle.
Pero más allá de los rumores, la familia real debe respetar una serie de reglas para celebrar estas festividades, muchas de las cuales ya comenzaron a cumplir.
1. La tradicional foto y tarjeta navideña
Todos los años la reina Isabel y el príncipe Felipe se toman una fotografía que es utilizada como tarjeta de navidad y firmada a mano para enviarlas a más de 800 personas, entre mandatarios, políticos, trabajadores y familiares.
De hecho, la monarca comienza a firmar las tarjetas en el verano y lo hace como Isabel R.(Regina que significa Reina en latín) para los mensajes más formales, Elizabeth para los amigos y Lilibeth para sus primas.
Los descendientes de la monarca hacen lo mismo con sus propias familias y además comparten las imágenes en redes sociales, donde suelen dejar mensajes de agradecimiento y buenos deseos para el mundo entero.
Los fans de la realeza esperan ansiosos cada año las imágenes, especialmente de los duques de Cambridge, quienes suelen mostrarse más lúdicos junto a sus pequeños hijos.
Este año, el príncipe Harry y Meghan Markle utilizaron una captura tomada el día de su boda como postal navideña.
2. La Reina compra sus regalos en el centro comercial más famoso de Londres
Según consigna la revista Cosmopolitan, la reina Isabel tiene un lugar favorito para hacer sus compras navideñas y ese es Harrods, el centro comercial más famosos de Londres.
Aunque es probable que hoy tenga ayuda dada su avanzada edad -tiene 92 años-, se dice que hasta hace algunos años, el lugar permanecía abierto luego de su horario de atención sólo para que Isabel II pudiese hacer sus compras.
3. Todos los empleados reciben el mismo regalo cada año
La Reina tiene una gran cantidad de regalos que hacer, especialmente porque tiene a más de 550 personas a su servicio. Para facilitar la tarea, la soberana “corta por lo sano” y les da el mismo regalo a todos.
Según el sitio web de la familia real, la reina paga 1.500 “Christmas Puddings”, un postre tradicional inglés, el cual reparte entre sus empleados, incluyendo a los trabajadores de correo y la fuerza policial del palacio. Cada empleado recibe postres junto a una nota firmada por ella y el príncipe Felipe. Esta es una tradición que comenzó con el abuelo de la Reina, el rey Jorge VI.
Pero eso no es todo, pues el personal también recibe tarjetas de regalo que van desde los 25 mil a los 31 mil pesos chilenos, dependiendo de cuánto tiempo hayan trabajado en el palacio.
4. Los regalos se abren en víspera de Navidad
En Chile los regalos suelen abrirse en nochebuena, sin embargo, en muchos otros países, incluido Inglaterra, las familias esperan hasta la mañana de Navidad.
La familia real, en tanto, sigue la tradición alemana de sus antepasados y realiza el intercambio de regalos a la hora del té en la víspera de Navidad.
El sobrino de la reina, el vizconde David Linley, describió el rito como “un alboroto total”. Y es que al parecer los miembros de la familia real son fanáticos de los regalos de broma, sin ir más lejos en una ocasión la princesa Diana le regaló una salida de ducha de leopardo a su cuñada Sarah Ferguson, y el príncipe Harry le dio una gorra de baño a la Reina con la frase: “La vida es una perra”.
5. La familia pasa la Navidad en Sandringham House
La familia real se reúne en Sandringham House en Norfolk el día de Navidad, donde también pasan el Año Nuevo. La casa de campo ha sido propiedad de la familia real desde 1862, y sirve como el perfecto lugar de descanso puesto que cuenta con 24 hectáreas de jardines.
En los años 60, cuando la familia de la Reina aún era pequeña, solían disfrutar de las festividades en el castillo Windsor, sin embargo, la tradición cambió en 1988 cuando el lugar estaba siendo refaccionado y se ha mantenido desde entonces.
6. Cada miembro tiene una hora de arribo a Sandringham
Mientras toda la familia de la Reina está invitada a disfrutar de la Navidad en Sandringham, su arribo al lugar el 25 de diciembre está condicionado por protocolo.
Los grupos familiares no llegan al mismo tiempo, sino que en orden de importancia. Por ejemplo, los grupos con menor estatus llegan primero, mientras que los más cercanos al trono, como el príncipe Carlos o William, son los últimos.
7. Todos van a la Iglesia la mañana de Navidad
La reina y toda la familia real tienen la obligación de asistir a un servicio religioso la mañana del día de Navidad.
Para ello llegan en masa hasta la Iglesia Santa María Magdalena, una capilla rural que data del siglo XVI y que fue visitada por la tatarabuela de la monarca, la reina Victoria.
7. Terminan de decorar el árbol en familia
Se cree que la reina Charlotte, consorte de rey Jorge III, introdujo el árbol de Navidad a la familia real. El entusiasmo posterior de la reina Victoria y el príncipe Alberto por la costumbre ayudó a difundir la popularidad en todo el país.
Hoy, la reina y los miembros de su familia, por lo general, dan los toques finales a su árbol de Navidad.
Por lo general, son los miembros más pequeños de la realeza quienes se hacen cargo de terminar la decoración en Sandringham.
8. La “pichanga” de Harry y William
En los últimos años, se ha convertido en una tradición para los príncipes William y Harry jugar un partido de fútbol junto a los trabajadores de Sandringham.
Los hermanos, que usualmente usan los calcetines de sus equipos de fútbol favoritos (Aston Villa para William y Arsenal para Harry), son acompañados por Kate Middleton, aunque este año probablemente también esté presente Meghan Markle.
9. Noche de película
Después de una ajetreada jornada, la familia real se reúne por la noche para ver una película, al igual que miles de otros grupos en el mundo.
El salón de baile en Sandringham, que está decorado con una gran colección de armas que fueron entregadas al hijo de la reina Victoria Edward durante su gira por la India y el Lejano Oriente, es utilizado como cine improvisado.