Uno de los lugares favoritos de la industria de la moda son las alfombras rojas de Hollywood, allí los diseñadores tienen la exposición mundial que necesitan para mostrar sus trabajos en el cuerpo de grandes estrellas admiradas por todos.

Como este es un gran negocio, las casas de moda suelen prestar sus diseños a las celebridad que mejor les acomode sin que estas inviertan un sólo peso en los vestidos cuyos valores son exorbitantes.

Sin embargo, no todos ganan pues existe un grupo de famosos que se ven excluidos de este negocio por no tener el cuerpo que los diseñadores quieren para lucir sus trajes. Cansadas de ello, varías famosas reconocidas por su trabajo han alzado la voz para contar lo que ocurre.

La última de ellas fue Rachel Bloom, la creadora y protagonista de la galardonada serie Crazy ex girlfriend, quienllegó a la alfombra roja de los premios Emmy, realizados el domingo pasado, con un vestido comprado por ella.

“Es difícil encontrar sitios que me dejen vestidos porque no soy una talla 0, pero me lo puedo pagar, así que está bien”
, aclaró en una entrevista con el canal E!.

En la misma conversación, Rachel aseguró que su vestido Gucci costó poco más de dos millones y medio de pesos y que pretende venderlo a través de un sitio web en el que se ofertan productos de lujo previamente usados.

Esta no es la primera vez que corta por lo sano, ya que en el pasado también comentó que tuvo problemas para encontrar alguien que se hiciese cargo de su vestuario. “La moda siempre me ha generado estrés, porque no sé cómo vestirme. Soy bajita, tengo un gran busto y no entiendo la función de un cinturón”, aseguró a la revista de modas Elle.

“A veces, el diseñador puede negarse a ceder un vestido si esa persona no encaja en su filosofía de marca o tiene el cuerpo equivocado”, agregó.

Otra celebridad que tampoco encontró quién la vistiera para un gran evento fue la musa de la moda XL, Ashley Graham. Así lo explicó la guapa modelo en una entrevista donde reveló la verdadera razón por la que no pudo asistir comentada Gala Met del año pasado.

Según señaló Ashley, ningún diseñador al que ella acudió la quiso ayudar. “No pude encontrar un diseñador que quisiera vestirme”, dijo a New York Magazine. “Y no puedes aparecer en jeans polera”, agregó.

La maniquí dijo que el problema se dio porque no tenía los contactos necesarios para que crearan un atuendo adecuado para ella en poco tiempo, lo que probablemente no habría pasado con una modelo de talla pequeña.

Pero esta no es la primera vez que la modelo de 29 años pasa por una situación así. En diciembre del año pasado la editora en jefe de British Vogue, Alexandra Shulman, reveló que algunos diseñadores se “rehusaron categóricamente” a vestir a Graham para su portada en la publicación.

“La sesión fue concretada al último minuto y todos estamos muy agradecidos con la gente de Coach, quienes bajo la dirección creativa de Stuart Vevers, se movieron rápidamente para proveernos de ropa que saliera de su rango de muestra”, escribió la editora.

“Ellos fueron entusiastas por vestir a una mujer que no es una modelo estándar, pero tristemente hubo otras casas que se rehusaron categóricamente a prestarnos su ropa”, aseguró.

Aunque hoy es un ícono de la moda, la mismísima Beyoncé vivió en carne propia esta discriminación al inicio de su carrera. Claro, hoy las marcas se pelean por vestirla, pero cuando dio sus primeros pasos recibió el rechazo de varios diseñadores.

“Cuando empezamos con Destiny’s Child, las firmas de lujo no querían vestir a cuatro chicas de campo, negras y con curvas”, reconoció Beyoncé al recibir el premio CFDA a ‘Icono de moda’ en Nueva York. en 2016.

“A mi madre le negaron [vestidos] en cada showroom de Nueva York. Pero, al igual que mi abuela, utilizó su talento y su creatividad para conseguir el sueño de sus hijos, mi madre y mi tío nos hicieron nuestros primeros vestidos, cosiendo uno por uno cientos de cristales y perlas; poniéndole pasión y amor a cada detalle. Cuando vestía esa ropa me sentía como Khaleesi. Sentía que llevaba una armadura. Era mucho más profundo que cualquier etiqueta de marca”, agregó.

“Mi madre diseñó mi vestido de novia, el vestido de mi graduación, mi primer vestido en los CFDA, mi primer vestido en los Grammy, y la lista sigue y sigue. Y para mí ese es el verdadero poder y el potencial de la moda. Es una herramienta para encontrar tu propia identidad. Trasciende el estilo y es una cápsula del tiempo de nuestros grandes éxitos. Así que gracias a mi madre, a mi abuela y a mi tío. Gracias por enseñarme que la imagen va más allá de la ropa que llevas y de la belleza física”, señaló emocionando a los presentes.

“Tenemos la oportunidad de contribuir a crear una sociedad en la que cualquier niña mire un cartel publicitario o la portada de una revista y se sienta reflejada”, afirmó. “El alma no tiene color, ni curvas, ni forma. Al igual que el trabajo de todos nosotros, va más allá de lo que el ojo ve. Tienes el poder de cambiar la percepción, de inspirar y empoderar; de mostrar a las personas cómo abrazar su diversidad y cómo hallar la verdadera belleza y la fuerza que se esconde en cada uno de nosotros”, finalizó.

TheGloss
TheGloss

No obstante, las celebridades se cansaron de guardar silencio ante tales discriminaciones y alzaron la voz para que el público se enterase de lo que estaban viviendo.

Otra de las que tuvo que defender su figura fue Dasha Polanco, la voluptuosa actriz de Orange is the new black. “Al haber crecido en la República Dominicana, nunca supe que no podía entrar en una talla cero, culturalmente allí era el tipo de chica que gustaba. Pero una vez viene a Estados Unidos y ve los estándares que imperan en los medios, ahí es cuando empiezas a preguntarte: ‘Bueno, ¿soy igual que todos los demás? ¿Es esto aceptable?’”, aseguró hace un tiempo.

“Hay muchas marcas que no quieren vestirme porque no uso la talla de muestra. Eso solo sirve para demostrar que yo también puedo tomar una decisión, no tengo por qué vestirme con su ropa. No voy a esperar a que decidan vestirme. Soy yo quien elige qué ropa llevar“, dijo.

“Estoy rompiendo el molde. No soy una talla cero, y aun así tengo buen aspecto utilizando una talla ocho”, contó.

De hecho, la actriz está tan orgullosa de su cuerpo que el año pasado llegó a la semana de la moda en Nueva York usando sólo un traje de baño.

Polanco llegó hasta el evento de moda sin pantalones, solo con un body (o traje de baño) negro con lineas blancas, y encima una chaqueta fucsia con lentejuelas de colores en la espalda de la marca The Blonds, atuendo que según contó al sitio Vanity Fair, estuvo inspirado en la cantante Selena Quintanilla. “(Mi estilista) Darío Bautista pensó que debía llevar un traje y simplemente mostrar mis muslos, como soy tan consciente de ellos” explicó además.

Una publicación compartida por Tony Deschamps (@tonyton23) el

El diseñador que viste a las que nadie quiere vestir

Hace un tiempo la actriz Leslie Jones dio a conocer que nadie la quiso ayudar con un vestido para la premiere de Los Cazafantasmas. A través de Twitter el diseñador y ganador de Project Runway, Christian Siriano, se contactó con ella para trabajar juntos en un vestido que pudiese llevar en el estreno de la cinta que se realizó este fin de semana.

De esta forma, la actriz llegó a la alfombra roja realizada en Los Angeles con un hermoso y elegante vestido rojo que marcaba su figura. “Quiero agradecer a mi bebé [Christian Siriano] por hacerme este fabuloso vestido y a mi maravilloso estilista [Brian McPhatter] por crear este look!”, señaló Jones a través de Instagram.

Algo similar hizo con Ashley Graham y Rachel Bloom, creándose el título del diseñador que viste a las que nadie quiere vestir. De hecho Siriano lleva años defendiendo la figuras de todo tipo y según el diario español El País, se ha “convertido en símbolo de la diversidad de tallas y etnias en el mundo de la moda”.

“Mi madre estaba entre la talla 46 y la 50, por eso para mí es normal vestir a mujeres de cualquier medida”, explicó a Vogue.

Es así como Siriano se ha convertido en una estrella del diseño vistiendo a celebridades como Christina Hendricks (Mad Men), Oprah Winfrey, Whoopi Goldberg o Michelle Obama, y siendo uno de los pioneros en llevar modelos pluz size a la pasarela para mostrar su trabajo.

“Al principio no podía permitirme confeccionar mis diseños en distintas tallas. Pero obviamente, si Oprah te llama y te pregunta si tienes algo para ella encuentras la manera de hacerlo”, explicó en una entrevista a Refinery 29. “Quiero que todo el mundo sepa que mi marca es para todos. No es que fuera un objetivo en sí al principio pero fue sucediendo. Hay muchas mujeres increíbles por ahí con una talla grande y quiero tener algo para ellas”, añade.