Los descendientes son muy importantes para la familia real inglesa, ya que a través de ellos pueden mantener la tradición y perdurar en el tiempo. Basta con mirar la historia para saber la relevancia que tiene para los monarcas tener hijos y cuanto lucharon por conseguir un heredero varón.
Sin embargo, ser parte de la realeza no es nada fácil, especialmente en estos tiempos, ya que desde que nacen deben seguir una serie de normas que no pueden romper y cuyas faltas son analizadas a nivel mundial.
Pese a su corta edad, los príncipes George y Charlotte ya conocen varias de estas reglas, y pronto Meghan Markle y el príncipe Harry deberán enseñarlas a su primer hijo.
Revisa aquí algunas normas
1. Deben usar mantas especiales para su presentación en público
A pocas horas de haber nacido, los bebés reales son presentados al público oficialmente, ya que son los nuevos servidores del pueblo.
En ese momento los ojos del mundo estarán puestos en la familia real, por lo que seguir las tradiciones es muy importante.
Una de ellas, es que el bebé esté envuelto en una manta especial de G.H.Hurt & Son, una fabrica de lujosos chales de encaje ubicada en Nottingham, Inglaterra, desde hace más de 100 años.
La tradición la inició la reina Isabel II, quien presentó al príncipe Carlos en 1948, envuelto en una de estas mantas de lana natural. Posteriormente todos sus hijos, nietos y bisnietos siguieron su ejemplo, incluyendo al Príncipe William y sus tres hijos.
2. Deben usar un antiguo traje para su bautismo
El bautismo es la segunda ocasión en la que el pueblo tiene la oportunidad de ver al nuevo miembro de la familia. La ceremonia debe ser presidida por el arzobispo de Canterbury, el obispo más antiguo y principal líder de la Iglesia de Inglaterra, quien utilizará para la ceremonia agua del río Jordán, lugar donde se cree que Jesús fue bautizado por San Juan.
Pero no sólo eso, sino que el bebé también tendrá que usar la réplica de un traje creado por la reina Victoria para el bautizo de su hija mayor en 1841.
El diseño original fue utilizado por alrededor de 60 niños, sin embargo, debido a su delicada condición debió crearse una réplica en 2008. Tanto George, Charlotte y Loius han usado el atuendo hecho de encaje Honiton.
3. Aprender a saludar al público de forma apropiada
La familia de la Reina tiene una particular forma de saludar a los súbditos que los esperan por horas en cada una de sus apariciones. Se le llama el Saludo Windsor y se trata simplemente de mantener la mano recta y torcer sutilmente la muñeca, sin mover el brazo.
Los niños de la familia aprenden este movimiento desde pequeños y tanto el príncipe George como la princesa Charlotte ya lo dominan como profesionales, aunque ocasionalmente prefieren saludar con la mano como cualquier otro niño.
4. Deben aprender al menos un idioma extranjero
Como figuras públicas admiradas por toda una nación, se espera que los miembros de la familia real puedan comunicarse con todo el mundo en sus visitas oficiales, incluyendo aquellos que no hablan inglés. Por ello es fundamental que los niños se conviertan en bilingües o políglotas.
El entrenamiento comienza desde que son muy pequeños para que cuando lleguen a la adultez, puedan expresarse con fluidez.
La reina Isabel II habla francés con naturalidad, el príncipe Carlos y el príncipe William se desenvuelven perfectamente en seis idiomas y el príncipe Harry habló árabe durante un discurso en Dubai. Varios medios aseguran también que Kate Middleton está enseñando español a George y Charlotte.
5. Deben ser acompañados por sus guardaespaldas en todo momento
En mayo de este año, un partidario del grupo terrorista ISIS llamó a sus seguidores a atacar al príncipe George y al colegio al que asiste.
El hombre alentó a inyectar veneno en helados para darle a los niños y viralizó una foto donde se ve a George sonriendo a la cámara junto a la imagen de su escuela, adornada con las siluetas de jihadistas y el mensaje: “Incluso la familia real no será dejada en paz”.
La amenaza puso en alerta a la realeza que dobló la seguridad para los niños, quienes no pueden salir en público sin la protección de sus guardaespaldas.
De hecho, el personal ha sido captado por los paparazzi en cada salida familiar de los duques de Cambridge e incluso en las afueras del colegio de Charlotte y George.
6. Los niños siempre deben usar pantalones cortos
Seguramente ya habías notado que el príncipe George siempre utiliza pantalones cortos. ¿Por qué? Algunos creerán que es cuestión de estilo, sin embargo, va más allá, y tiene mucho que ver con el protocolo.
Según explica William Hanson, un experto en protocolo, a la revista Harpers Bazaar, los pantalones largos en niños pequeños se consideran de clase media.
“Los pantalones largos son para los chicos mayores y los hombres, mientras que los cortos son uno de esos silenciosos marcadores de clase social que tenemos en Inglaterra”, explica el experto.
“A pesar de que los tiempos están cambiando, los pantalones largos siguen considerándose de clase media bastante suburbana. Y nadie quiere que se le considere suburbano. La duquesa de Cambridge tampoco”, agrega.
“La edad normal para el cambio de pantalón es a los 8 años”, explica Hanson, quien expresó que no es anormal que la aristocracia británica continúe con las tradiciones de épocas pasadas.
7. No pueden sentarse con sus padres
Los integrantes más pequeños de la familia no pueden sentarse junto a sus padres en visitas reales, algo bastante curioso, pues a esa edad, los papás no suelen despegar la vista de sus hijos ni por un minuto.
Según la revista Harpers Bazaar Australia, la prohibición permanecerá hasta que los niños aprendan el “arte de la conversación educada”, en otras palabras, hasta que sepan comportarse adecuadamente en la mesa.
Los niños no sólo deben estar adiestrados en cómo manejar los cubiertos y la comida, sino que también saber llevar una conversación sin excluir a los invitados y responder a sus preguntas cortésmente.
8. No deben volar con sus padres
Los viajes son un tema recurrente en la familia real y cuenta con sus propias reglas. Una de ellas es que los niños no pueden viajar con sus padres en el mismo avión, si al menos dos de ellos son herederos a la Corona.
Este protocolo está establecido para proteger el linaje real en caso de un accidente fatal y explica por qué la Reina Isabel solía siempre salir durante meses sin la compañía del príncipe Carlos.
La llegada de la princesa Diana, sin embargo, cambió las cosas pues no estaba dispuesta a dejar a sus hijos pequeños durante mucho tiempo, así que se las arregló para llevarlos consigo aunque tuvieran meses.
Kate Middleton y el príncipe William también rompieron las reglas y llevaron al príncipe George a su gira por Australia, aunque apenas tenía nueve meses. Posteriormente también llevaron a la princesa Charlotte a un viaje por Canadá, por lo que probablemente ocurra lo mismo cuando Meghan y Harry decidan visitar Estados Unidos.
9. Siempre ser educados
Los niños deben ser un ejemplo a seguir y siempre mostrar sus modales y hablar correctamente, sin jergas o frases populares.
La educación es muy importante para la Reina, por lo que es tarea de los papás que los pequeños se comporten correctamente, aunque no siempre ocurre.
El príncipe George, por ejemplo, ha mostrado su carácter en varias ocasiones debiendo ser reprendido por su madre. Una de ellas fue en la boda de Pippa Middleton, la hermana de Kate, donde George y Charlotte se pararon en la cola del vestido de la novia y su mamá los tuvo que reprender, lo que terminó con un berrinche del príncipe.
Durante su viaje a Canadá, Charlotte también tuvo un berrinche en la pista del aeropuerto, que por supuesto dio la vuelta al mundo.